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Conacyt apostará por las Pymes
Se buscará la sinergia a través de las Unidades de Vinculación en las Instituciones de Educación Superior.
El nuevo director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Enrique Villa Rivera tiene como uno de sus principales retos, fomentar una nueva cultura del emprendedurismo, que los nuevos emprendedores rompan viejos paradigmas y se animen a apostar por la innovación, la ciencia y la tecnología. Y para ello está poniendo la mira en las pequeñas y medianas empresas.
Al término de la XI entrega del Premio Nacional de Tecnología, Villa Rivera contestó algunas preguntas a la prensa. He aquí algunas de sus respuestas.
¿Cuáles son los grandes retos que tiene al frente del Conacyt? Sobre todo cuando hablamos de un país en el que se invierte poco en materia de ciencia y tecnología?
Los retos son múltiples y están claramente especificados en el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación. Hay un reto muy importante, que es fortalecer la capacidad científica y tecnológica del país. Todavía el número de investigadores y tecnólogos con los que contamos es insuficiente si nos comparamos con el de otros países que anteriormente tenían el mismo grado de desarrollo que el nuestro: Brasil, España, Irlanda, Corea; en los 70 estábamos en igualdad de circunstancias y después de 40 años nos han sacado la vuelta por una política probablemente mucho más agresiva, no solamente en el plano de la formación de los recursos humanos, sino también en la asociación de los productos de esos recursos humanos en el sector económico y productivo .
Por otro lado, tenemos que mejorar la gestión de los recursos que tiene nuestro país para apoyar la actividad científica y tecnológica. El Conacyt tiene alrededor de 20,000 millones de pesos para este año, pero el gobierno federal en conjunto tiene más de 45,000 millones de pesos para apoyar las actividades científicas y tecnológicas. Necesitamos orientar los apoyos con un propósito y un objetivo claros para que los resultados en ese sentido sean mucho más potenciadores de la actividad económica y por supuesto de la actividad cultural y científica en nuestro país.
El Secretario de Economía decía que los nuevos emprendedores tienen que romper viejos paradigmas, abrir brecha en un entorno cada vez más exigente. Pero si en México los sectores productivos, los de mayor riqueza son monopolios, y en concreto me quiero referir al de telecomunicaciones, ¿cómo el Conacyt y los científicos tienen que enfrentar este desafío, en el que no se ponen de acuerdo los actores?
Efectivamente, hay grandes empresas que generalmente invierten y desarrollan su propia tecnología e invierten en el extranjero, pero el 90% de la planta productiva que tenemos en nuestro país está sustentada en pequeñas y medianas empresas y son las que generan la mayor cantidad de empleos.
Yo creo que ahí es donde debemos enfocar las baterías, orientar, como lo está haciendo la Secretaría de Economía y el propio Conacyt, estrategias claras para apoyar a las pequeñas y medianas empresas para que se relacionen con los Centros de Investigación que hay en nuestro país, que encuentren soluciones tecnológicas a su sistema de producción, que las haga más competitivas, con créditos blandos, con apoyos a fondos perdidos, ese es el reto fundamental.
¿Pero si la tecnología que está desarrollada por esas grandes empresas no se sociabiliza?
Las grandes empresas tienen incluso sus propios centros de investigación, que son centros de investigación transnacionales y yo creo que ahí no es el tema. Ellos tienen resuelto el problema. El problema hay que enfocarlo a la gran cantidad de empresas que están en el sector de las pequeñas y medianas empresas
No cabe duda que en los Centros de Investigación del país hay desarrollos importantes, pero ¿de qué forma van a vincular a las pequeñas y medianas empresas de las que usted habla para que puedan hacer uso de esta tecnología?
Hay un esfuerzo que está iniciando la Secretaría de Economía y que está impulsando notablemente el Consejo que es la creación de Unidades de Vinculación en las Instituciones de Educación Superior, que sirven de interfaz, de vinculación entre la academia y la empresa.
Estas unidades tienen la característica de que tratan de acelerar la relación entre los grupos de académicos y los empresarios. La academia tiene cultura y una serie de valores, que no necesariamente son entendidos por la empresa, y al revés: son dos entes diferentes. Se requiere entonces una unidad de interfaz, intermediaria, que conozca muy bien lo que piensa el empresario y lo que piensa el académico, el investigador, y que los una y que haga posible que el conocimiento que está generando en los laboratorios de investigación impacte en la empresa, en su sistema de producción.
Está la propuesta de crear estas unidades de vinculación y se están desarrollando en este momento diferentes pilotos en nuestro país, en diferentes centros de investigación, apoyados por el Conacyt y la Secretaría de Economía, en el Programa Intersectorial de Innovación, que está proponiendo la generalización de estas unidades de vinculación. Ese es un mecanismo, como puede haber otros más.
En su nueva responsabilidad, ¿va a pugnar para lograr el 1 por ciento del PIB?
Será sin duda una de mis responsabilidades y espero tener capacidad para convencer a todos: a los empresarios, al legislador, por supuesto a la Secretaría de Hacienda en su momento, de tener mayores recursos.
Y yo diría incluso, si el año que entra, en una situación hipotética, tuviéramos un incremento enorme de que pasáramos del 0.4% al 0.7, 0.8, o al 1% del Producto Interno Bruto, realmente tendríamos dificultades, porque hay una serie de problemas estructurales que primero tenemos que resolver. Tenemos problemas estructurales para poder utilizar adecuadamente el recurso.
Hay otro tema que tiene que ver con ser muy eficientes en la gestión de lo que ya tenemos y me parece que ahí hay una gran oportunidad de mejora. Los proyectos que se generen apoyados por los fondos que ya tenemos deben ser proyectos estratégicos que impacten al sector industrial, que impacten, por ejemplo en el caso del Fondo SENER-Conacyt de Hidrocarburos, a PEMEX.