Llega la quinta edición de Robotics by Olamí ORT, con inscripciones aún disponibles

El próximo 11 y 12 de abril se llevará a cabo la quinta edición de Robotics by Olamí ORT. Se trata de una competencia que tiene como objetivo promover la participación de estudiantes y profesores desde nivel primaria hasta universidad, todo desde la aplicación de la robótica. Para ello se promueven nuevos retos y actividades relacionadas con la ética, innovación y creatividad así como la interacción y proyección mundial, creando lazos con otros países con certificaciones internacionales.

Esta invitación está abierta todavía para las escuelas que quieran inscribirse en sus diferentes categorías: Sumo lego, seguidor de línea, bristle race robo jam, explorer space, fútbol junior y profesional, combate, drones carrera aérea, carrera de insectos, entre otras competiciones. En su última edición, lograron congregar a más de 60 escuelas con un total de 120 robots.

A propósito del encuentro, Blanca Martínez, coordinadora de Robótica no explica que es un momento único en el que las escuelas poco a poco integran sus talleres de robótica a la currícula habitual o como clases extras de tecnología, “en estos espacios se empieza diseñando cosas sencillas como un elevador, un semáforo, un seguidor, una balanza; pequeños proyectos que empiezan a vivir en el colegio para que posteriormente tengan una madurez de conocimiento y desarrollo para poder empezar a emprender en las competencias”.

Despertando destreza y vocación

Robotix by Olami no es solo una competencia, es un evento que busca promover la parte educativa básica y conectarla con la parte universitaria. “A pesar de que son categorías diferentes buscamos la convivencia para que los niños vean el legado que dejan los grandes y así es como las generaciones se van formando y trascendiendo”.

Martínez asegura que es muy importante que los niños de alguna manera comiencen a realizar diferentes tipos de prototipos para que desarrollen su capacidad de competencia, una habilidad que permite absorber diferentes tipos de aprendizaje. Además la convivencia entre niños y jóvenes también es muy importante y motivadora, “los más grandes traen prototipos más desarrollados y se comparten, es un espacio para relacionarse y mostrar sus habilidades digitales y tecnológicas en medio de una competencia sana”.

Detalla que hay talleres, que son una parte complementaria, también para que puedan tener un aprendizaje más en este espacio de competencia. También hay charlas con competidores que ya están en otros niveles o incluso compitiendo en el extranjero, muchos de los asesores son campeones internacionales y al ser jueces, siguen educando en reglamentos y comportamientos, algunos más siguen compitiendo.

“Afortunadamente cada vez las competencias implementan más las habilidades STEM y las integran interdisciplinariamente, incluso con las artes, porque los robots se pintan, tienen diseño y los presentan ad hoc, por ejemplo para la categoría de sumo, el robot es artístico y ligero”.

Aprendizajes del pasado

Martínez comparte que al ser la quinta edición, están más preparados. “Hemos aprendido, por ejemplo, las categorías eran solo amateur y profesional, sin embargo los pequeños de primaria baja no podían competir porque no entraban en las categorías, ahora lo que estamos haciendo es que desde pequeños ya puedan enfrentarse a este tipo de desafíos y convivencias con categorías diseñadas para ellos, por ejemplo, que un prototipo pueda correr en línea recta, con un motor y una pila. Los pequeños aquí tienen que ser muy diestros para ver qué necesitan para que su prototipo sea más veloz”.

Se logran ademas certificaciones internacionales, quienes logran los tres primeros lugares, pueden aspirar a ir a Colombia, Ecuador o países hasta del continente asiático. “Nosotros queremos mostrar que la robótica no es un proceso difícil y no tiene que pasar mucho tiempo para que se pueda apreciar y lograr. Por eso tenemos diferentes categorías y niveles, hasta llegar a un combate de 13 libras y con más detalle en la mecánica y programación”.

Martínez concluye que la idea es alentar a que las escuelas con sus diferentes tipos de proyectos encaminen a este tipo de materias y a relacionarse con la robótica; detalla que también cada vez son más niñas las que participan de estos encuentros y eso es fundamental pues romper el techo de cristal es una labor que comienza desde las primeras etapas de la vida. “Una niña que encuentra su lugar en este tipo de espacios es comprometida y muy competitiva, ellas obtienen muy buenas preseas”.

Para inscripciones y más detalles: https://robotics.olamiort.edu.mx/

nelly.toche@eleconomista.mx