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Que la ONU haga su chamba: Calderón
El presidente de México aseguró en la 66 Asamblea General de la ONU en Nueva York que la delincuencia no es más fuerte que el gobierno.
Nueva York. Ante la máxima tribuna de la ONU, el presidente Felipe Calderón exigió la aplicación de mecanismos de control serios hacia los países productores y vendedores de armas de alto poder, con el fin de que no alimenten los arsenales de la delincuencia organizada.
Durante su participación en la 66 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el Ejecutivo advirtió que el crimen organizado mata más gente que todos los regímenes autoritarios juntos y para ello compra armas de alto poder.
Naciones Unidas tiene chamba, tiene trabajo que hacer aquí. Naciones Unidas debe continuar impulsando el Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas y evitar su desvío hacia actividades prohibidas por el derecho internacional , aseveró.
Minutos después de que el presidente de EU, Barack Obama, terminara su discurso, Calderón explicó que el poder de la delincuencia es más fuerte que algunos gobiernos y la capacidad de los criminales también deriva de las ventas exorbitantes de droga.
Los países consumidores -dijo el Mandatario mexicano- están obligados a reducir las jugosas ganancias económicas que los delincuentes obtienen del mercado negro de las drogas.
Honestamente digo que si no pueden reducir su demanda de drogas o si no quieren reducirla o si se han resignado a que ese consumo siga creciendo, estos países consumidores están moralmente obligados a reducir las enormes ganancias económicas que obtienen los criminales , enfatizó desde EU, el país con mayor tasa de consumo de drogas ilícitas.
Frente a jefes de Estado de países integrados a la ONU, el presidente Calderón se pronunció por reformar a las Naciones Unidas, pues en muchas ocasiones se ha visto paralizada por la tiranía del consenso.
El consenso debe dejar de entenderse como el poder de veto de los empecinados y debe, más bien, comprenderse como la posibilidad de construir soluciones comunes y, verdaderamente, legítimas, que permitan avanzar en el reflejo de las soluciones que buscamos la mayoría , externó.
Aseguró que el deber de los 193 países del organismo es desburocratizarlo y convertirlo en una institución capaz de enfrentar cualquier reto.
Preservar la vigencia de la ONU conlleva, también necesariamente, a una reforma de su Consejo de Seguridad. Sus reglas no han sido revisadas en más de 40 años , aseveró el Mandatario, quien con esa intervención culminó su gira de trabajo por Nueva York.
trosas@eleconomista.com.mx
