Lectura 4:00 min
FCH pide apoyo contra deforestación
El Presidente recordó en Cancún que el tema de la deforestación es ancestral, ya que todavía en la década de los 80 existía la "Comisión de Desmontes".
Cancún.- El presidente Felipe Calderón afirmó que frente al cambio climático "es hora de actuar aquí y ahora", de "empujar todos" para que en la COP16 se apruebe incorporar la reducción de emisiones por deforestación a los mecanismos de cooperación de largo plazo.
"Es muy probable que lo logremos, pero será importante empujar entre todos a los negociadores para que las posiciones radicalizadas o maximalistas no cancelen la posibilidad de acuerdos concretos aquí y ahora", abundó.
El mandatario expresó su optimismo porque sea un acuerdo que cuente con el respaldo de todos los países y que permita desde ahora canalizar fondos internacionales.
Al inaugurar la cuarta edición del Día Mundial de los Bosques, en el marco de la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP16), recordó que quizá una quinta parte de las emisiones de carbono es consecuencia de la deforestación.
El Ejecutivo federal insistió en que es la hora de actuar e incorporar los mecanismos de la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (RED), así como destinar recursos para un trabajo conjunto destinado a preservar los bosques.
Se declaró convencido de que la relación con la naturaleza ha llegado a un punto crítico por lo cual cambiamos nuestra forma de vida o el cambio climático va a cambiarla por la fuerza.
Expuso que en México existe un problema ancestral con los bosques, pues es poseedor quizá de la cuarta mayor biodiversidad en el mundo, con enorme riqueza en flora, fauna, bosques, selvas, desiertos y el mar; sin embargo, hemos hecho un enorme daño a la naturaleza.
Calderón Hinojosa explicó que ha sido un gran logro de México el reparto agrario en el siglo XX, el cual fue un acto de justicia; sin embargo, por razones económicas y políticas "se perpetuó y durante siete décadas se continuó con la repartición de la tierra".
Recordó que cuando ya no había latifundios por repartir se comenzaron a dar los bosques y las selvas para agricultura, lo que generó daños importantes y condenó a muchas comunidades a seguir en la miseria, además de que no se les dio otra alternativa más que talar.
Todavía a principios de la década de los 80 existía la "Comisión de Desmontes" del gobierno federal, es decir, toda una agencia burocrática encargada de talar bosques y selvas para abrir espacios a la agricultura, detalló.
El presidente de la República relató que en ese entonces había un dicho de los políticos que decían: "que sólo los caminos queden sin sembrar", lo cual respondía a la falta de cultura ambiental, lo que finalmente causó un enorme daño.
Mencionó que en los 90, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de los 60 millones de hectáreas que había, anualmente se perdían 350 mil hectáreas; esa tendencia ha disminuido a 155 mil hectáreas deforestadas por año.
El pronóstico para 2010 es de una deforestación de 128 mil hectáreas, y el gobierno está decidido a llegar a la cifra 'mágica" de cero hectáreas netas de deforestación, para que la próxima década empiecen a crecer los bosques y las selvas, enfatizó.
'Ello puede lograrse mediante las políticas públicas adecuadas, como la que está en marcha y que consiste en la mitigación por pago de servicios de reforestación', agregó Calderón Hinojosa.
Indicó que en México 13 millones de personas habitan en bosques y selvas, en la mayoría de los casos poblaciones indígenas que viven en la miseria y que a través del programa ProArbol se les da un ingreso por conservar su hábitat.
El jefe del estado Mexicano señaló que con el propósito de que se evite la tala, el pago por servicios ambientales les da un ingreso digno, superior a lo que pudieran obtener por la siembra de maíz por hectárea.
Además se les vincula a proyectos productivos para que puedan explotar racionalmente los bosques con una perspectiva de largo plazo, a fin de que se permita no sólo su preservación, sino acrecentarlos.
apr