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La industria relojera mexicana supera crisis
A seis años de su creación, el Salón Internacional de la Alta Relojería, al reunir a los creadores con los clientes finales, ha influido en la madurez de esta industria en México.
A seis años de su creación, el Salón Internacional de la Alta Relojería, al reunir a los creadores con los clientes finales, ha influido en la madurez de esta industria en México, la que en 2007 crecía a dos dígitos anuales, pero que necesita una visión de largo plazo para consolidarse, además de constituirse en una organización gremial en busca de apoyo de las políticas públicas.
El Salón Internacional de la Alta Relojería (SIAR) surgió en 2007 como una necesidad de la industria; y ha adquirido tal importancia que forma parte de los tres salones internacionales que existen en el mundo, junto con los de París y Londres, que ya han sido aprobados por la relojería de Suiza.
En 2007 existían los ingredientes para recibir un evento como el SIAR, en el cual confluyeran los intereses del sector: el mercado crecía a dos dígitos, México era ya un receptor adecuado de los productos de lujo y los joyeros iniciaban un proceso de migrar de negocios familiares a empresas más estructuradas , dijo en entrevista Carlos Alonso, director y fundador de la feria internacional mexicana de la alta relojería.
Consideró que el SIAR ha adquirido relevancia mundial porque, al ser la primera feria en iniciar en el otoño, los relojeros internacionales la ven como una plataforma importante por ser el principio de la temporada .
Otro factor que ha contribuido a que el SIAR adquiera relevancia mundial tiene que ver con la pequeña producción de relojes 20,000 relojes al año produce Bacheron Constantine, por ejemplo, que sólo se ocupaban de los mercados europeo y asiático, e ignoraban el mercado latinoamericano, aunque éste crecía.
En consecuencia, el salón ha abierto los ojos a las casas matrices de relojería sobre la importancia del mercado mexicano y latinoamericano, pues existe un público con cultura relojera y capacidad de consumo, un descubrimiento que se asocia también al enfriamiento del mercado asiático .
El SIAR ha ayudado a que las casas matrices piensen también en una estrategia balanceada entre Asia y Latinoamérica, de largo plazo, como mercados emergentes .
Pero el salón, al impulsar el contacto entre los creadores y el público final, también ha superado filtros de los intermediarios, pues marcas que consideraban que no funcionarían con el consumidor mexicano son exitosas y a la inversa, explicó Carlos Alonso.
Además de los impuestos al consumo de lujo que existen en los países como Brasil y Argentina, que ahuyenta a la industria, el éxito del SIAR se debe también al Tratado de Libre Comercio de México con Suiza, que establece un impuesto cero a la relojería, desde hace una década, lo que ha coadyuvado a que se consolide este mercado en México.
Carlos Alonso consideró que el mercado mexicano siempre ha tenido respeto y pasión por los grandes estandartes históricos, consolidados, como Patek Philippe, Rolex, Cartier o Vacheron Constantine; y que el Salón ayuda a los clásicos a tener un escaparate en donde exhibirse, pero también a las nuevas marcas como Montblanc, Piaget, Chopard, y a los pequeños creadores independientes como MB&F (Maximilian Büsser and Friends), Urwerk, DB Young, que son pequeños atelier. En suma, el SIAR propicia que vayan directamente al cliente final sin pasar por el intermediario.
El director del SIAR advirtió que el 2007 era el comienzo de la crisis, pero la industria tuvo éxito impulsado por el salón, y que en 2008, ante la crisis, las marcas internacionales comenzaron a pensar en invertir en esta feria mexicana: se encargaron de traer joyeros, coleccionistas y amigos de otros países de América Latina.
La sexta edición de esta feria internacional de los joyeros mexicanos se llevará a cabo los días 2, 3 y 4 de octubre en la ciudad de México, cuya característica es el regreso al reloj neoclásico, extraplano y extrafino. Participarán 40 marcas. El SIER espera a 3,000 visitantes.