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Reforma hacendaria, más que recaudatoria: CCE
El presidente del organismo, Gerardo Gutiérrez Candiani, señaló que la iniciativa debe promover el crecimiento y competitividad, pues se corre el riesgo de que en un contexto de desaceleración, derive en una recesión con consecuencias de largo plazo.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) se pronunció por una reforma hacendaria integral que sea promotora del crecimiento, de la inversión y del empleo, y que considere un gasto eficiente, la rendición de cuentas transparente y que no sea meramente recaudatoria.
El presidente del organismo, Gerardo Gutiérrez Candiani, advirtió al respecto que una reforma meramente recaudatoria corre el riesgo de que un contexto de desaceleración económica se derive en una recesión con consecuencias de largo plazo.
En torno a la postura del sector ante la próxima presentación de la reforma hacendaria por parte del Ejecutivo federal, expuso que se manifiestan por una reforma de fondo y estructural; que sea integral; que promueva el crecimiento y la competitividad con estabilidad macroeconómica; y con equidad.
Argumentó que la desaceleración económica mundial y que llevó al gobierno mexicano a realizar un ajuste a la estimación del crecimiento para este año, de 3.1 a 1.8%, confirma la visión sobre la urgencia de cambios que ataquen de raíz las causas del estancamiento económico que vive México.
Por ello, dijo, al plantear que sea una reforma de fondo y estructural, lo que el CCE expone es que no haya más misceláneas fiscales o ajustes provisionales que solo prolongan un sistema hacendario con vacíos y contradicciones.
Asimismo, tiene que ser integral, incluyente de sus dos partes constitutivas y que son la elaboración de presupuestos y el ejercicio del gasto e inversión del gobierno; y la recaudación de los ingresos necesarios para tales fines.
Calificó de inaceptable que la reforma sólo se concentre en exigir una mayor aportación de los contribuyentes cautivos y no se considere un esquema viable para aumentar la base de contribuyentes.
Además, la reforma debe ser promotora del crecimiento y la competitividad, con estabilidad macroeconómica, si se considera que México compite en una economía global.
Advirtió que se requiere también que las tasas impositivas y la carga administrativa de las obligaciones fiscales sean competitivas en relación con las de otros países, para fomentar una mayor inversión, facilitar la creación de empleos formales y el desarrollo de empresas productivas.
La reforma debe ser equitativa, que promueva la formalización y la responsabilidad social, en donde todos los mexicanos contribuyan para sufragar el sostenimiento de un Estado que vele por el interés colectivo y el progreso, argumentó.
En su opinión, un requisito para lograr estos fines es que la reforma hacendaria sea consecuente con la formalización de todas las actividades económicas, lo cual exige una simplificación exhaustiva de las obligaciones tributarias.
Y desde luego, que se considere "una reingeniería del gasto público y social, que garantice que los recursos se utilicen con eficiencia, transparencia y honestidad y con base en resultados", subrayó Gutiérrez Candiani.
El sector empresarial, añadió, "está comprometido a seguir contribuyendo al desarrollo del país, con el objetivo primordial de mejorar el nivel de vida de los mexicanos".
klm