Segundo debate presidencial: Cómo está México en crecimiento económico, empleo e inflación

En el 2023 México navegó bien en la incertidumbre de la economía mundial, logró un crecimiento de 3.2%, sí bien es el más bajo de los tres últimos años, destacó como la de mayor crecimiento entre las principales economías de la región Latinoamericana, Brasil, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) registró un avance de 3.0%, Chile un magro 0.1% y Argentina un retroceso de 2.5 por ciento.

Para 2024, la relativa resiliencia en el consumo privado y el menor dinamismo en la inversión, derivado de la terminación de las obras emblemáticas de la administración que está por concluir, se estima que la economía mexicana crecerá, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) 2.5%, estimación que coincide con la de BBVA México, en tanto que el pronóstico de CEPAL apunta hacia un 1.8 por ciento.

Al cierre de 2023, la tasa de desocupación en el país fue de 2.6%, el menor porcentaje desde que el INEGI tienen registros comparables y también la tasa más baja entre los principales socios comerciales de América del Norte. Para marzo de 2024 se logró extender la tendencia de baja, con lo que se tocó el mínimo histórico para cualquier mes en 2.3%. Desde la óptica del empleo formal, la cifra de trabajadores asegurados en el IMSS, arrojan otra cifra histórica, al reportar 22.0 millones de trabajadores.

Es también evidente la desaceleración en el empleo formal en los tres primeros meses de 2024, pues de un crecimiento anual de 3.0% en diciembre de 2023 y enero de 2024, se pasó a 2.9% en febrero y 2.3% en marzo. Esta desaceleración en el empleo formal probablemente tenga que ver con los ajustes en las platillas, derivados del avance y cierre de las obras de infraestructura del Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), Tren Maya y la Refinería Dos Bocas “Olmeca” que, de acuerdo BBVA México, implicó la generación de más de 304 mil empleos.

La fuerte apreciación del peso en los dos últimos años ha contribuido a contener la inflación. La estructura de costos de las empresas ha disminuido en forma importante, esto en más evidente cuando observa que casi el 80% de las importaciones totales son bienes intermedios, es decir, insumos para los procesos productivos, terminan como mercancías de consumo final. 

De acuerdo con la OCDE, la política monetaria en México reaccionó con decisión ante la elevada inflación, señala que el nivel general de precios se ha suavizado y la inflación subyacente, aunque más persistente, está también disminuyendo gradualmente, aunque junto con la inflación de los servicios sigue siendo elevada.