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Tecnología

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Para cambiar el sistema político, hay que “hackearlo”

La generación de los Millennials ocupa a la tecnología como una oportunidad para encontrar conocimiento, o para manifestarse en contra de su sistema político.

Sao Paulo.- Los millennials -generación de edades entre 18 y 30 años- son cada vez más móviles y utilizan las redes sociales como herramientas para cumplir con sus objetivos de vida como el obtener información y obtener mayores conocimientos, o para buscar oportunidades profesionales, reveló una encuesta de Telefónica. Pero estas tecnologías también abren a las nuevas generaciones una oportunidad para hackear su sistema político y mejorar las condiciones sociales de los países.

Tienen que hackear su sistema político si lo quieren cambiar, utilizando estas herramientas , dijo Alec Ross, ex consejero de Innovación de la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, durante la presentación de la encuesta previo a la inauguración del encuentro de telecomunicaciones y tecnología Futurecom.

El hackeo al que se refiere Ross no significa la intromisión no autorizada en la informática de los gobiernos, sino el utilizar las redes sociales y plataformas digitales para empoderar a los ciudadanos a fin de que sus propuestas sean consideradas en la creación de políticas públicas, y que las mismas autoridades las utilicen como una forma de abrir nuevos canales con la ciudadanía.

La encuesta de Telefónica, en la que participaron 6,702 millennials entre 18 y 30 años de edad de Europa occidental, Estados Unidos y América Latina (501 de México), reveló que a nivel global, el 78% de los millennials cuentan con un teléfono inteligente, misma proporción que se registró en América Latina, donde la principal actividad es el acceso a una red social.

De ellos, el 28% de los encuestados en Latinoamérica manifestó que estas tecnologías móviles han transformado significativamente su vida en áreas de expresión política, el nivel más alto si se compara con Estados Unidos, con un 22% y Europa con 17 por ciento.

Una tierra de emprendedores

En América Latina, los millennials son más optimistas sobre el futuro que sus pares de otras regiones. El 72% de los encuestados consideró que los mejores días están por venir cuando en regiones como Estados Unidos y Europa, la proporción es de 51% y 50%, respectivamente.

Este optimismo se ve enmarcado en una actitud emprendedora más marcada en América Latina que en las otras regiones. De los encuestados, el 26% dijo que cumplió su propósito de arrancar un nuevo negocio (en Estados Unidos y Europa, la proporción fue de 8% y 6%) y el 30% de los consultados de América Latina ve que al emprender un negocio propio como una fuente de trabajo en el futuro, contra el 23% y 16% de Estados Unidos y Europa.

Alec Ross explicó que para impulsar la actividad emprendedora, se requieren políticas que faciliten la creación de empresas, la contratación de talento y el prescindir de empleados, así como obtener financiamiento, aunado a una mayor disponibilidad de capital de riesgo y fomentar la cultura del fracaso.

Si las generaciones más jóvenes tienen acceso a la tecnología, los dispositivos y la cultura de emprendimiento, los próximos Sergey Brin (cofundador de Google) o Mark Zuckerberg (Facebook) provendrán de América Latina , afirmó.

Preocupan delincuencia, seguridad y corrupción

Si bien hay optimismo, también existen amenazas. Mientras en Estados Unidos y Europa los millennials están más preocupados por la economía y el desempleo, en América Latina, por la corrupción, la delincuencia y la educación.

El 57% de los encuestados en América Latina manifestó que no está satisfecho con el sistema educativo, donde la preparación de los docentes y la falta de infraestructura tecnológica se convierten en las principales barreras.

"Es interesante cómo ahora los jóvenes ven la necesidad de mejores profesores y una mejor currícula pues ahora pueden aprender en otros lugares. En Internet aprenden cosas que jamás van a aprender en la escuela y están aprendiendo en otros lados las cosas que no se contemplan en política educacional", dijo Gabriela Brighetti, directora presidente de la Fundación Telefónica en Brasil.

Y una muestra que pone Brighetti sobre la mesa es la prohibición de uso de teléfonos móviles dentro del aula pues refleja una brecha que existe en la relación de profesores con los alumnos conectados.

"La prohibición va en contrasentido con la relación de confianza alumno-profesor. Los profesores tienen que hablar el mismo idioma que los jóvenes, tienen que aprender a tener confianza y los jóvenes piden que el profesor se conecte", afirmó.

julio.sanchez@eleconomista.mx

mfh

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