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Violaciones a derechos humanos, constante en centros migratorios
Especialistas consultados por El Economista coincidieron en que las estaciones migratorias cuentan con deficiencias y problemas como sobrepoblación que no permiten que el país dé alojamiento digno a un extranjero.
Especialistas consultados por El Economista coincidieron en que las estaciones migratorias cuentan con deficiencias y problemas como sobrepoblación que no permiten que el país dé alojamiento digno a un extranjero.
Claudia Espinosa, expresidenta y fundadora de la Fundación No Soy Delincuente, Soy Migrante A.C., comentó que en los centros migratorios del país existen celdas, con capacidad para dos o tres personas, donde hay alojadas hasta 20 personas migrantes.
La también abogada litigante en temas migratorios comentó que “nosotros, como abogados, hemos entrado a algunas visitas con extranjeros y nos hemos dado cuenta de las condiciones en las que están. En muchos de los casos ni siquiera hay sanitarios apropiados como para que los extranjeros puedan hacer sus necesidades”.
Además, señaló que el trato que se les da a las personas, al interior de un Centro Migratorio del Instituto Nacional de Migración, es como si fueran delincuentes. “Cuando, bueno, ser migrante, no es delito alguno, al menos en México”, dijo.
Por su parte, María Fernanda Rivero Benfield, coordinadora de comunicación en la organización civil Sin Fronteras, comentó que ellos realizan monitoreos a las estaciones migratorias y estaciones provisionales, a las que calificó como cárceles en las que se violan los derechos de las y los migrantes. Incluso mencionó que el lugar donde sucedió la tragedia era “básicamente una bodega” y no tenía suficientes ventanas.
Expresó que la mayoría de las estaciones migratorias y estaciones provisionales, sobre todo las del norte del país, están en total hacinamiento.
Por su parte, Marisol Méndez, coordinadora de Incidencia de la Fundación Justicia y el Estado Democrático de Derecho, comentó que diversas asociaciones reportan que a las personas recluidas en espacios del INM no se les da los accesos a cuestiones básicas como agua, por lo que se han detonado manifestaciones de inconformidad.
Dio a conocer que “sí tenemos conocimiento que sufren (los migrantes) condiciones de hacinamiento, de falta de atención, de falta de acceso a salud y eso se da en varias otras estaciones migratorias”.
“Llamarlo un motín criminaliza”
Rivero Benfield consideró que el hecho de que el presidente Andrés Manuel López Obrador llamara, durante la conferencia de prensa matutina, el incidente como un motín provoca que la población mexicana criminalice el hecho.
“Y no, realmente esto (la protesta migrante) estaba sucediendo porque era una exigencia de no tener agua. Imagínense Ciudad Juárez, como está ahora el clima. No tener agua y alimento, pues no sé si eso sea un motín… Es una exigencia mínima de derechos humanos”, aclaró.