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Pendiente la creación de un zar anticorrupción: CCE
El CCE pugnó porque el gobierno de Enrique Peña Nieto sea el sexenio de la transparencia y rendición de cuentas, a lo que conminó a la población a cambiar el estado actual de las cosas y no caer en la retórica.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) pugnó porque el gobierno de Enrique Peña Nieto sea el sexenio de la transparencia y rendición de cuentas, a lo que conminó a la población a cambiar el estado actual de las cosas y no caer en la retórica.
México, efectivamente, necesita una política sólida, articulada y coherente contra la discrecionalidad, la opacidad y la corrupción, en la que la ciudadanía sea garante y vigilante. Que en esta tarea no haya dispersión de esfuerzos, inconsistencias, duplicidades o indefinición de responsabilidades. No vale la pena abrir puntos débiles por resolver otros , demandó Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del CCE.
Las propuestas que se han presentado durante las últimas semanas son una buena señal, tanto la iniciativa preferente de reforma a la Ley General de Contabilidad Gubernamental, presentada por el presidente Felipe Calderón, como la reforma constitucional que se promueven en el Senado para el IFAI, a partir del proyecto del presidente electo, al igual que las disposiciones para limitar la discrecionalidad en el endeudamiento en estados y municipios y la posible creación de una comisión ciudadana contra la corrupción, dijo a través de su mensaje semanal la Voz CCE.
Destacó que el sector empresarial lleva varios años promoviendo la figura del zar anticorrupción ciudadano, con la función de que vigilar a las autoridades y el uso que dan a los recursos públicos, que no olvidemos son el resultado del trabajo y los impuestos de todos .
La clave-dijo- es que haya voluntad política y capacidad real de acción, para sancionar a los que se corrompen y reducir la gran impunidad que hay en México, operando con sinergia junto a otros órganos del Estado Mexicano.
Gutiérrez Candiani mencionó que el trasfondo es una opacidad que da lugar a sorpresas como el descubrimiento de endeudamientos irresponsables. Aunque el nivel de deuda promedio de los estados no llega todavía a un punto de alarma por sus montos, inquieta la calidad de la misma y la información insuficiente.
Igualmente preocupante su crecimiento, abundó, de más de 120% desde el 2000; tanto como la magnitud de los compromisos pensionarios y el aumento del financiamiento para el gasto corriente de corto plazo.
La reforma constitucional propuesta para el IFAI resulta muy positiva, pero deben ser analizados a detalle, bajo el mismo criterio de enmarcarlos en una política global por la transparencia, la rendición de cuentas, la honestidad y la legalidad en el ejercicio de la política y la administración pública.
lgonzalez@eleconomista.com.mx