Banca de desarrollo, con rumbo perdido: Finox

A decir del director de la todavía sociedad financiera de objeto limitado (sofol) Financiera de Occidente (Finox), Roberto Ureña Rangel, la banca de desarrollo en México sigue con el rumbo perdido, toda vez que toma una actitud más de regulador que de fondeador -que es su verdadero papel- hacia los intermediarios no bancarios.

FIRA (que no es banca de desarrollo) y los otros seis (que sí son) cada vez están más complicados en sus operaciones de fondeo, porque a raíz de la desregulación (de las sofoles en el 2006), en vez de hacer su tarea de fondeadores, se han dedicado más a hacer la tarea de reguladores, que es una tarea que desconocen y que cada uno quiere llevar a su manera, inclusive hasta por encima de las propias condiciones que tiene establecidas la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) , dice Ureña Rangel en entrevista.

Las sofoles y sofomes, al tener impedida la captación de recursos del público, sólo pueden fondearse a través de recursos propios; de los intereses por los créditos que otorgan; con préstamos de otros bancos tanto nacionales como extranjeros; de la emisión en el mercado bursátil, y por la banca de desarrollo.

Sin embargo, el Director General de Finox enfatiza que ésta última no da o da poco fondeo a las sofoles; por lo tanto, en lugar de ayudar, complica la operación porque han venido tratando de regular temas cuando no son reguladores .

Como ejemplo, menciona que esta sofol, especializada en otorgamiento de crédito al sector agroindustrial y que está en vías de conversión a banco, además de cumplir con las reglas de la CNBV, también debe hacerlo con las que impone FIRA que en algunos casos, dice, exceden a las del órgano regulador.

Sí es necesario tener una regulación, pero debe caer en los órganos reguladores que tiene establecidos la autoridad , menciona Ureña.

En este sentido, Roberto Ureña considera que debe aprovecharse la discusión de la reforma financiera para atender esta solicitud tan general de las sofoles y sofomes relevantes, pues este tipo de entidades, al menos las que están agremiadas a la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas, tiene toda la infraestructura para poder ser utilizadas en el momento en que la banca de desarrollo se decida a ser fondeadora.

eduardo.juarez@eleconomista.mx