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Arte e Ideas

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Las inagotables mitologías del dibujo

La Galería José María Velasco expone la obra gráfica de tres dibujantes jóvenes: sus criaturas y sus simbologías.

ECONOMISTA

Este fin de semana la Galería José María Velasco inauguró la exposición triple Susurros en la niebla. Punto, línea y mancha, con una reunión de 41 trabajos en dibujo que muestra las tantas posibilidades mitológicas de esta técnica.

Nueve obras de la artista plástica Mayra León se exhiben en la sección que la curaduría ha llamado “El ombligo de la luna”, mientras que Víctor Lucero expone “Antes de que salga la luz”, una única pieza de gran formato: un rollo de 12 metros de largo con un paisaje horizontal heterogéneo en iconografía. El resto de piezas en exhibición, una treintena, compone el detallado cómic sobre el eros y el tánatos, “Necronomicómix”, de Gerardo Rivera Kura.

Curada por Alfredo Matus, la muestra es prácticamente periférica: ocupa los cuatro muros básicos de la galería y, para facilitar la viabilidad de los formatos de las piezas, presenta agrupados los trabajos de cada artista. A lápiz o con lápices de colores, a tinta, acuarela o pintura acrílica, cada creador cuenta sus motivos.

Si el zócalo hablara

“Mi obra trata sobre el zócalo como un espacio donde confluyen la historia, los mitos y las personas. En estos dibujos quise desarrollar imágenes en las que el zócalo es un escenario pero también una persona que está latente tanto en la historia del país como en la historia personal”, explica Mayra León frente a sus dibujos a lápiz y a carbón, representaciones de las cosmogonías prehispánicas entremezcladas con otras evocaciones históricas o contemporáneas, identitarias de lo mexicano.

En uno de sus dibujos, León ha recreado la plancha del zócalo como si fuera la piedra donde se labró el relieve de la figura desmembrada de la Coyolxauhqui y, donde corresponde a la cabeza de la deidad, ha puesto la de una mujer. Es su reclamo gráfico ante los altos índices de violencia contra las mujeres en el país.

“Mi historia personal se toca con la historia colectiva. Como andante he pasado por el zócalo infinidad de veces y cada vez que paso por ahí no sólo me maravilla el espacio físico sino que me maravilla su historia, y mi historia personal que se ve unida a la experiencia colectiva. Simbólicamente la vida del país pasa por el zócalo”.

En total presenta seis piezas de dibujo en papel de 80 centímetros por 1.2 metros, tres libros de artista y tres ensamblajes con hoja de oro sobre acrílico, con representaciones de simbologías prehispánicas, como un conejo en la luna o la representación de la deidad Tonatiuh tal como fue esculpida en el primer círculo de la “Piedra del sol”, un monolito que permaneció sepultado en el zócalo por más de 200 años.

Paisajismo enrarecido

“Antes de que salga la luz” es la pieza única que presenta Víctor Lucero. Es un rollo de 90 centímetros por 13.2 metros, integrado por 11 láminas de estireno dibujadas totalmente en tinta, acuarela y acrílico. Su autor lo describe como “un paisaje enrarecido con el uso de mitologías y símbolos que interactúan y proponen un código abierto (de interpretación)”.

Víctor Lucero explica que es la condensación de los distintos estados psicoemocionales de sus días mientras creaba la pieza. Animales míticos, pequeños y de tamaños descomunales: águilas, serpientes, tortugas, salamandras, coexistiendo un paisajismo natural y astral, con referencias mezcladas de lo mítico y lo pop, del occidente y del pensamiento oriental como parte del todo que integra cada imaginario personal. En este caso, el artista ha mostrado su propio imaginario.

“Las ideas que tenía cuando lo empecé no eran lo mismo cuando fue avanzando. Al vivir pérdidas y tener gozos se venían imágenes a la cabeza. El guion (de la obra) era únicamente lo que me estaba sucediendo. Producir toda la pieza me tomó cinco meses y me tomó dos años exhibirla porque las agendas del INBAL requieren mucha anticipación. No la podía exhibir”.

Un cómic como el tarot

El trabajo de Gerardo Rivera Kura, “Necronomicómix”, es el más destacado.

Es un cómic sin diálogos con escenas distintas la una de la anterior, muchas de ellas cargadas de fuertes escenas eróticas, sangrientas, paranormales; con dibujos quiméricos y abundantes cantidades de ilustraciones de transgresiones diversas y algunos escenarios que sugieren escenas como las de H.R. Giger o El Bosco. Algunas escenas apocalípticas y otras más surrealistas; con seres habitando, con cierta cotidianidad, los peores dilemas y tragedias.

Resulta hipnótico el nivel de detalle y la cantidad de escenas dispuestas en cada pieza de la selección de 28. Cada ilustración provoca pero también invita a mirarla con escrutinio.

“Está inspirado en las historietas o cómics tradicionales. Pero yo rompo con la estructura clásica, lineal y consecutiva. Pretendo hacer un cómic experimental y que cada espectador haga su propia historia desde la experiencia cultural, social, religiosa o política. Por lo mismo hay un abigarramiento de personajes, símbolos, referencias religiosas. Sí pretendo que cada quien pueda interpretarlo como a los arcanos del tarot”.

Eros y tánatos

La muerte y el erotismo, el eros y el tánatos, son los ejes principales de su propuesta, según explica Rivera Kura. “Dentro del macrocosmos, que es toda la obra, hay microcosmos que hacen de la obra algo que hay que ver con mucho detalle”.

Robert Cromb, Moebius, Milo Manara, son sus influencias gráficas de los cómics.

“Me atrevo a ser un poco explícito, sin caer en lo vulgar. Hay una línea muy delgada entre el erotismo y la pornografía. Trato de no transgredir ese límite”, argumenta.

Susurros en la niebla. Punto, línea y mancha se presenta en la Galería José María Velasco, Peralvillo 55, Peralvillo, hasta el próximo 5 de mayo.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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