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De dragones amistosos y mundos de tinta
Con un imaginario fantástico que parece interminable, los libros de Cornelia Funke son la puerta a la mitología sajona, hindú y celta.
Algunos la llaman la JK Rowling alemana. Más debería ser al revés: Rowling es la Cornelia Funke inglesa.
Funke (Alemania, 1958) es la autora de varios libros para niños (y para adultos a los que no les da pena leer un libro con dibujos en el metro) y es, posiblemente, la mejor escritora del género infantil hoy en día.
En una entrevista dijo que ella no sería escritora si no se hubiera encontrado con la versión de la saga del rey Arturo escrita por TH White; versión ésta, llena de chistes y giros fantásticos. Es importante notar el dato: un libro cómico para niños, basado en una de las mitologías más antiguas de Occidente, fue el punto de partida para Funke. Eso explica mucho el tono de sus libros.
Funke originalmente es ilustradora, pero comenzó a escribir pequeñas historias y de ahí se siguió el hilo.
Hoy cuenta con decenas de títulos, de entre los cuales se encuentran tres series fantásticas (Inkheart, Reckless y El jinete del dragón), pero también cuentos individuales que bien pueden servir para iniciar a un niño en el placer de este mundo de los relatos escritos.
Los libros de Funke rezuman imaginación y amor por los libros. Decía Borges que no se sentía orgulloso por los libros escritos, sino por los leídos. Así Funke, que no teme llenar sus libros de referencias: quiere que los suyos sean camino a otros castillos de libros.
En la obra de Cornelia Funke es indispensable la mitología. En su serie El jinete del dragón (FCE, todos los libros de Funke en español están editados por el Fondo de Cultura Económica) los personajes casi saltan al regazo del lector. Llenos de figuras de la mitología nórdica, sajona, celta y hasta hindú, los dos tomos que conforman las aventuras de Ben y Lung son atípicos en la literatura para niños: están llenos de acción, sí, pero también llenos de ideas para masticarse suavemente.
Ben es un huérfano que tiene la suerte de tropezarse con la cola de un dragón. Ese dragón es Lung, quien reconoce en el niño a aquel que la profecía llamó “el jinete del dragón”.
En la primera parte de la historia, Lung debe encontrar hogar para él y los dragones que sobreviven apenas en un valle de Escocia. Juntos, el dragón y su jinete emprenderán el viaje iniciático hacia la India donde a ambos el destino les depara, por supuesto, sorpresas.
En la segunda parte de la saga, El jinete del dragón: la pluma de un grifo, el antes huérfano Ben tiene ahora una familia: los Wiesengrund, una especie de naturalistas de las criaturas fantásticas, pero una pena invade su corazón: Lung se encuentra muy lejos; jinete y dragón han de estar separados. Pero estos nuevos avatares los reunirán cuando tengan que salvar a los últimos pegasos del mundo.
Otros libros para conocer a Cornelia Funke: Triloga Inkheart: Corazón de tinta
Verdadero homenaje al amor por los libros y el arte de hacerlos. Ojo: de hacerlos como objetos, no de escribirlos. De hecho, la trilogía Inkheart se burla de la arrogancia de los escritores, que creen que sólo su palabra importa y no el modo en que está impresa.
Una familia es absorbida por libro mágico que los mete en un cuento de hadas. Qué bonito, ¿no? Pronto se darán cuenta que no hay lugar más tenebroso que uno que se quedó atorado en una pseudo-Edad Media. ¿Quieren vivir felices para siempre? En un cuento de hadas crecido a su antojo ese tipo de finales no tienen cabida.
Reckless
La serie Mundo de espejo, también conocida simplemente como Reckless, canta la oda de Jacob Reckless, un niño de 12 años que un día decidió saltarse del otro lado del espejo y ahí quedarse. Con una estética steampunk (es decir, que mezcla elementos contemporáneos con aquellos de la era del vapor), la serie se torna oscura como si nos fuéramos internando cada vez más en un bosque de Sajonia. No tan bien lograda como Inkheart, Reckless es el trabajo más “adulto” entre los de Funke.