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Rescate de 10 mineros en Coahuila se dificulta ante nuevo aumento del nivel del agua
Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil, detalló que se planea aislar las minas "Pinabete" y "Conchas Norte" entre sí, mientras se sigue bombeando el agua.
Los esfuerzos de las autoridades mexicanas por salvar a 10 mineros, que quedaron atrapados en una mina de carbón inundada hace 13 días, sufrieron un nuevo revés este lunes ya que aumentó el nivel de las aguas subterráneas.
Los mineros quedaron atrapados bajo tierra en la mina "Pinabete" en Sabinas, Coahuila, el 3 de agosto, cuando sus trabajos de excavación provocaron el derrumbe de la pared de un túnel, lo que provocó la inundación.
Las autoridades detallaron que la crecida del nivel de agua procedía de la cercana mina "Conchas Norte", que cerró debido a una inundación en 1996 y desde entonces ha acumulado casi 2 millones de metros cúbicos de agua, dijo Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil en México.
Los ingenieros planean ahora aislar las minas "Pinabete" y "Conchas Norte" entre sí, mientras sigue bombeando el agua de la primera, dijo Velázquez.
La semana pasada, las autoridades mexicanas consiguieron reducir la cantidad de agua en "Pinabete", en el municipio de Sabinas, que inicialmente había alcanzado los 30 metros. Sin embargo, el lunes los niveles de agua volvieron a alcanzar la altura que tenían en el momento del derrumbe, llegando en uno de los pozos a más de 41 metros.
El domingo, un equipo de rescate se disponía a descender a uno de los pozos de la mina cuando el agua volvió a subir, señaló Velázquez.
"Este ingreso súbito hizo detener todo el plan de ingreso", dijo Velázquez en la conferencia de prensa matutina de presidente Andrés Manuel López Obrador. Una cámara de vídeo que fue introducida en el pozo reveló restos de tuberías y cables flotando en "agua sumamente turbia", añadió.
Un intento de entrar en la mina la semana pasada, cuando el nivel del agua era más bajo, también se vio frustrado por los escombros y la oscuridad.
"He dado instrucciones para que se refuerce todo el plan (...). No vamos a dejar de trabajar para rescatar a los mineros", dijo el presidente López Obrador.
Desde el domingo, el nivel de agua en el pozo que ofrecía mayores esperanzas para el ingreso de los rescatistas subió de 1.30 metros a 38.49 metros, informó Laura Velázquez.
La titular de Protección Civil detalló que como parte de la estrategia se planea "perforar 20 barrenos de seis pulgadas, a una profundidad de 60 metros, en las galerías de Conchas Norte", así como inyectar cemento a través de esos orificios "para su sellado".
Velázquez no detalló cuánto tiempo durará el sellado, propuesto por un equipo técnico asesor.
En tanto, el mandatario federal no descartó buscar apoyo en el extranjero. "Si se considera que es necesario, se ve y se traen rescatistas de cualquier lugar del mundo", sostuvo.
Desde el día del accidente, no se tienen señales de vida de los trabajadores.
Filtración y lluvia
Según Velázquez, en las galerías de la mina Conchas Norte -abandonada desde hace 30 años- hay "casi dos millones de metros cúbicos (2,000 millones de litros)".
Desde esta mina se filtran 2,000 litros por segundo a "El Pinabete", mientras que las bombas de los equipos de rescate solo están sacando 371 litros por segundo, indicó.
El agua también caía incesante desde la madrugada del lunes sobre el municipio de Sabinas, donde se ubica Agujita.
La buena noticia para los habitantes de una región castigada este año por una severa sequía golpeaba, sin embargo, el ánimo y las esperanzas de los pocos familiares que encontraron un techo para guarecerse en el perímetro de la zona de rescate.
Guadalupe Cabriales, hermana de Margarito, uno de los mineros atrapados, observaba con mirada triste los charcos que se forman alrededor del precario campamento, que quedó casi desierto este lunes debido al persistente aguacero.
"Con esta agua... ojalá no se ponga peor allá", dice, moviendo la cabeza en dirección al área de rescate.
Las autoridades trabajan con la hipótesis de que "El Pinabete" se inundó cuando los obreros abrieron un boquete en una pared contigua a Conchas Norte, provocando que el agua entrara en el lugar donde maniobraban.
El aumento de la inundación echó por tierra las esperanzas de los familiares de los mineros, que aseguran sentirse "desesperados" ante el lento progreso del rescate y expresaron su desconfianza en el liderazgo del operativo.
"Quisiéramos que pusieran más bombas, que pongan más y más para que pudiera salir [su hermano]", añade Cabriales, abatida tras el revés del operativo.
El progreso del nuevo plan se aletargaba con las lluvias que reblandecían la tierra y producían fango, entorpeciendo el movimiento de los camiones y la maquinaria pesada, atestiguó la AFP.
(Con información de Reuters y AFP.)