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Arte e Ideas

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Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, sitio prometedor para el estudio de mamuts

Los descubrimientos ponen a esta zona en el ojo de la paleontología mundial, y dan prestigio al sitio y a México. “El número de hallazgos es importante, pero un sitio también es relevante por el tipo de investigación que se realiza”, señala el profesor-investigador del INAH Joaquín Arroyo-Cabrales.

Foto EE: Cortesía INAH

La cantidad de hallazgos paleontológicos que han ocurrido en el terreno donde se construye el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) ha vuelto un tema de actualidad la investigación sobre la interacción humana con especies del Pleistoceno como el mamut.

Este hecho motivó al arqueólogo Leonardo López Luján, miembro de El Colegio Nacional e investigador del INAH, a preparar una conferencia del ciclo ‘La arqueología’ hoy dedicada a “Los mamuts y los humanos: hipótesis y debates actuales sobre su interacción”, que se celebrará este jueves a las 6 de la tarde.

El doctor Joaquín Arroyo-Cabrales, profesor-investigador y jefe del Laboratorio de Arqueozoología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que tendrá a su cargo la charla, explica a El Economista que la evidencia humano-mamut la tenemos desde Europa hace 100,000 años, luego al continente migraron de manera mucho más reciente, de 20,000 a 11,000 años. Aunque en México ya ha habido diferentes depósitos de esta posible interacción, podría considerarse escaza, pero ahora con la presencia de tantos restos en Santa Lucía se podría dar mayor certeza de estas relaciones.

Dijo que en el país tenemos más de 300 depósitos con restos, pero de esos no más de 10 tienen evidencia sólida sobre esta relación. “En muchos casos son elementos aislados, molares, fragmentos grandes de hueso, algunos sitios presentan la acumulación de varios individuos contemporáneos, recientemente se lanzó la hipótesis de que haya presencia de más de 30,000 años en el país, pero poca evidencia nos da cuenta de esa relación directa, por ejemplo, encontrar en el hueso ciertas huellas de modificación que señalen la posible presencia humana porque para cierto tipo de huellas solamente un humano pudo haberlas hecho”.

Con este nuevo proyecto de investigación se espera generar información muy importante para conocer sobre la biología de estos animales, pero también sobre las posibles interacciones que pudo haber de los humanos con los mamuts. De hecho, parte de esto incluye corroborar con datos solidos y de manera científica los hallazgos de su colega Luis Córdova Barrada en Tultepec, quien expresó que parte de los hallazgos podrían ser trampas de mamut. “Con esta investigación se podría estar confirmando y presentando datos ya de manera mundial y confiable”. Agregó que esperan tener datos que les permitan conocer en qué momento se dio esta relación, porque se tiene representado un periodo largo de años (5 a 7 mil años representados).

Tipos de interacción

Arroyo-Cabrales comparte que en otros lados hay evidencia de los usos animales, por ejemplo en el lago Michigan el arqueólogo Dan Fisher encontró que esta gente guardaba en los estómagos de los mismos mamuts una gran cantidad de carne que una especie de esta naturaleza puede contener, la congelaban para que les durara un largo periodo, eso lo posibilitan los climas del norte.

En México pudieron también utilizarse estos huesos para artefactos y herramientas de utilidad para el humano, hay evidencia no concluyente de que sí hubo caza pero animales que pudieron estar empantanados en las orillas de los lagos, pues se iba buscando lo que había disponible en el ambiente. Por otro lado la caza muy activa era muy riesgosa para el humano, estos animales eran muy grandes y difíciles. Esto también será parte de la investigación y de lo que permita concluir el estudio.

Importante aprovechar la zona de obras

Previo a esta charla que estará abierta a todo el público, el investigador mencionó que poder tener la oportunidad de trabajar en una obra de esta magnitud ha permitido tener un registro muy adecuado de los contextos donde van apareciendo los restos, sedimentos y las diferentes capas que forman la estratigrafía de los depósitos.

“Los sedimentólogos, geólogos, vulcanólogos y paleontólogos, están felices de tener estos cortes de 20 metros o más debido a los trabajos en el aeropuerto. Aunque se trabaja con cierta presión en los lugares, Sedena ha sido respetuosa para esperar que el INAH, encargado del salvamento arqueológico, libere los espacios y puedan entrar las maquinas”.

También se está haciendo una prospección geofísica para que con un equipo eléctrico magnético se envíen señales al suelo y se registren de regreso, con base en las diferencias de las curvas que genera el aparato se puede saber si hay otros materiales, en este caso detectar más depósitos con hueso abundante para que sepamos donde, en un futuro una vez que ya se tengan los primeros resultados, se pueda continuar la investigación.

En México es importante que se den las nuevas generaciones, “los estudios de prehistoria se han desarrollado en el país desde los años 60 y en los últimos años colegas han tratado de darle nuevamente el papel tan importante para conocer estas sociedades de cazadores recolectores”, dice el investigador.

“La arqueología monumental que tenemos es importantísima, en la prehistoria hay mucho interés, por ejemplo en los cenotes de Quintana Roo, en la cuenca de Ciudad de México, que dan mucha información sobre humanos y fauna, el país es muy rico en materiales arqueológicos paleontológicos que debemos estudiar y sobre todo proteger porque es un patrimonio para todos los mexicanos”, concluye Arroyo-Cabrales.

La conferencia se transmitirá en vivo el jueves 26 de agosto a las 6 de la tarde a través de las plataformas digitales de El Colegio Nacional.

nelly.toche@eleconomista.mx

kg

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