Con o sin Fideinah, se protege el patrimonio cultural: Diego Prieto

Se honrarán los compromisos que se tenían para este año 2020 con los recursos del Fideinah y para la asignación de los futuros presupuestos se presentará un plan conjunto de proyectos de inversión con la Secretaría de Cultura para salvaguardar el patrimonio cultural de México, aseguró en entrevista con El Economista el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández.

El antropólogo detalló que la desaparición de fideicomisos en esa institución no es un hecho nuevo; sin embargo, ante la extinción del Fideicomiso para el Fomento y la Conservación del Patrimonio Cultural, Antropológico y Arqueológico de México (Fideinah), ordenada por decreto presidencial, Prieto asegura que se llegó al acuerdo de que “el recurso que ya estaba comprometido se respetara, se honrara y eso absolutamente nos lo reconocieron las autoridades de Hacienda y Función Pública. Lo que se convino es que se cumplieran los compromisos y a partir de ahí el fideicomiso entrará en proceso de extinción, lo cual no es nuevo en el caso del INAH”, indicó el director general.

“Prácticamente el poco recurso que queda en el Fideinah está comprometido, es decir, de poco más de 105 millones de pesos, se tienen comprometidos 102 millones”, detalló.

Respecto a la decisión de extinguir el fideicomiso que se aplicaba en la conservación de zonas arqueológicas y monumentos históricos, Diego Prieto comentó: “La desaparición de fideicomisos viene de administraciones anteriores. Por ejemplo, el Fideicomiso de los conventos de la Mixteca Alta, el Fideicomiso Plutarco Elías Calles y Fernando Torreblanca, el Fideicomiso del Centro Cultural Santo Domingo, en Oaxaca, ya traían un proceso de extinción, no es algo que nos parezca inusitado, o increíble, que jamás haya ocurrido”, aseguró.

Por otro lado, el director de la institución señala que hay un rezago de más de 30 años en cuanto al mantenimiento del patrimonio cultural y construcción de infraestructura que eran atendidas con recursos del Fideinah. “Es un problema acumulado de por lo menos tres décadas atrás, debido a las constantes restricciones presupuestales a la institución, por lo que se pretende hacer un llamado a que se siga trabajando y destinando recurso para superar este “rezago histórico”, sostuvo.

“En términos de las grandes necesidades de mantenimiento y de obra pública para el cuidado de los bienes arqueológicos, históricos, muebles e inmuebles que tenemos a nuestro cargo, y del rezago histórico, tampoco podemos decir que el Fideinah nos haya resuelto la vida”, afirma Diego Prieto.

“Tendremos las previsiones para que a la hora de la presupuestación logremos presentar junto con la Secretaría de Cultura un plan anual de inversión en donde se consideren la regularización de la propiedad del suelo de zonas arqueológicas, la construcción de obra pública y mantenimiento mayor y, eventualmente, las que tienen que ver con la adquisición de inmuebles para que el instituto pueda brindar servicios adecuados a la población, a los visitantes y al turismo”, destacó.

“Vamos a seguir llamando la atención para superar ese rezago histórico, la secretaria Frausto es muy consciente de ello; por ejemplo, con el incendio en Notre Dame, ella misma nos planteó un apoyo extraordinario para la actualización de los sistemas contra fuegos para el Museo Nacional de Antropología”, señaló el funcionario.

¿Cómo funcionaba el Fideinah?

El fideicomiso surgió en el año 2008 mediante un contrato entre la Secretaría de Hacienda, Función Pública, el INAH, que entonces estaba sectorizado en la Secretaría de Educación Pública y Banjercito, como fiduciario. Tenía esencialmente tres propósitos: ayudar con la regularización de la propiedad de terrenos en zonas arqueológicas, ya que en México según lo mandata la Ley de Monumentos y Zonas Arqueológicas, los bienes históricos, artísticos y arqueológicos son considerados propiedad de la nación, pero muchos de esos bienes arqueológicos siguen estando asentados en terrenos ejidales, comunales o de propiedad privada.

“Es importante que áreas que están destinadas en exclusiva para los fines relacionados con la investigación, conservación y el disfrute del patrimonio arqueológico se encuentren regularizadas, que estén bajo el dominio pleno de la nación, en este caso del INAH; eso supone que a los particulares o los núcleos agrarios que tienen propiedad del suelo, pues les dejen a salvo sus derechos y eso cuesta”, dice el director.

El segundo propósito tiene que ver con la adquisición de inmuebles, que el instituto también requiere para desarrollar sus tareas sustantivas y el tercer concepto tiene que ver con necesidades de mantenimiento mayor y obra pública.

“El Fideinah lo que pretendía era contar con un recurso de inversión, en el sentido de que los presupuestos normalmente no consideran el capítulo 5,000 de inversión, y obtener capítulos de inversión resulta complicado, entonces, éste fue el instrumento que en ese momento (2008) se utilizó con algunos buenos resultados y también algunos no tan buenos”, zanjó el antropólogo Diego Prieto.

Algunos compromisos formalizados

• Protección y amortiguamiento del perímetro de la zona arqueológica de Monte Albán, Oaxaca.

• Adquisición de predios de los sitios arqueológicos de Tepeyanco, Tlaxcala; Toniná, Ocosingo, Chiapas; La Campana, Colima.

• Trabajos de mantenimiento del Museo Nacional de Antropología, y renovación de módulos de servicio de visitantes y usuarios de zonas arqueológicas y museos del INAH.

• Conservación y cuidado de la colección de piezas monumentales del Parque Museo La Venta, en Villahermosa, Tabasco.

Paquete legislativo

Mayer pide no extinguir apoyos a creadores

En la Cámara de Diputados sigue en curso el proceso para la aprobación de los seis instrumentos que conforman el Paquete Legislativo de Recuperación para el Sector Cultural en México.

El presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía, Sergio Mayer, enfatizó que ante la emergencia nacional por el coronavirus (Covid-19) se deben generar nuevas soluciones que respondan a los urgentes apoyos que requiere el sector, como la tasa cero para librerías y la remuneración a la cual tienen derecho por ley miles de creadores por concepto de copia privada.

Asimismo, se debe realizar la reasignación de recursos públicos a programas emergentes que apoyen a la comunidad cultural y artística.

El presidente de la comisión legislativa destacó que es importante que los recursos no se extingan, como lo anunció la Secretaría de Cultura, y que se mantenga la perspectiva de los apoyos a los creadores; sin embargo, habrá que seguir de cerca el proceso que se está generando para los nuevos mecanismos de apoyo a creadores y la protección del patrimonio cultural. (Con información de Marisol Velázquez)

katia.nolasco@eleconomista.mx