Reparto de posiciones pone en jaque a alianzas

Desde hace años, la tendencia dominante en la escena de las contiendas políticas en el país son las alianzas o coaliciones electorales para lograr éxitos en representaciones de elección popular. Sin embargo, las disputas por intereses personales o partidistas han generado que el proceso de conclusión no sea terso e, incluso, a nivel local no lleguen a concretarse, de acuerdo con el análisis de politólogos.

De cara a las elecciones de julio próximo, las principales fuerzas políticas concentraron a nivel federal esfuerzos en tres alianzas partidistas: Por México al Frente, compuesta por los partidos Acción Nacional  (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC); Juntos Haremos Historia, integrada por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Encuentro Social (PES) y Partido del Trabajo (PT), así como la coalición Todos por México, que conforman los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal).

Sin embargo, a nivel local, las alianzas no han logrado el total de las candidaturas comunes. Por ejemplo, las diferencias por el reparto en las candidaturas y falta de acuerdo entre el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano provocaron que esta coalición no se concretara en Jalisco, Morelos así como en Yucatán.

En Chiapas los acuerdos estuvieron en vilo hasta instantes previos al cierre del registro, cuando los líderes estatales de cada partido se presentaron en el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) para formalizar la unión.

Caso similar lo vive la alianza entre el PRI, PVEM y Nueva Alianza, quienes han logrado aliarse en Veracruz, Morelos y  Chiapas, sin embargo, en la víspera el dirigente local del Verde Ecologista, Eduardo Ramírez Aguilar, renunció al partido y a su cargo de diputado del Congreso estatal. Al mismo tiempo, 14 diputados más hicieron lo propio; ello ante lo que calificaron como un imposición de candidato en la coalición con el partido tricolor. Finalmente, los líderes estatales del partido tricolor, el Verde Ecologista y los aliancistas llegaron también al filo de la medianoche del 23 de enero para formalizar que decidieron ir coaligados.

En tanto, en el Estado de México, el dirigente nacional de Nueva Alianza, Luis Castro Obregón, dijo en fechas recientes que el partido buscará contender por las alcaldías a renovarse sin el acompañamiento del PRI. Así, las fórmulas que se presentan ante el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) son Por el Estado de México al Frente y Juntos Haremos Historia.

Cabe mencionar que durante la jornada electoral prevista para el 1 de julio del 2018, 30 entidades tendrán elecciones locales; 27 renovarán congresos locales y 25 sus respectivos ayuntamientos, además de ocho gobernadores, un jefe de Gobierno y funcionarios federales.

especialistas

Para el profesor e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Nicolás Loza, las alianzas partidistas son típicas en la historia del país. Consideró que son efectivas y son la tendencia dominante de la política mexicana: “Son muy frecuentes, son pragmáticas y generan beneficios a los partidos, mayores que sus costos”.

A nivel local, explicó Loza, quien es autor del libro colectivo Poderes y democracias. La política subnacional en México, las confrontaciones se deben a las posiciones que están en juego.

“Por muy bien negociada que esté una alianza, por muy clara que sea la manera que se va a distribuir las posiciones, siempre va a haber un político que quiere un cargo de elección popular”.

Nicolás Loza agregó que uno de los costos de las alianzas es el número de cargos políticos que quedan disponibles para cada partido, por lo que advirtió: “Vamos a seguir viendo muchos pleitos por posiciones que pueden ya estar repartidas, pero de todas formas el pleito se va a dar porque los actores buscan ganancias secundarias”.

Consultado por separado, el politólogo y académico de la UNAM Ulises Corona detalló que, lejos de ser alianzas político-electorales o coaliciones ideológico-políticas, este tipo de agrupaciones derivan en acuerdos de intereses particulares y partidistas.

Las complicaciones que han experimentado las coaliciones no tienen que ver con las diferencias  entre partidos, pues —explica— la teoría del consenso gira en torno a la búsqueda de similitudes mínimas para dejar de lado grandes diferencias.

Pero en el caso de México “se privilegia al actor político, es decir, es la figura de una sola persona la que se antepone, a que pueda existir una coalición. Se trastoca el ideal de la política que significa la suma de voluntades, la búsqueda del acuerdo final por el bien de las mayorías y es el gatopardismo, el arribismo y compra de personalidades las que salen ganando”.

el dato

La Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó una cascada de licencias para senadores y diputados federales que dejaron el cargo, debido a que aspiran a ser candidatos a cargos de elección popular.

Por ejemplo, pidió licencia el senador priista Roberto Albores Gleason, quien se perfila para la gubernatura de Chiapas, lo mismo que la diputada de MC, María Elena Orantes, quien aspira también al gobierno de ese estado.

Se sabe que próximamente habrá más solicitudes de legisladores, que aspiran a cargos de elección popular. (Con información de J. Monroy)