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Renuncias pegan lucha local contra la corrupción
Un sistema estatal tiene por objeto establecer principios, bases generales, políticas públicas y procedimientos para la coordinación entre las autoridades de los entes públicos en la prevención, detección y sanción de faltas administrativas y hechos de corrupción.
El problema de fondo con los sistemas estatales anticorrupción (SEA) es el papel que juegan los congresos locales en los nombramientos de los integrantes de los comités de selección, quienes posteriormente serán los encargados de elegir a los principales actores que integran los SEA, señaló la directora de la organización Mexiro AC, Fernanda Galicia.
La directora de esta organización que da seguimiento puntual al desarrollo de los sistemas locales contra la corrupción dijo que en muchos casos, “desde el comité de selección vienen cooptados los actores que van a entrar al sistema, me refiero al comité de selección, al de participación ciudadana, y muchas veces a la misma Secretaría Ejecutiva o técnica de los sistemas”.
Incluso, agregó que tras el seguimiento que realizan han vislumbrado casos donde una cámara empresarial tiene cooptado a un comité de selección casi en su totalidad. “Pero también está la parte de los ejecutivos estatales (gobernadores), donde normalmente pueden poner a personas cercanas a la administración pública”.
Fernanda Galicia consideró que lo anterior genera que no exista una mayor diversidad de actores y contrapesos que produzcan incentivos para desmantelar facetas importantes de la corrupción en los estados del país.
Aunado a los posibles conflictos de interés que enmarcan estas designaciones, los sistemas locales anticorrupción también tienen que lidiar con constantes renuncias a su interior.
Tal es caso reciente de Mauricio Morales Aldape, quien renunció el pasado 27 de enero, al Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción Nuevo León.
Con la renuncia de Morales Aldape, el Comité de Participación Ciudadana de esta entidad quedó conformado con sólo tres de cinco integrantes; mientras que el Comité de Selección del estado también está incompleto, ya que de nueve integrantes, sólo hay cinco incorporados.
Otro de estos casos se presentó en Colima. A poco más de dos meses de rendir protesta, el entonces titular de la Secretaría Ejecutiva, Sergio Iván Ramírez Cacho, renunció debido a las condiciones que privaban dentro del Comité Coordinador y que impedirían el avance de los trabajos.
Mientras que en Veracruz, a sólo cuatro meses de que entró en funciones su Sistema Estatal Anticorrupción, al instalarse el Comité Coordinador, tres ciudadanos ya habían renunciado.
A esas salidas se le sumó la del experredista Martín Quitano, quien fue electo como secretario ejecutivo, y luego de tres meses en el cargo, renunció por “motivos personales”.
Por otro lado, en Yucatán, Rodolfo Martínez Septién renunció a su cargo de integrante del Comité de Selección del Sistema Anticorrupción del Estado, al parecer por no estar de acuerdo con la última designación que se hizo para integrar el Comité Ciudadano de este mismo sistema.
Martínez Septién, junto con otros dos integrantes del Comité de Selección, publicó un escrito en el que manifestó su total desacuerdo con la designación de José Luis Villamil Urzaiz como nuevo integrante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción del Estado, al acusar que en su proceso de designación omitió informar a la Comisión de Selección que uno de los integrantes del comité para el que sería designado es su cuñado.
Sin embargo, la falta de procesos libres de conflictos de interés marcan las designaciones en los sistemas locales, tal es el caso del secretario de Finanzas de Coahuila, Blas Flores Dávila, quien tuvo que presentar su renuncia a su puesto como integrante de la Comisión de Selección del Consejo de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción.
Ello, derivado de la presión de organismos de la sociedad civil que exigían que dejara el puesto en la Comisión de Selección, porque esa responsabilidad es incompatible con el cargo que ahora ocupa como funcionario público.
Mientras que la secretaria técnica del Sistema Estatal Anticorrupción de esa misma entidad, Marcela Castañeda, presentó su renuncia al cargo aduciendo motivos personales.
Y no fueron los únicos casos en la entidad. A dos semanas de creada, la Comisión de Selección, encargada de elegir al Consejo de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, ya había perdido a dos de sus nueve miembros, el último de los cuales era su coordinador.
En tanto, en Tabasco tres integrantes del Sistema Estatal Anticorrupción renunciaron durante el año pasado, entre ellos su secretario ejecutivo, sin dar a conocer las causas.
Asimismo, el año pasado Michoacán también sufrió la renuncia de Ernesto Ramírez Ochoa, quien fungía como secretario técnica del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal Anticorrupción.