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Un simio tecnológico que blinda a la nube contra los espías
Entre los altos costos de la energía eléctrica para la operación de centros de datos y la creciente actividad de espionaje electrónico, Space Monkey busca modificar el paradigma del cómputo en la nube, haciéndolo más accesible a todos los usuarios.
Entre los altos costos de la energía eléctrica para la operación de centros de datos y la creciente actividad de espionaje electrónico, el emprendimiento Space Monkey busca modificar el paradigma del cómputo en la nube.
La idea de Simio del Espacio (su traducción literal al español) es sacar la información digital de las grandes granjas de servidores y centros de almacenamiento para fragmentarla y distribuirla en una red global de pequeños dispositivos. En esta red, gobiernos y ciberespías no tienen acceso a la información de terceros.
Realmente podemos construir la nube fuera de los centros de datos y pasarla a los hogares de cualquiera , dice en entrevista Clint Gordon-Carroll, cofundador y director ejecutivo de Space Monkey, una compañía que nació en el 2012 en Utah, Estados Unidos, con el objetivo de optimizar y reducir los costos del almacenamiento en la nube.
La propuesta de Space Monkey tiene tres fundamentos: una red de dispositivos de almacenamiento conectados a Internet, la fragmentación y el cifrado de la información.
Cada vez que un usuario almacena información en este dispositivo -ya sea desde una computadora o un móvil-, los datos son cifrados. Además de radicar en el equipo físicamente, la información digital se fragmenta con un algoritmo en 40 piezas y se almacenan en 20 dispositivos de la red de Space Monkey que pueden estar en cualquier parte del mundo.
Ya tenemos más de 5,000 dispositivos alrededor del mundo, en países de Asia, América del Sur, África, Europa y Estados Unidos , explica el cofundador de Space Monkey
Este modelo de cómputo en la nube, que brinda a los usuarios un Terabyte de almacenamiento, en realidad está inspirado en el funcionamiento de los torrentes y las redes peer to peer .
Con la fragmentación y el cifrado de datos, Gordon-Carroll asegura que la información es prácticamente inaccesible a terceros y el usuario protege sus datos de ataques cibernéticos, de empresas o de gobiernos que emiten órdenes a las grandes empresas con centros de datos para proporcionar información de sus usuarios.
Ciframos todo con una clave privada que se encuentra dentro del dispositivo, y esa clave es válida sólo para ese dispositivo. Incluso si yo tengo mi propia clave, no puedo usarla para ningún otro equipo. Y cuando fragmentas los datos en pequeñas piezas, eso crea otro nivel de seguridad pues encontrar el resto de los 19 equipos alrededor del mundo donde se encuentra el resto de la información es muy complicado , explica el emprendedor quien ha trabajado en firmas como Microsoft, IBM y la empresa de almacenamiento en línea Mozy.
Este modelo de almacenamiento en una nube colectiva surgió cuando los cofundadores, al trabajar en Mozy, descubrieran los altos costos que representa la construcción y operación de centros de dato dadas las características de seguridad física e informática requerida. En México no es la excepción.
Es interesante aquí en México, los costos de un centro de datos son 300 veces mayores debido a que la electricidad es más costosa para las compañías. Y una empresa, al no poder construir un centro de datos propio en México, optan por construirlas o utilizar los servicios en otros lugares fuera del país , asegura el emprendedor.
El modelo de negocio de Space Monkey, en cambio, cobra el equipo físico por 199 dólares y una anualidad de 50 dólares por un Terabyte de almacenamiento.
Es una décima parte de los más de 900 dólares que cobra Dropbox , agrega.
MANUFACTURADO EN MÉXICO
Space Monkey ha recibido 2.25 millones de dólares de financiamiento por parte de los fondos Data Collective, Google Ventures, Venture51 y su última inyección de capital provino del fondo mexicano Alta Ventures.
Con este capital, la compañía trasladará su producción de China a la planta de Flextronics ubicada en Guadalajara, Jalisco, e iniciará su expansión hacia América Latina desde México.
Este verano comenzaremos a manufacturar y vender localmente y una vez que la manufactura comience, nuestro lote inicial será de entre 10,000 y 15,000 unidades en el primer año , dice.
Pero más allá de la manufactura, Space Monkey buscará aliarse con el talento local y las universidades para realizar actividades de investigación y desarrollo tecnológico, así como en estrategias de ventas y mercadotecnia para expandir regionalmente su mercado e incluso ofrecer el producto en tiendas minoristas como Best Buy.
julio.sanchez@eleconomista.mx