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El apoyo al libro electrónico debería ser política pública
Bernardo Jaramillo, del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, comenta que, en contra lo que pudiera? pensarse, los datos y cifras en el tema son muy escasos.
El libro electrónico, quién lo duda, ya es una realidad en el mundo editorial, con todas las disyuntivas que plantea. Y por eso, el Foro Internacional de Editores y el Encuentro de Librerías y Editoriales Independientes Iberoamericanas Otra Mirada, que se realizan en el marco de la FIL Guadalajara, le han dedicado buena parte de sus reflexiones. Por eso también la charla La situación actual de la producción de libros digitales en Iberoamérica se anunciaba como un buen lugar para conocer un diagnóstico del tema en la región.
Y por eso también es sintomático que Bernardo Jaramillo haya iniciado la charla con una sentencia bastante elocuente: No hay mucha información sobre el libro electrónico en América Latina .
El subdirector de Producción y Circulación del Libro del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc) indicó que, contrario a lo que pudiera pensarse, resulta muy difícil rastrear datos confiables sobre lo que está ocurriendo con la producción de libros electrónicos en la región.
Lo único que ha podido hacer el organismo, explicó, es rastrear datos a partir de las bases de datos del ISBN, pero esto no garantiza nada, son datos que requieren una depuración importante .
LO PEOR, LAS VENTAS
No obstante el inconveniente, añadió Jaramillo, desde el Cerlalc han podido obtener algunos datos: en el 2011, la producción editorial en América Latina registró 164,736 títulos, de los cuales 21,757 fueron electrónicos.
Para dar una idea de cómo creció el sector, abundó que en el 2003 la cifra llegaba apenas a 2,300 títulos, y el crecimiento más notorio ocurrió el año pasado. Estas cifras, detalló: Sirven para comprobar que América Latina está más o menos a la par de la tendencia que se está teniendo en el mundo, al menos en la producción de libros electrónicos. Otro asunto son las ventas .
El representante del Cerlalc explicó que mucho de lo que ocurre con el libro electrónico tiene que ver con el acceso de la población a la tecnología. En una secuencia de gráficas detalló que, según estudios del organismo, en México hay 10.6% de población suscrita a un servicio de banda ancha. Añadió que es un porcentaje bajo considerando que en el primer mundo ronda 40 por ciento.
En ese sentido, el país más aventajado de la región es Uruguay, con 13.5 por ciento. Y la brecha se magnifica cuando se habla de banda ancha móvil, pues mientras en España la proporción ronda 40.9%, en México apenas llega a 4.6 por ciento. Esto se explica por la débil infraestructura de red que hay en la región y, sobre todo, por los altos costos que implica el uso de la misma , dijo Jaramillo.
Con esto datos como referencia, el funcionario dijo a los asistentes que una de las prioridades del Cerlalc es la preparación del documento titulado Hacia un manifiesto del Libro Electrónico , que plantee a los gobiernos de la región una suerte de agenda para definir políticas públicas que contribuyan a fortalecer la producción, pero sobre todo la difusión, del acervo cultural en formatos electrónicos.
Si de verdad queremos que nuestra obra sea visible en un contexto de alta competencia, el tema de la visibilidad no puede entenderse de otra manera que no sea como una política cultural , refirió Jaramillo.
En ese sentido, añadió para concluir su ponencia, que todas las baterías están enfocadas en tener el documento listo a finales del 2013, con la idea de entregarlo a los gobiernos como una suerte de recetario de cómo deben apoyar al libro electrónico .
Los apuntes preliminares del documento se pueden consultar en el sito cerlalc.org/files/tabinterno/76de6d_Manifiesto_Libroelectronico.pdf