Cine, palomitas, conciertos y futbol

Cada vez salgo menos al cine , me dice Carlos durante la transmisión de un partido del Cruz Azul que disfrutamos en su casa. A veces ya ni salgo al estadio a ver al Azul , comenta, y no sólo porque el equipo suele quedarse a la orilla de los campeonatos, sino que cada vez el entretenimiento en casa es una de las mejores opciones para pasar el tiempo.

Al final, mi amigo Carlos confiesa que ha estado en una sala cinematográfica apoyando a la selección, gritando y coreando los goles al lado de desconocidos que vibran con la pasión del futbol. Es mucho mejor que un restaurante. Hay buen ambiente, la pantalla hace la diferencia. Es emocionante , agrega. Pero confiesa que en algunos complejos el servicio y la comida son irregulares y que por eso, además del gasto, prefiere quedarse en casa.

Y es que con los equipos de alta definición, Netflix, consolas de videojuegos, la disponibilidad de tener la comida que uno quiera, la comodidad y un precio bajo, ¿para qué salir al mundo? Luego de ver un partido en casa, Carlos se conecta a Netflix y tiene un fin de semana completo.

No sólo Netflix es el culpable: existen una serie de alternativas para entretenimiento en vivo, comenzado por Youtube, consolas para videojuegos y aplicaciones para nuestros smartphones donde perdemos mucho de nuestro tiempo.

Según datos de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, en el 2015 se reportaron sólo 17.24 millones de entradas, mientras que en el 2014 fueron 23.42 millones.

El sitio de análisis the-numbers.com ofrece cifras donde se indica que del 2000 a la fecha ha habido una tendencia a la baja con respecto a la venta de boletos en las salas cinematográficas de Estados Unidos (pasaron de 1,444 millones 262,098 boletos en el 2000 a 1,340 millones 994,820 en el 2015).

En un artículo escrito por Ali Montag de la CNBC, la respuesta de las salas de cine en Estados Unidos ante la competencia del entretenimiento casero se ha traducido en mejores servicios de comida y bebida que se ofrecen en los complejos, además de pantallas y equipos de sonido más sofisticados.

Así pues, no es de extrañarse que desde hace un par de años, Cinemex y Cinépolis hayan comenzado a generar proyecciones que intentan atraer espectadores. En Cinépolis les llaman eventos de contenido alternativo y son de dos tipos: el que es grabado (donde se incluyen películas especiales) y el que es en vivo.

En las salas de cine se pueden ver eventos deportivos como básquetbol, futbol americano, tenis y, por supuesto, eventos de futbol como la Champions o la siguiente Copa América.

Ver un partido de futbol en el cine es la mejor experiencia después de estar en el estadio. No sólo estás viendo el partido en pantalla en alta definición, sino en una sala tipo estadio, y además una sala llena de gente donde todos están echándole porras a México (en caso de un juego de la Selección como en el 2014) , comenta Miguel Rivera, vicepresidente de Programación de Cinépolis.

En el complejo cinematográfico también se proyectan las óperas del Met de Nueva York , conciertos de rock, pop, documentales, películas clásicas o anime. Estos eventos especiales se hacen en horarios de baja ocupación entre semana.

Espectadores como Pablo (36 años) fueron a ver casi todos los juegos del Mundial a una sala de cine y disfrutaron la experiencia porque el ambiente se pone bueno ; Pablo estuvo ahí durante las finales de la Champions y volverá para ver la Copa América.

Por su parte, Marisol (29 años) es una melómana que ha ido a ver varios conciertos y la ha pasado muy bien, aunque sabe que no es lo mismo que ver un concierto en vivo. También ha visto documentales como el de Arcade Fire o el de Blur.

Hay empresas que llevan a sus empleados a ver un partido de futbol con paquetes de comida y bebida, y clubes de fans de personalidades como Madonna que hacen eventos en el cine.

No todos la han pasado bien, hay quienes se quejan del sonido o la comida, pero en su mayoría la gente sí gusta de salir de casa y volver a la sala de cine a ver algo más que un Blockbuster taquillero.