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Política

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Las gangas, el terror de la frontera

En la ciudad más violenta, los jóvenes tienen pocas oportunidades; la más común es integrarse a las filas del crimen organizado a través de las pandillas.

Ciudad Juárez, Chih. La falta de atención de las autoridades de los tres niveles de gobierno, a pesar de la implementación del programa federal Todos Somos Juárez, Rescatemos la Ciudad, la problemática de las pandillas en esta frontera ha provocado el incremento exponencial de las también llamadas gangas.

Lo que empieza como un juego de golpes entre jóvenes de los sectores marginales de la ciudad, según expertos en delincuencia juvenil, termina con la vida de los pandilleros que realizan el rito de iniciación desde los ocho años de edad, donde actualmente ya se ve la participación activa de mujeres tanto en las gangas como en la delincuencia organizada.

Empiezan a drogarse; después, a robar bicicletas, autoestéreos, autopartes y lo que sea para mantener el vicio. Cuando esta actividad ya no les es redituable, dan el gran salto y empiezan a formar células criminales que se dedican al robo organizado de carros, e increíblemente dos semanas después mutan y se convierten en secuestradores , explica Abelardo Parra Pineda, integrante del Colegio de la Frontera Norte y asesor de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, en torno de las pandillas.

Más tarde, explica el especialista que los pandilleros literalmente son utilizados como carne de cañón por el crimen organizado, quienes los contratan como sicarios a sueldo y por cantidades entre los 500 y 2,000 pesos semanales; jóvenes que en ocasiones apenas llegan a los 14 años ya acribillan con cuernos de chivo a quien sea.

A este ritmo de vida, el promedio de mortandad entre los jóvenes pandilleros es increíble. No llegan siquiera a los 25 años porque antes son acribillados por el crimen organizado, después que literalmente fueron utilizados, son desechados como cualquier cosa porque ya no son útiles .

A esa edad ya están quemados, ubicados por las autoridades, por el cártel contrario o debido al abundante consumo de drogas ya no están cuerdos, entonces son asesinados de la manera más brutal y es todo para ellos , puntualiza Abelardo Parra.

Aztecas, Mexicles, Dobles A y los que siguen...

Investigaciones que han realizado tanto la Secretaría de la Defensa Nacional y la Policía Federal, ahora que implementaron el Operativo Coordinado Chihuahua, revelaron que las pandillas más importantes en la frontera, por la red de poder que han logrado construir, son Los Aztecas y Los Mexicles.

Los primeros controlan el trasiego de drogas, armas e incluso de personas hacia la vecina ciudad del El Paso, Texas. Dentro del Cereso municipal y estatal ordenan a quién eliminar y también organizan fiestas, hasta la venta de alcohol y drogas, en los pasillos de los penales.

El reporte indica que tres años atrás, cuando el Cártel de El Chapo Guzmán empezó a disputar la plaza al Cártel de Juárez, Los Aztecas cobraron aún más fuerza al convertirse en el brazo ejecutor de la organización delictiva dirigida en aquel entonces por Amado Carrillo, El Señor de los Cielos.

Los Mexicles por su parte, vivieron una época larga subyugados por Los Aztecas y no fue hasta que el Cártel de Joaquín El Chapo Guzmán empezó a utilizarlos como informantes y después como distribuidores de droga y sicarios cuando elevaron el número de sus integrantes, cobrado una fuerza que ya podía compararse a la de sus antiguos verdugos.

De este grupo, se derivaron los Artistas Asesinos o Doble A, quienes ahora son reconocidos como el brazo ejecutor del Cártel de Sinaloa. Ejecutando de manera natural a sus rivales de siempre: Los Aztecas.

La Secretaría de Seguridad Pública Municipal, estima que en la frontera existen al menos 500 pandillas integradas por jóvenes entre los ocho y los 16 años. Literalmente carne de cañón para la delincuencia organizada, que los utiliza como sicarios a costos muy bajos.

Los trabajos que realiza el municipio o la Federación son insuficientes ante esta problemática que cada día cobra más fuerza. Se estima que al menos existen un alto número de jóvenes de entre los 16 a los 25 años que no estudian ni trabajan y, lamentablemente, no tienen otra opción que unirse a cualquier ganga y concluir así el circulo vicioso , puntualiza el especialista.

¿Centros de rehabilitación?

Aunque al momento las autoridades investigadoras no han proporcionado información oficial al respecto, existen denuncias en la Procuraduría del Estado en las se detallan que los centros de rehabilitación donde en los últimos dos años se han registrado ejecuciones masivas, son fachadas o refugios de delincuentes .

Así lo explicó entrevistado por El Economista un pastor cristiano que por temor a represalias pidió mantener su identidad en el anonimato. Asegura que en esta frontera, de los más de 50 centros de rehabilitación apenas 10 realmente fungen como tal, el resto -dice- se utiliza como fachada para el crimen organizado, en donde incluso venden drogas al menudeo.

Es triste que esta situación se registre, nosotros en verdad queremos ayudar a las personas con problemas severos de adicción a cualquier tipo de droga, pero existen lugares que sirven sólo como refugio de malvivientes, la autoridad también lo sabe; sin embargo, no han hecho nada para evitarlo y la muestra está en las masacres que no paran , dijo el hombre quien confesó que alguna vez perteneció a la pandilla de Los Aztecas, pero en el Cereso municipal encontró la redención y ahora intenta ayudar a quienes sufren por las drogas.

Esta versión se refuerza con los diferentes narcomensajes que se han encontrado después de las masacres en estos centros de rehabilitación, en los que se ha detallado que los atentados son orquestados por Los Aztecas en contra de los Artistas Asesinos que utilizan los inmuebles como refugio de sicarios después de cometer algún trabajo .

De igual manera, de acuerdo con investigaciones de la autoridad local, las pandillas coptan en estos centros a gatilleros cuando necesitan encargar una ejecución. Un informante explica que cuando se quiere hacer un jale , los jefes los mandan traer, se reúnen en el estacionamiento de una plaza comercial donde les dan las armas. Hacen el trabajo , dice el informante, entregan las armas y se esconden en su centro de rehabilitación donde sus familiares creen que se están recuperando.

política@eleconomista.com.mx

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