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Feadle debe dar resultados concretos
La violencia en México pretende silenciar el trabajo de periodistas que, a pesar de las amenazas, reportan e informan a la sociedad sobre asuntos de interés público, advierten expertos en libertad de expresión de las Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La violencia en México pretende silenciar el trabajo de periodistas que, a pesar de las amenazas, reportan e informan a la sociedad sobre asuntos de interés público, advierten expertos en libertad de expresión de las Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En un pronunciamiento oficial, el relator especial de la ONU sobre el derecho a la libertad de opinión y de expresión, David Kaye, y el relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Edison Lanza, condenaron el asesinato del periodista y escritor mexicano, Javier Valdez Cárdenas, fundador y redactor del semanario sinaloense Ríodoce.
Asimismo declararon que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra la Libertad de Expresión (Feadle), debe producir resultados concretos tanto en las investigaciones del caso de Valdez Cárdenas, como en las de otros reporteros asesinados.
Ello, para demostrar que el Estado mexicano está luchando contra la impunidad de estos crímenes de forma prioritaria.
Señalan la necesidad de una acción coordinada en todos los niveles de gobierno para hacer que los responsables de estos crímenes comparezcan ante la justicia y terminar con esta epidemia de violencia contra periodistas.
En su reporte, Situación de los Derechos Humanos en México 2016 , la CIDH habría advertido con preocupación el aumento acelerado de las agresiones de distinto tipo y homicidios de periodistas y comunicadores en el país.
Según lo registrado por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, entre el 2010 y el 2015 habrían sido asesinados más de 55 periodistas. De acuerdo a cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), habrían ocurrido 107 asesinatos de periodistas entre el año 2000 y septiembre del 2015.
Mediante la información con la que cuenta la CIDH, este organismo afirma que las víctimas de violencia son principalmente periodistas que han denunciado o han informado sobre corrupción administrativa en el ámbito local, narcotráfico, delincuencia organizada, seguridad pública y asuntos relacionados con ello.
