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Política

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Tenemos la posibilidad de reconstruir el Poder Judicial desde sus cimientos: Fabiana Estrada

Para que la justicia deje de ser un privilegio en México, era necesaria una reforma radical, señala la aspirante a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Foto: @FabianaEstradaT

Foto: @FabianaEstradaT

El sistema de justicia mexicano debe cambiar y la reforma en marcha nos brinda la oportunidad única de reconstruirlo desde sus cimientos, afirma, enfática, Fabiana Estrada Tena, aspirante a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Con una trayectoria de 26 años en el poder Judicial federal, la también catedrática universitaria tiene claro lo que debe pasar para tener un buen sistema de impartición de justicia en el país: La justicia debe dejar de ser un espacio exclusivo al que solo acceden ciertas personas; la justicia debe ser para todos y todas, sin distinción.

Para ello, indica, se requieren personas comprometidas con una visión de justicia social, de igualdad y no discriminación.

¿Por qué quiere ser ministra?

—Más que por qué, la pregunta es para qué. Quiero ser ministra para encabezar la transformación de la justicia en nuestro país —Revira.

Dice que toda su vida profesional se ha preparado para eso. “Trabajé casi dos décadas en la Suprema Corte, conozco lo que se hace ahí y también sé lo que se hizo mal. Tengo la vocación, los conocimientos, el entendimiento político y la sensibilidad social que requiere hoy en día”.

La licenciada en derecho por la UNAM y maestra en derecho por la Universidad de Virginia, Estados Unidos, hizo una carrera en el poder Judicial desde abajo, hasta niveles de alta responsabilidad: oficial judicial, actuaria, secretaria de tribunal y de juzgado, secretaria de Estudio y Cuenta especializada en controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad en la SCJN, por 15 años. Fue Magistrada federal en el 24 tribunal colegiado en materia administrativa del primer circuito.

Además, coordinó el equipo de secretarios de Estudio y Cuenta de la presidencia y tuvo a su cargo la supervisión de la Dirección General de Derechos Humanos, la Unidad General de Igualdad de Género, la Dirección General de Relaciones Institucionales y el Centro de Estudios Constitucionales.

En su opinión, el cambio que experimenta hoy el poder Judicial era impostergable. “Para que la justicia deje de ser un privilegio, era necesaria una reforma radical”.

Sin embargo, subraya que “esto será una construcción progresiva”, porque la elección no va a resolver por sí sola todos los problemas de la justicia en el país, pero sí nos pondrá a dialogar sobre la justicia que queremos.

La abogada, quien encabezó el equipo redactor del proyecto de reforma judicial que derivó en las reformas constitucionales y legales de 2021 al poder Judicial de la federación, considera que la elección de personas juzgadoras abre la puerta a un nuevo sistema de transparencia y rendición de cuentas.

Su argumento es que los jueces y juezas que resulten electos estarán bajo el escrutinio social. Además, habrá un Tribunal de Disciplina Judicial, que será un órgano técnico, independiente, con legitimación propia, que también deberá realizar un buen papel para ganarse la confianza de la ciudadanía.

Por otra parte, la también profesora en la Universidad Panamericana, el CIDE y en la Escuela Federal de Formación Judicial, comparte su diagnóstico de este poder de la nación: “Tenemos un poder Judicial totalmente deslegitimado ante la sociedad. La percepción de corrupción, el nepotismo, la opacidad son innegables. Pero, además, ha actuado en total desconexión con los cambios políticos y sociales de nuestro país en los últimos años”.

Desde su perspectiva, eso no puede ser así, pues la justicia es para las personas y, si no se toman en cuenta la realidad en el contexto de la cual surgen los conflictos, entonces la justicia no va a ser efectiva.

Por ello considera que, a partir de la elección, debe comenzar un cambio progresivo. “Debe erradicarse la corrupción, debe haber mayor transparencia y rendición de cuentas, un ejercicio permanente de escucha a la ciudadanía, porque de lo que se trata es de que haya un nuevo pacto entre la sociedad y sus personas juzgadoras”,

Para la especialista, es indispensable tener un acercamiento con la ciudadanía porque la justicia es un concepto que responde a los valores y aspiraciones de una comunidad en un determinado tiempo y lugar. “La justicia es mucho más que aplicación ciega de la ley, la justicia lo es cuando logra reparar y pacificar a la sociedad”.

Entonces se le pregunta si una cercanía con la ciudadanía no pone en riesgo la independencia de los juzgadores, a lo que contesta que la independencia implica resolver al margen de las presiones del poder público, económico y mediático.

“La única garantía de la independencia es el carácter de la persona juzgadora”, remarca.

“Que el poder Judicial deba ser independiente, no significa que deba ser indiferente. Sin cercanía con la ciudadanía, no sería posible juzgar con perspectiva, es decir, tomando en cuenta el contexto, los valores, aspiraciones, necesidades y anhelos de la comunidad. Los jueces y juezas no tendrían por qué ser ajenos a esos valores. La justicia es para las personas, para resolver sus problemas y satisfacer sus necesidades. Una justicia que no las tome en cuenta, no es digna de ese nombre”, expone

En ese sentido, apunta que, en los órganos colegiados, en los que las decisiones deben ser tomadas por personas que comparten responsabilidad, es fundamental la solidaridad, el respeto, la honestidad intelectual, la apertura para escuchar los argumentos contrarios y la humildad para cambiar de opinión.

Luego, recuerda que la SCJN tiene encomendada una misión constitucional: la de impartir justicia en última instancia, al más alto nivel y enfatiza que esa es una tarea en la que no hay cabida para egos, porque están de por medio cosas más importantes, como el patrimonio, la libertad o la dignidad de las personas.

“La misión de la nueva Corte es actuar, dar cohesión a la institución, reconstruir una narrativa de justicia y esto requiere un liderazgo que solo podrá fundarse en la calidad moral y la integridad de los ministros y ministras”, acentúa.

Perfil

Fabiana Estrada Tena

  • Licenciada en derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM
  • Maestra en Derecho por la Universidad de Virginia, Estados Unidos
  • Tiene 26 años de experiencia en el poder Judicial federal, donde se desempeñó como:
  • Coordinadora General de asesores de la Presidencia de la SCJN.
  • Encabezó el equipo redactor de la reforma judicial de 2021.
  • Participó en el diseño e implementación de la política de inclusión laboral en el alto tribunal en la que por primera vez se realizó una consulta previa con el personal con discapacidad de la SCJN.
  • Es profesora en la Universidad Panamericana, el CIDE y en la Escuela Federal de Formación Jurídica.

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Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

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