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Política

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“Les preguntaron sus nombres y edad, y luego les dispararon”

Las muertes ocurridas el 30 de junio del 2014 en la comunidad San Pedro Limón, municipio de Tlatlaya, Estado de México, encierran más allá de ejecuciones, historias de madres de familia que estuvieron presentes, pues buscaban a sus hijos o hijas.

Las muertes ocurridas el 30 de junio del 2014 en la comunidad San Pedro Limón, municipio de Tlatlaya, Estado de México, encierran más allá de ejecuciones, historias de madres de familia que estuvieron presentes, pues buscaban a sus hijos o hijas. Fueron testigos de las ejecuciones cometidas por personal militar.

Una de estas madres relata que desde el 27 de junio fue la última vez que vio a su hijo, en Tenancingo, municipio de Tlalchapa, Guerrero. La madre preguntó entre la comunidad, algunos testigos informaron que lo habían visto con unas mujeres, quienes lo entregaron a integrantes de una organización criminal. Esas mujeres fueron a su casa y la amenazaron. El 1 de julio regresaron para informar que recogiera el cuerpo de su hijo en el Servicio Médico Forense de Toluca.

En un testimonio, otra madre explica que el 29 de junio acudió a San Pedro Limón a buscar a su hija, ya que desde febrero salió de su casa. Se juntaba con malas amistades .

Al trasladarse a esa comunidad, vio a su hija acompañada de tres hombres en una camioneta negra. Se subió al vehículo que avanzó hasta una bodega, en donde había hombres armados.

La madre estuvo en el lugar toda la noche, hasta que escuchó gritar: Ya nos cayeron los contras , y en ese momento todos alistaron sus armas y las personas armadas que se encontraban adentro de la bodega comenzaron a disparar hacia fuera.

Momentos después, llegaron militares hasta donde estaba: había por lo menos tres: uno que se encontraba enfrente de la camioneta gris, que estaba pegada al muro izquierdo de la bodega; otro, cercano al muro y a la bodega, portaba una lámpara, y un tercero salió de un cuarto en donde tenían a las personas rendidas.

Los llevaban hacia el militar que tenía la lámpara, preguntaban de dónde eran, edad, apodo y posteriormente, les disparaban.

Los relatos indican que al menos escuchó la ejecución de nueve personas.

Ejército no debe combatir la ilegalidad con ilegalidad

El secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, advirtió que los militares no pueden combatir la ilegalidad con ilegalidad , por lo que todo miembro que se aparte de los preceptos legales y el respeto a los derechos humanos será llevado ante las instancias jurídicas correspondientes.

Aseguró que toda actividad que realicen militares y las decisiones que asuman deberán ser firmes pero razonadas, apegadas a la ley y orientadas a preservar los derechos fundamentales. (Redacción)

jose.reyes@eleconomista.mx

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