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Llegar al norte del país, reto del 2014 para el Pronafim
Las microfinanzas en México se concentran en el sureste, explica ?la directiva.
Uno de los retos que tendrá que enfrentar el Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim) en el segundo semestre del 2014 será llegar a localidades del norte del país, ya que las microfinanzas hoy en día se concentran en el sureste de la República.
En entrevista, Elenitza Canavati Hadjopulos, coordinadora general del Pronafim, detalla cómo se enfrentará este reto de la mano de las microfinancieras que se adhieran al programa sin descuidar el aspecto social; es decir, que la dispersión del crédito esté enfocada en ayudar a las personas beneficiarias a mejorar sus condiciones de vida mediante el mejoramiento de su actividad productiva.
En la actualidad, el Pronafim trabaja con 114 microfinancieras, de las cuales 57 se han adherido al programa desde enero del 2013 a la fecha,cuando Canavati Hadjopulos se hizo cargo del esquema dependiente de la Secretaría de Economía.
Asimismo, el Programa prepara el Encuentro Nacional de Microfinanzas, que será la antesala para la Cumbre Mundial del Microcrédito, ambos a realizarse el próximo septiembre en la ciudad de Mérida, Yucatán.
¿Cómo ha trabajado el Programa en estos primeros seis meses del año?
En el Pronafim, como un fondo público, debemos tener una amplia cobertura territorial. Ahí hemos puesto mucho esfuerzo con intermediarias financieras así como con sus redes, sobre todo para llegar al norte del país y a Baja California Sur y Norte.
En este esfuerzo hemos contado con muchos aliados, entre ellos Telecom, que actúa como corresponsal de algunas de las intermediarias adheridas al Programa.
A junio del 2014 estamos en 1,800 municipios y queremos seguir creciendo de esta manera.
¿Cuánto dinero han dispersado durante este año y cuál es su meta al final del mismo?
La meta anual del Programa es dispersar 1,863 millones de pesos, los cuales provienen del Fideicomiso del Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario y del Fondo de Microfinanciamiento a Mujeres Rurales. Hasta ahorita llevamos dispersados 1,082 millones de pesos, entonces vamos muy bien, como lo teníamos programado.
¿Por qué no existe una cobertura tan amplia en el norte del país?
Vamos un poco despacio en el norte del país porque es más costoso para las intermediarias financieras, primero por las distancias, donde algunas zonas rurales están mucho más apartadas, y porque la demanda de microcréditos no es tan fuerte como en el sureste.
Para llegar a estas zonas de cobertura estamos priorizando áreas que tengan cuatro características: que el municipio o la localidad esté dentro de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, dentro del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, en lugares donde el Pronafim todavía no tiene presencia importante y donde exista una población indígena.
¿Cómo ampliar la cobertura con un enfoque social?
Estamos trabajando para que el microcrédito realmente tenga un efecto transformador en la persona beneficiaria de éste o en la comunidad a la que llegamos; muchas veces eso por sí solo no ocurre.
Tenemos que generar un ecosistema para que realmente sobreviva y crezca un negocio. Nosotros ofrecemos apoyos no crediticios, como son capacitaciones técnicas del personal de la intermediaria, apoyos para expandirse en sucursales o platicas de educación financiera para los acreditados.
Es muy importante que los intermediarios (ya sean sociedades financieras de objeto múltiple, cooperativas de ahorro y préstamo o financieras populares) entiendan que la rentabilidad económica es importante, pero que también hay que buscar un impacto social.
¿Cómo trabajan para generar ese ecosistema dentro de las comunidades rurales?
La Fundación Alemana de Servicios nos ayuda a realizar un diagnóstico el cual pone una categorización a la intermediaria financiera con el objetivo de que se le dé mejores condiciones del crédito y de apoyos no crediticios. El nivel de categorización se otorga a partir de las condiciones de crédito que otorga el intermediario a las personas. Además, se toma en cuenta la función social que realiza (convivios organizados para las mujeres por Día de las Madres, pláticas de educación financiera, si ofrecen servicios educativos o de salud, entre otras cosas).
Cerca de 50% de nuestras intermediarias cuenta con un programa de impacto social, lo que hace que tengan mejor categorización dentro del análisis; sin embargo, existen intermediarias que por el momento no pueden generar dicho ecosistema. En definitiva, que tengan un impacto social no es una condicionante para acceder al Pronafim, pero si lo tienen pueden obtener mejores condiciones crediticias, como una tasa de interés más baja.
¿Cómo hacer que el costo del crédito no sea caro para una persona?
Nosotros no podemos regular la tasa de interés que ofrecen los intermediarios, pero sí tenemos mecanismos, como brindar asesoría técnica a las entidades con el objetivo de que bajen sus costos operativos y por ende la tasa. También propiciamos la competencia, donde se realiza un estudio en la zona y se informa al intermediario si su competidor ofrece una tasa más baja. Incentivamos que el intermediario acreditado por el Pronafim regule su tasa para propiciar la competencia.
TRABAJO ACTIVO
- El monto máximo al que puede acceder una persona solicitante de un microcrédito con fondos del Pronafim es de 60,000 pesos.
- Para ser un intermediario que reciba fondos del Pronafim, éste debe tener un Índice de Morosidad menor a 10 por ciento.
- Desde el 2013, el Pronafim ha organizado siete ferias en los estados de la República con el objetivo de dar a conocer la función del Programa, donde invitan a intermediarios, personas de la comunidad y autoridades financieras.
- En la actualidad el Pronafim trabaja ya en 1,800 municipios de la República Mexicana.
- Chiapas, Veracruz y Puebla son los estados donde existen más servicios de microfinanzas.
- Las personas beneficiadas por el Pronafim tienen negocios como papelerías, artesanías, florerías, fondas, estéticas, lavanderías, panaderías, alfareros y tortillerías, entre otros más.
Fuente: Pronafim.