Buscar
Política

Lectura 8:00 min

Cohesión del Grupo Monterrey le genera dividendos: Abraham Nuncio

En un Estado capitalista no hay política sin la consideración de la economía y en esta área los empresarios regiomontanos son un actor dominante, expone

Foto: Especial

Foto: Especial

diego.badillo@eleconomista.mx

La historia de la relación del Grupo Monterrey con el gobierno mexicano ha sido una serie de encuentros y desencuentros, en los que la cohesión familiar de ese grupo de empresarios le ha servido para ganar muchas partidas, plantea Abraham Nuncio, autor del libro “El Grupo Monterrey. Crónica de una dinastía empresarial”, editado por Debolsillo.

Entrevistado con motivo de la puesta en circulación de ese libro, el cual es una segunda versión de una impresa en 1982, subraya que en un Estado capitalista no hay política sin la consideración de la economía y en esta área los empresarios regiomontanos son un actor dominante.

¿Que también ha sido contada la historia del llamado Grupo Monterrey?

En la Universidad Autónoma de Nuevo León, hay un programa que coordina el doctor Mario Ítalo Cerutti Pignat, que tiene que ver con el despliegue empresarial acá en el norte.

Ha habido varios trabajos interesantes en torno a este grupo industrial que se crea hace más de 135 años, a partir de la fundación de la Cervecería Cuauhtémoc, que es la empresa madre, por decirlo así, de esta familia de industriales.

Se han generado muchos trabajos interesantes que se han hecho en México y en Estados Unidos acerca de lo que ha sido su trayectoria, su desarrollo y sus conflictos con los gobiernos.

¿Por qué es importante hablar hoy del Grupo Monterrey y conocer su historia?

No solo del Grupo Monterrey. Debiera hacerse un estudio sistemático de todos los grupos industriales a lo largo y ancho del país, para tener una idea de cuáles son sus características, sus alcances, sus incidencias en la política nacional.

Yo parto de una concepción: No hay política en un Estado capitalista sin la consideración de su complemento inevitable, que es la economía.

¿Cuál es el objetivo de este libro? Entiendo que es una versión actualizada de un libro que apareció en 1982.

Dar cuenta de lo que ha sido el Estado mexicano y la participación en él de un grupo empresarial como ese del Grupo Monterrey, que es el más antiguo desde el punto de vista industrial, el que se ha mantenido con una mayor definición en cuanto a sus características.

No ha cambiado en lo fundamental. Yo siempre he dicho que fue el primer grupo neoliberal que apareció en el país, por esos lazos familiares que sostienen su estructura y que la han mantenido desde 1990.

¿Cómo ha evolucionado la relación entre este grupo con el gobierno?

Ha tenido sus cambios. Inicia en el porfiriato donde encuentra una respuesta muy positiva que la hace posible un gobernante como lo fue el general Bernardo Reyes, que dura prácticamente en el gobierno de Nuevo León, tantos años como Porfirio Díaz en la presidencia.

Para sus protagonistas, no ha habido quizá mejor presidente ni mejor gobernador de Nuevo León, que Porfirio Díaz y Bernardo Reyes, respectivamente.

Obtuvieron muchos apoyos, muchos beneficios, de todo tipo. Eso se rompe con el movimiento revolucionario e incluso antes, porque cuando Francisco I. Madero lanza su candidatura, obviamente para Díaz es absolutamente perniciosa y Madero es apresado justamente en Monterrey, con la colaboración de los industriales.

A partir de ese momento, queda un antecedente que los revolucionarios van a tomar en cuenta una vez que lleguen al poder.

Cuando Bernardo Reyes sale del país enviado por Díaz a Francia y posteriormente, cuando se establece en Estados Unidos, empieza a conspirar y ya cuando Madero gana las elecciones se levanta con el Plan de la Soledad.

Y allí uno puede ver con toda claridad que su finalidad es apoyar justamente a los empresarios. Yo supongo que sobre todo iba dirigido ese plan a quienes lo apoyaron desde siempre.

Claro que eso aborta, finalmente él es encarcelado y se produce más tarde el golpe del ejército huertista que pone a Victoriano Huerta en la presidencia. Entonces el ejército constitucionalista le confisca la cervecería, que es una operación que no puede durar demasiado tiempo. ¿Qué hace un gobierno con una empresa de ese tamaño?, pues no, se la tuvo que regresar, naturalmente, pero ya el antecedente ahí quedó.

Luego, todo lo que se deriva en términos, de sindicalismo, de modelo sindical, pues ellos lo combaten, desde 1917 y ese combate se va a traducir en diversos conflictos muy violentos, sobre todo en los años 30, cuando surge la CTM y entonces eso es un riesgo que los industriales perciben en contra de sus intereses y realmente llevan a cabo aquí un movimiento que hace retroceder la política sindical de Lázaro Cárdenas.

Le ganan a Cárdenas la partida. Inmediatamente después se suscitan las elecciones de 1940 y entonces ya está otro partido que es el PAN y el PRUM, de Almazán y por el estilo se siguen diversos conflictos, aunque en la etapa de sustitución de importaciones amainan a partir del pacto obrero-industrial de 1945-1946.

¿Qué es lo relevante de la relación entre el Grupo Monterrey y el gobierno, durante la etapa de alternancia en la presidencia de 2000 a 2018?

A partir del gobierno del presidente José López Portillo, los beneficiarios del boom petrolero fueron ellos. Si no hubiera habido la estatización de la banca pues la verdad es que López Portillo habría sido su gran paladín.

Con De la Madrid se inicia una suerte de reconciliación.

Ten en cuenta que siempre ha habido en la política mexicana un momento en el pasado de confrontación por las características del gobierno, sobre todo, digamos, Cárdenas.

Luego viene un gobierno de reconciliación con Ávila Camacho. Luego vendrá un gobierno que se define de izquierda de Adolfo López Mateos, pero luego sigue un gobierno de derecha como es el de Gustavo Díaz Ordaz, finalmente un gobierno que al fin y al cabo resulta conflictuado con el grupo, como es el de López Portillo, y viene luego la gran reconciliación que se inicia con De La Madrid, pero que cuaja espectacularmente con Salinas.

A partir de la Madrid-Salinas y hasta 2018, la relación fue francamente de miel sobre hojuelas.

Ellos se mantienen en esa cohesión familiar empresarial de siempre. Por eso es que son capaces de irle ganando las partidas en muchos aspectos importantes, cruciales, estratégicos al gobierno de México.

Pero luego, el gobierno de México en realidad embona a partir del neoliberalismo, con ellos, pues embona perfectamente con sus intereses.

¿Cómo fue la relación con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador?

Con López Obrador fue una suerte de distancia, por lo menos desde el punto de vista del discurso.

¿Qué se puede esperar de la relación de ese grupo con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum?

Yo creo que de estabilización, pues tienen ya una presencia importante en ese comité asesor empresarial que creó la doctora.

Claro que habría que ver frente a los amagos del gobierno de Estados Unidos, encabezado por Trump, cuál va a ser su comportamiento.

Su comportamiento siempre ha sido, digamos, seguir mejor las directrices de Washington que las directrices de los propios gobiernos nacionales.

Dado el fenómeno de relocalización de empresas que tienen que ver con las cadenas de suministro de Estados Unidos, esto del llamado Nearshoring, ¿qué tanto el poder económico que tienen estas empresas de este grupo Monterrey pueden servir de algo para que México aproveche o se sitúe en una mejor posición para sacarle un mejor provecho a este fenómeno?

Ellos siempre estarán aquí en Nuevo León, una referencia inevitable en cualquier dirección que pueda tomarse en nearshoring porque mira, ya en el pasado, por ejemplo, toma la iniciativa de ley de reforma eléctrica. ¿Cuál fue, digamos, la respuesta del Grupo Monterrey y la que asumieron en términos generales los grandes empresarios de México? Pues de oposición a la reforma.

¿Por qué?, pues porque se trata de intereses privados que son los que primero defienden, pues eso es evidente. Entonces, ¿por qué no tenemos una reforma fiscal de fondo, donde los que más tienen sean los que más contribuyan?, precisamente porque el poder económico se impone sobre el poder político.

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete