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Debe mejorar competencia en seguro agropecuario: Cofece
Proponen crear un buró de información donde todos los participantes compartan datos.
En la medida en que las aseguradoras cuenten con mayor información sobre los riesgos que enfrenta el sector agropecuario del país, como sequías, inundaciones o heladas, podrían mejorar el diseño de sus productos, costos y primas, indica en un reporte la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
El costo neto promedio de adquisición de los seguros agropecuarios fue de 28,300 pesos en el 2013, lo que significó 11 veces más que el seguro de incendio y 12 veces más que el seguro de terremoto , expone el Reporte sobre las condiciones de competencia del sector agroalimentario .
Destaca que la falta de información disponible para las aseguradoras sobre el verdadero nivel de riesgo que enfrentan los productores conduce a que las primas sean altas y tengan que ser subsidiadas, y que el nivel de aseguramiento sea menor al que se requiere.
Lo anterior podría ser resuelto mediante la creación de un buró de información, donde los participantes en el mercado, principalmente Agroasemex, compartan información sobre siniestralidad, bien asegurado, variables meteorológicas, ubicación georreferenciada de los beneficiarios y otra información relevante para los oferentes de seguros , expuso.
Actualmente, existen tres organismos que ofrecen el seguro agropecuario a los productores. En primera instancia se encuentra Agroasemex, que cumple la función de reaseguro, tanto para las compañías privadas como para los fondos de aseguramiento constituidos por los agricultores. Este organismo ofrece, además, coberturas directas a los municipios.
También están las aseguradoras privadas, que ofrecen el seguro comercial a los productores de mayor escala; mientras que los fondos de aseguramiento, que son asociaciones no lucrativas de agricultores o ganaderos ofrecen seguros a sus socios con sentido mutualista.
De acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria, sólo 3.6% de las unidades de producción reportó contar con un seguro. De este total, los fondos de aseguramiento concentraron 60% de la superficie agrícola asegurada en el 2014 y 40% restante quedó en tres de las 14 aseguradoras privadas autorizadas por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
Seguros benefician a pocos
Rodolfo de la Torre, director de desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), comentó que si bien existen diferentes tipos de coberturas para el aseguramiento de la producción agropecuaria, así como subsidios por parte del gobierno federal, éstos sólo benefician a un pequeño grupo de productores.
Los seguros agropecuarios son fundamentales ante los desastres naturales, las fluctuaciones económicas y los ingresos de los productores; lo malo es que la práctica del aseguramiento está muy concentrada sobre todo en los agricultores modernos que tienen acceso a crédito y en general están bien protegidos , dijo.
Destaca que aproximadamente 60% de la población en zonas frutales se encuentra en situación de pobreza, lo cual significa que el aseguramiento está fuera de su alcance. Además, indica que por muchos años las condiciones económicas de esta población no han cambiado como para que puedan invertir adecuadamente en los seguros agropecuarios.
Para superar su condición de pobreza y que tengan una movilidad social, todos aquellos que están en esta situación requieren no sólo que haya aseguramiento accesible sino también crédito a un buen plazo, pues mientras exista esta pobreza rural, va a ser complicado que puedan moverse a una situación diferente , expresó.
Problema internacional
Recaredo Arias, director general de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), explica que el aseguramiento agropecuario no es sólo un problema de México sino a nivel internacional.
Reconoce que en el país, a pesar de que existen diferentes formas de aseguramiento agropecuario, aun se debe trabajar más en el desarrollo de productos adecuados para los productores más vulnerables; así como tener un mayor contacto con el consumidor para ver cuáles son los riesgos para ofrecerles un producto que sea pertinente.
Es un gran reto internacional porque es un seguro muy costoso de operar. Los sectores agropecuarios se encuentran en lugares muy remotos, entonces, hay que hacer inspecciones que son caras, tener un buen control de seguridad para que no exista corrupción .
Destaca que la tecnología está dando buenas soluciones; por ejemplo, los drones se están utilizando para inspeccionar los plantíos antes de asegurarlos. En caso de que haya una perdida por desastre natural se hace el ajuste, el cual se podrá hacer con el uso de los drones con cámaras.
De la Torre añade que México tiene mucho que aprender de países desarrollados como Francia y España para expandir más sus servicios en los seguros de la agricultura y la ganadería. En el caso de nuestro país, se requiere focalizar las políticas de apoyo sobre todo para el manejo de las condiciones hacia los agricultores , manifestó.
Destacó que el sector agropecuario es uno de los sectores más importantes de la economía mexicana, tan sólo en el 2015 representó 3.5% del Producto Interno Bruto y registró un crecimiento de 3.1% respecto del 2014, por lo que es indispensable mantenerlo protegido ante diversos riesgos provocados por el cambio climático.
La Cofece concluyó que la demanda por seguros agropecuarios está pulverizada en muchas unidades de producción, ya que es altamente heterogénea y tiene múltiples nichos, por lo que se dificulta la administración y se elevan los costos de operación del aseguramiento.
Además, no hay una plataforma centralizada de información clave sobre los bienes asegurados y su siniestralidad que pueda ser consultada por todos los oferentes del sistema.
Urge una mejor organización en Agroasemex: Auditoría Superior
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) recomendó a Agroasemex tener un mayor seguimiento para identificar a los productores que se benefician realmente de los subsidios que reciben a través del Programa de Apoyo a los Fondos de Aseguramiento Agropecuario.
En la Cuenta Pública del 2014, refiere que si bien Agroasemex se enfocó en dispersar subsidios en este programa, las deficiencias en el seguimiento y mecanismos de control no permitieron determinar el efecto de ese subsidio en la mejora de la capacidad de operación y el manejo integral de un esquema de riesgos.
Tal situación impide conocer si los fondos y organismos integradores cuentan con la capacidad para apoyar a los productores agropecuarios en zonas de riesgo en caso de contingencias climáticas o de mercado , expone.
De acuerdo al artículo 75, fracción I de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, las entidades que reciban subsidios deberán identificar con precisión a la población objetivo, tanto por grupo específico como por región del país.
Menciona que se debe elaborar un estudio que le permita evaluar los efectos de los subsidios otorgados a los beneficiarios en la mejora de su gestión operativa y administrativa, e incluir en los documentos de rendición de cuentas, información suficiente sobre la contribución del programa de aseguramiento agropecuario previsto para el 2016, vinculando el desarrollo del seguro y a la administración integral de riesgos.
En el 2014, Agroasemex otorgó 104,866 millones de pesos entre 306 beneficiarios de 524 que hay registrados; del total, 71.1% se entregó a 291 fondos de aseguramiento y 28.9% a 15 organismos integradores nacional y estatales, incluyendo al Organismo Integrador Nacional.
Lo anterior permitió que los 291 fondos aseguraran 1 millón 343,347.4 hectáreas, las cuales representaron 60.5% del total de la superficie protegida con seguros comerciales, en beneficio de los 4,307 productores asociados , expuso.
Rodolfo de la Torre, director de desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), destaca que los recursos con los que subsidia Agroasemex no están llegando a las zonas más rezagadas del país, por lo que hace falta una revaluación de la asignación del gasto público para apoyo a los agricultores, para que se concentre en los productores que se encuentran en las peores condiciones.
Los recursos son capturados por organizaciones que saben negociar (...), pero no necesariamente corresponde a los agricultores de las peores condiciones , dice De la Torre.