“Accionistas” de Banco Bicentenario, más de un año sin sus ahorros

Ha pasado poco más de un año de que al Banco Bicentenario se le revocó la licencia para operar como tal y de que inició su proceso de liquidación. Aunque el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) ya pagó su dinero a quienes no tenían ninguna relación con la extinta institución financiera (depósitos garantizados), cientos de llamados accionistas no han visto un solo peso de su dinero, y durante todo este tiempo han buscado por todos los medios, sin éxito, recuperar sus recursos.

Algunos afectados por esta situación, que pidieron permanecer en el anonimato, explican que aunque son considerados accionistas por haber pasado en automático de socios a esta nueva figura en el proceso de transición de Unión de Crédito Nuevo Laredo a Banco Bicentenario, nunca tuvieron injerencia en la operación o administración del extinto banco, por lo que aclaran que sólo eran inversionistas y por lo tanto tienen derecho, al menos de momento, al seguro de depósitos que administra el IPAB.

Se estima que son alrededor de 600 accionistas afectados supuestamente por un monto de alrededor de 400 millones de pesos.

Yo soy un ahorrador mexicano que creyó en el país e invertí en mi país. Soy un afectado por las medidas drásticas del gobierno sin haberse hecho una investigación a fondo de lo que realmente pasó , expone uno de los afectados.

Otro expresa: A mí me invitaron (a invertir en el banco), vi que era un buen negocio; sabía que no iba a ganar ahorita, pero mañana sí. Ese mañana nunca llegó .

Entre los ahorradores afectados del Banco Bicentenario (cerrado en julio del 2014 por problemas de capitalización, según la autoridad) están principalmente agentes aduanales (porque era el nicho que atendía la unión de crédito), pero también otras empresas de diversos tamaños, profesionistas, jubilados y otros. Algunos, según los testimonios recabados, tenían ahí los ahorros de su vida.

Los inversionistas temen que cuando concluya el proceso de liquidación (el cual sigue en proceso) no les toque lo que les corresponde o incluso nada, pues expresan que el IPAB vendió la cartera de crédito a un precio mucho más bajo de lo que valía (siete centavos por cada peso, argumentan ellos), y una situación similar esperan para la venta del resto de los activos que hoy sigue en proceso.

Incluso hay una carta firmada por decenas de inversionistas afectados, que el pasado 13 de agosto entregaron a la Presidencia de la República, en la que piden ya la intervención directa del titular del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto.

Ahí, demandan que se les pague el equivalente a la cantidad protegida por el seguro bancario, pues consideran que fueron discriminados de ese beneficio legal, pero también demandan que después se les reintegre lo que les corresponda del proceso de liquidación.

Somos un grupo de inversionistas y ciudadanos que siempre hemos confiado en el gobierno, ¡pero tampoco agacharemos la cabeza si somos discriminados! Al igual que a todos, el gobierno nos debió proteger, o ¿acaso necesitamos emprender acciones como cerrar puentes o destruir oficinas y cerrar calles para que nos pongan atención? , refieren en la misiva.

El IPAB ha precisado por su parte que, de acuerdo con la ley en la materia, el seguro de depósitos no garantiza, entre otros, depósitos a favor de accionistas, miembros del consejo de administración y de funcionarios de los dos primeros niveles jerárquicos de Banco Bicentenario, así como apoderados generales con facultades administrativas y gerentes generales con independencia del saldo que mantengan depositado.

No obstante, estas personas conservan su derecho ante la institución en liquidación. En este sentido, una vez que se concluya con la monetización de la totalidad de los activos del banco, se estará en posibilidades de determinar si hubiera algún remanente para los accionistas , aclara el instituto.

Los afectados responden al respecto que aún cuando eran considerados accionistas , no tomaban decisiones en el manejo del banco, por lo que consideran que no es justo que se les dé un trato igual que al de directores, administradores o consejeros.