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Sector Financiero

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Viven de programas sociales 50% de los adultos mayores

México enfrenta el reto de satisfacer las necesidades de la población de la tercera edad; las acciones no representan una solución estructural al reto de lograr una adecuada combinación de cobertura, suficiencia y sostenibilidad.

De los 9.6 millones de adultos mayores que hay en el país, 49% recibe una pensión no contributiva, es decir, de programas sociales como 65 y más u otros programas asistenciales a nivel federal o estatal, indica la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

En su estudio “Ingresos y gastos del adulto mayor en México: la importancia de las pensiones” expone que de las 4.7 millones de personas que reciben una pensión no contributiva, 59% son mujeres (2.8 millones) y 41% son hombres (1.9 millones de personas).

En tanto, 31% de la población de adultos mayores recibe una pensión contributiva, es decir, percibe recursos de alguna instancia como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Petróleos Mexicanos (Pemex) o de la Comisión Federal de Electricidad.

Destaca el hecho de que hay más hombres que mujeres que obtienen este tipo de pensión, pues ellos representan 60% y las mujeres 40 por ciento.

Dichas pensiones son parte de la generación de transición, esto es que se entregan bajo el régimen de beneficio definido.

En general, en el país hay 7.1 millones de personas de la tercera edad que reciben una pensión, ya sea contributiva o no contributiva, donde 52% son mujeres y 48% son hombres.

Sin pensión, 2.5 millones

Por otra parte, existen 2.5 millones de personas de 65 años o más en el país que no reciben ningún tipo de pensión, lo que representa 26% de esta población.

Destaca el hecho de que las mujeres son las que representan el mayor porcentaje de quienes no reciben pensión con 61%, que son aproximadamente 1.5 millones; mientras que los hombres son 39%, que son alrededor de 1 millón de adultos mayores.

“La cobertura de pensiones contributiva está sesgada a hombres, a personas con mayor nivel educativo y afiliadas a sistemas de salud institucional como IMSS o ISSSTE (...) La cobertura de pensiones no contributivas tiende a estar concentrada en mujeres, personas de baja escolaridad y afiliados a servicios de salud del Seguro Popular”, expuso.

Retos para el gobierno

Con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016, la Consar enfatiza que México enfrenta el reto de satisfacer las necesidades de la población de la tercera edad, pues cada vez irá creciendo y se requerirán recursos tanto para el pago de pensiones como para los servicios de salud.

Menciona que en México los bajos niveles de cobertura han sido parcialmente cubiertos con programas no contributivos, es decir, programas asistencialistas.

“Si bien dichos programas han permitido ampliar el número de adultos mayores con algún tipo de cobertura, éstos no representan una solución estructural al reto de lograr una adecuada combinación de cobertura, suficiencia y sostenibilidad”, explicó.

Sugiere que, en México, al contar con un andamiaje pensionario fragmentado, es necesario que los pilares de ahorro contributivo, no contributivo y voluntario se integren en uno solo y con ello se generen mayores incentivos y protección a los más desfavorecidos.

La Consar destaca que con los datos obtenidos de la ENIGH 2016 se encontró que una tercera parte de la población adulta mayor (3.2 millones) tiene como única fuente de ingreso la pensión que percibe.

De esta población que depende únicamente de su pensión, 16% recibe la contributiva (del IMSS, ISSSTE o Pemex) y 17% recibe la no contributiva (por ejemplo, del programa 65 y más).

Adicionalmente, indica que otro 4% de los adultos mayores tiene como única fuente de ingresos ambos esquemas de pensión.

También se encontró que 8% de los adultos mayores obtiene ingresos laborales y de pensión no contributiva; en igual porcentaje (8%) se encuentran quienes reciben ingresos únicamente laborales.

La pensión para las mujeres representa 46% de su ingreso, mientras que 18% es el ingreso laboral y el resto son donativos u otros recursos de programas sociales.

Para los hombres, 52% de sus ingresos proviene de la pensión contributiva, mientras que 34% del ingreso laboral y 6% de otros programas relacionados al pago de pensiones.

Hombres, con mayor pensión

Otro de los hallazgos que señala la Consar es que los hombres reciben una pensión mayor que las mujeres en el esquema de pensión contributiva.

El hombre percibe en promedio 6,602 pesos mensuales, mientras que la mujer 5,128 pesos. En las pensiones no contributivas, ambos géneros perciben la misma pensión de 600 pesos mensuales.

De acuerdo con el estudio, los adultos mayores concentran sus gastos en alimentos, pues destinan 1,119 pesos mensuales, lo que representa 38% del total.

El segundo gasto que realizan es en transporte con 575 pesos al mes, lo que significa 18% de sus ingresos totales; 12% lo destinada a su vivienda, 5% en salud y el resto en vestido, alcohol y tabaco, por mencionar algunos.

elizabeth.albarran@eleconomista.mx

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