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México registró pocos avances en inclusión financiera en los últimos tres años: ENIF 2021
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021 revela que el número de personas adultas (de entre 18 y 70 años) que tienen al menos un producto financiero, pasó de 54 millones en el 2018 a 56.7 millones en el 2021, lo que mantuvo el porcentaje en alrededor de 68 por ciento.
A pesar de los esfuerzos constantes y a la irrupción de las fintech en el mercado, en los últimos tres años hubo pocos avances en materia de inclusión financiera en México, e incluso en algunos productos hubo retrocesos por los efectos económicos de la pandemia de Covid-19.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), presentada este miércoles, revela que el número de personas adultas (de entre 18 y 70 años) que tienen al menos un producto financiero, pasó de 54 millones en el 2018 a 56.7 millones en el 2021, lo que mantuvo el porcentaje en alrededor de 68 por ciento. En el 2015, fue similar.
El documento destaca que también prevalecen o se han acentuado las brechas regional y de género en materia de inclusión, pues mientras en el norte del país la población que cuenta con al menos un producto financiero ronda entre 75 y 77%, y en la Ciudad de México 74%, en el sur es de 60%, esta última con una baja respecto al 2018 cuando fue de 67.6 por ciento.
En cuanto a la brecha de género, la ENIF puntualiza que también se ha abierto aún más, pues en el 2015 65.4% de las mujeres contaba con al menos un producto financiero, contra 71.7% de los hombres; para el 2018 la proporción fue de 65.2% contra 71.8%; y en el 2021 de 61.9% contra 74.3% respectivamente.
En cuentas de ahorro, mujeres pierden terreno
En el 2015, la encuesta arrojó que 33.6 millones de personas (44.1%) tenían una cuenta de ahorro formal, cifra que subió a 37.3 millones (47.1%) en el 2018; y a 41.1 millones (49.1%) en el 2021.
Pero en los últimos tres años, la brecha de género se abrió en este producto, pues en el 2018 el porcentaje de mujeres adultas con una cuenta fue de 45.9% y en los hombres de 48.5%; mientras que en el 2021 la proporción cambió a 42.6% y 56.4% respectivamente.
Sólo las cuentas de nómina y de pensiones registraron un crecimiento en el periodo, al pasar de 28.5 a 32.2%, pues otras como las de ahorro, cheques y depósitos a plazos fijos, se mantuvieron prácticamente sin cambio.
Poco crédito
En lo referente al crédito formal, el documento precisa que mientras en el 2015 poco más de 22 millones de personas adultas (29.1%) tuvieron acceso a éste; en el 2018 subió a 24.6 millones (31.1%); y en el 2021 a 27.4 millones, por lo que sólo 32.7% cuenta con este producto.
Aquí, la brecha de género se ha cerrado un poco, pues en el 2018 29.2% de las mujeres tuvo acceso contra 33.3% de los hombres; y en el 2021 la proporción fue de 31.7% y 33.8% respectivamente.
El producto que registró el mayor crecimiento en esta categoría fueron los créditos personales, al pasar de 2.7% en el 2018 a 3.8% en el 2021; mientras que otros como las tarjetas de crédito se mantuvieron prácticamente sin cambio.
Seguros, afectados por la pandemia
La pandemia de Covid-19, pegó en el porcentaje de la población que tenía algún seguro contratado.
Según la ENIF, en el 2015 había 19 millones de personas adultas (24.8%) con una póliza; y en el 2018 subió a 20.1 millones (25.4%); pero en el 2021 se redujo a 17.6 millones (21.0%) de la población.
En este segmento, la brecha de género también se abrió, dado que en el 2018 23.1% de las mujeres tenía un seguro contra 28.0% de los hombres; y en el 2021 la proporción fue de 16.4 y 26.1% respectivamente.
Si bien es uno de los productos de menor penetración, destaca que en la zona sur del país, ronda en 16% de la población que tiene contratado un seguro contra 28.7% en el noroeste.
El producto de esta categoría que registró la mayor baja, fue el seguro de vida al pasar de 17.0% en el 2018 a 13.1% en el 2021.
Afores, sin grandes cambios
Y en cuanto a las Afores, la encuesta señala que mientras en el 2015 hubo 31.3 millones de personas adultas (41.2%) con este producto y una cifra similar en el 2018 (40%); para el 2021 subió a 32.7 millones (39.1 por ciento).
El efectivo sigue dominando
Otro resultado que arrojó la ENIF 2021 es que, pese a un incremento en las transacciones digitales (sobre todo a raíz de la pandemia), el efectivo sigue como la forma de pago dominante en el país.
Ahí, se señala que en las compras de 500 pesos o menos, 90.1% de la población adulta prefiere al efectivo, seguido de la tarjeta de débito con 6.2%; la de crédito 1.2% y otros (que incluyen transferencias electrónicas, cheques, tarjetas prepagadas y cargos domiciliados) 2.1 por ciento.
En compras de 501 pesos o más, la tendencia cambia, aunque muy poco, 78.7% opta por el efectivo para pagos con estos montos; 12.3% por la tarjeta de débito; 3.4% por la tarjeta de crédito y 3.3% por otros.
El reporte señala que sólo una de cada cuatro personas realiza pagos con tarjeta o transfiere electrónicamente, y que la proporción se incrementa con el nivel de escolaridad, pues 57% de éstos, cuenta con licenciatura o más.
De igual forma, menciona que una de cada tres personas de 18 años y más conoce la plataforma de Cobro Digital (CoDi).
Avanza banca móvil
La ENIF también señala que más de la mitad de las personas con cuenta realiza sus consultas o transacciones desde una aplicación de celular; seguida del cajero automático con 38%, sucursal o ventanilla con 18% y página de Internet 5 por ciento.
Uso de sucursales disminuyó
El documento apunta también que el uso de sucursales disminuyó del 2018 al 2021, mientras que el uso de cajeros automáticos y corresponsales se incrementó.