Eliseo Alberto: la suspensión temporal de la incredulidad

Eliseo Alberto, fallecido el 31 de julio de 2011 y quien poseía un manantial de historias para contar , fue homenajeado por Jorge F. Hernández, Gonzalo Celorio, Sergio Ramírez, Rafael Rojas y María José –hija de Lichi–, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Celebraron los frutos de su ingenio y su fértil imaginación.

Jorge F. Hernández evocó y celebró su amistad con Eliseo Alberto y su perfecta imaginación : Me prohíbo olvidarte. Eres, más que nunca, pura literatura, Lichi, convirtiendo todas las mentiras y todos los cuentos en la pura suspensión temporal de la incredulidad, que tanto citaba papá Eliseo Diego del poeta Coleridge. Intento celebrar una vez más tu prosa genial, las crónicas precisas y minuciosas, tu piel de poeta y, sobre todo, tus novelas geniales. Celebro cada una de tus páginas y tus ensayos donde dejabas que cayera un poco de lluvia para que dejara de ser el aburrido género que se aleja de toda ficción. Celebro el largo espejo autobiográfico que fue Informe contra mí mismo, el reflejo de un inmenso absurdo, esa cicatriz abierta de una isla que se quedó en tu corazón y a donde ahora ha vuelto tu sombra, vagando entre México y Cuba .

Gonzalo Celorio resaltó la pasión crítica de Eliseo Alberto: La nostalgia, como él mismo dice, es una forma pacífica de la rabia. Lichi es poseedor de ese raro oxímoron que tanto encomiaba Octavio Paz: la pasión crítica. La suya es una crítica fría y enardecida a un tiempo, objetiva y amorosa, enérgica y conciliatoria. Lichi reconoce los extraordinarios logros sociales de una revolución que en su momento abrió tantas esperanzas en América Latina, pero también señala el deterioro que ha sufrido Cuba a lo largo de los más de 45 años que Fidel ha permanecido en el poder .

Sergio Ramírez recordó Caracol Beach, novela de Eliseo Alberto que los hizo hermanos siameses tras ser galardonados simultáneamente con el Premio Alfaguara de Novela –Ramírez por Margarita está linda la mar–. Aseveró que Caracol Beach es una novela de feroz nostalgia y soledad, la soledad de la locura y el desarraigo, el urgente deseo de morir como una saga del desespero y la desesperanza .

Rafael Rojas consideró que Eliseo Alberto fue un escritor que regresaba –literariamente– a su ciudad –La Habana– y que no dejaba de escribir nunca, que pensaba en novelas imposibles todo el tiempo. Hasta sus últimos minutos en la ciudad de México estuvo pensando literariamente, inventando personajes, ideando tramas. Dejó varios manuscritos. Uno de ellos es un libro de memorias sobre su padre, Eliseo Diego.

María José de Diego mantuvo la tradición de su padre de leer en público y leyó fragmentos de Caracol Beach.

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