Mi nombre es mi patrimonio, que me investiguen

“¡Que busquen hasta por debajo de las piedras!”, aseguró la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles, con una voz enfática y mirando al pleno de la Cámara de Diputados.

Su temple, sus ánimos, fueron creciendo conforme las preguntas de los legisladores de San Lázaro, quienes uno tras otro le cuestionaron falta de honestidad “evidenciada”, dijeron, a través de la investigación periodística denominada como Estafa Maestra.

Martha Tagle, de Movimiento Ciudadano, fue la primera en subir el tono al inquirir a Robles sobre su patrimonio y su presunta participación en una red de corrupción en la que participaron universidades públicas y por las cuales se presume hubo desvíos de recursos públicos.

No obstante, Robles aseguró que se mantiene con las manos limpias.

“Creo y me parece muy importante lo siguiente: viene un nuevo gobierno y eso va a permitir que esto se investigue aún más. Y yo tengo mucha tranquilidad (...) tengo el mismo patrimonio.  Tengo un solo patrimonio, que es mi nombre, y tengo una sola casa. Y de eso absolutamente nadie va a poder probar lo contrario”, afirmó.

Aunado a ello, la titular de la  Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano  (Sedatu) acusó violencia política de género.

Ante esto, Tagle dijo que no era cuestión de género: “No nos exime de asumir nuestras responsabilidades en el cargo público y de ser señaladas por actos de corrupción”.

Gerardo Fernández Noroña (PT) atajó: “Lo que quiero es pedirle algo, diputada presidenta. Que, si sigue en ese tono de cinismo y de burla a esta soberanía, la secretaria (Rosario Robles), sea cancelada la comparecencia, porque es intolerable estarle escuchando ese nivel de desvergüenza”.

La discusión se trasladó a las curules, Noroña se levantó y avanzó hacia el lugar que ocupa el PRI en busca de la diputada Erika Sánchez, con quien intercambió palabras, objetivo que fue interceptado por el coordinador del tricolor en Diputados, René Juárez, quien en tono de amistad lo abrazó y lo acompañó a las afueras del territorio priista, no sin antes el petista intercambiar dichos con Luis Miranda, también exfuncionario del gobierno peñista.

Tras terminar, Robles volvió a sonreír a los que en algún momento cuestionó e increpó, mientras, a lo lejos compañeros de lucha como el diputado de Morena, Pablo Gómez, observaban por algunos segundos su marcha.