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Los IMAS, mucho ruido y pocas nueces
Los IMAS (Indie-O Music Awards) fueron un fiasco. Y es una pena: lo indie no puede confundirse con lo mal hecho.
Los IMAS (Indie-O Music Awards) fueron un fiasco. Y es una pena: lo indie no puede confundirse con lo mal hecho. Tampoco se puede aceptar que la música, por el hecho de ser alternativa o marginal, tenga que perder formalidad, eso daña el reconocimiento al trabajo de estas bandas para ser conocidas aunque sea por una minoría.
Son las 11:00 de la noche del miércoles. El Teatro de la Ciudad luce repleto: la industria musical independiente se ha reunido para su entrega de premios. Ceci Bastida se ha resignado, sus esfuerzos para que su compañero en la conducción de los IMAS, Jaime López, se ponga las pilas y abandone ese tonito parsimonioso y pastoso como si estuviera en su casa, no han servido de nada.
López no suelta el micrófono: se siente la estrella de la noche. Por fortuna, una falla peor que haberlo elegido como conductor, lo opaca: el único micrófono que han utilizado para la presentación y entrega de los premios de pronto se apaga.
Jaime López improvisa a capella intentando salvar la situación. Por fotuna ya no podemos escucharlo. Pero la falla es de antología: un solo micrófono para un evento ni más ni menos que en el Teatro de la Ciudad es inaudito, y para acabrala de amolar, ese único micrófono se descompone.
Las fallas son innumerables: los conductores no se acoplaron (salvo algunos muy atinados gags de Jaime López, quien eso sí es muy agudo para darle girivilla al lenguaje), era evidente la poca preparación con que Bastida y López subieron al estrado; él además todo el tiempo estuvo prácticamente en su rollo.
Se dio un retraso significativo, hubo serios problemas técnicos y de audio en las presentaciones en vivo, poco ensayo y una nula cordinación entre los anfitriones, los presentadores y los premiados para usar el espacio: Jaime López se negó a usar una diadema, entonces había que esperar a que recorriera la mitad del escenario en cada una de las 25 categorías para que tomara el micrófono y dijera sus chistes.
Tantas fallas opacaron lo que debía ser importante: los ganadores de la noche, el encuentro entre la industria musical mexicana, la retroalimentación y el intercambio de ideas para generar nuevos proyectos, la conexión vital y cercana que permitiera un agradecimiento público a los fans, los homenajes a los recién fallecidos.
No hubo nada de emoción en una premiación que debería ser un derroche de emotividad. Ni una lágrima ni un aplauso que hiciera que el teatro se cayera. El graderío se llenó con los premiados y quienes los habían premiado (los jurados acaparaban un espacio reservado para 340 personas: 170 jurados más un acompalante). Los fans no cabían, pero si hubieran entrado la atmósfera pudo haber sido mejor.
Lástima por el esfuerzo y el objetivo: instituir una industria de música independiente que sea sólida. Ahora habrá que reformular muchos aspectos para que los IMAS sean tomados en serio. La premiación del miércoles es para el olvido. La intención es buena y necesaria. El resultado, muy pobre.
IMAS Premios destacados
Banda del Año
Enjambre
Disquera Independiente
Terrícolas Imbéciles
Disco Rock
Suave as Hell / Suave as Helklkll
Artista Nuevo
Andrea Balency Trío
Productor Nuevo
Natalia Lafourcade
Canción del año
Rey Pila / "No Longer Fun"
Video
Chicle-Napoleón Habeica / "Why?" (She's a Tease)
Publicación con Contenido Musical
Marvin