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Arte e Ideas

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“Sean guerreras, salgan de su casa, vayan a la universidad”

Estudiantes de posgrado en la Universidad de Guerrero quieren aplicar su conocimiento científico en sus comunidades, a pesar de la situación de violencia en el estado.

BALAZOS, MUERTOS, desaparecidos. Son las imágenes que nos llegan día a día desde el Estado de Guerrero, uno de los más pobres del país. La situación no podría ser más desalentadora. Y sin embargo, en medio de toda la violencia que se vive en el Estado, hay historias de superación y esperanza que deben difundirse.

Son 31. Son mujeres. La mayoría son indígenas. Estudian la maestría o el doctorado en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro). Son guerreras que, contra viento y marea, venciendo multitud de obstáculos, trabajan para convertirse en inmunólogas, biotecnólogas, especialistas en matemática educativa, expertas en sustentabilidad, ecólogas marinas. Más aún, quieren usar el conocimiento científico y las habilidades que les proporciona la Universidad para ayudar a sus comunidades.

Al 2015, en la UAGro había 964 estudiantes de posgrado: 770 en maestría, 145 en doctorado y el resto en especialidad. Cerca de medio centenar son indígenas. La Universidad cuenta con 42 programas de posgrado, 26 de los cuales pertenecen al Programa Nacional de Posgrados de Calidad. Este reconocimiento garantiza diversos tipos de becas para los estudiantes inscritos en esos posgrados.

Nací en Acapulco, Guerrero. Nací en una costa, así que amo el mar, me apasiona. Actualmente estudio el doctorado en Ciencias Ambientales , dice la ecóloga marina Wendy Castañón Martínez. Le preguntamos cuáles son sus metas. Quiero hacer investigación, como mujer lograr la aceptación por parte de mi familia, que vean que lo que hago está bien, es bueno y me hace feliz. Quiero ser investigadora o quizás establecer una consultoría ambiental, sería muy importante para mi y le daría empleo a otras personas . Wendy lleva 7 años trabajando en laguna de Tres Palos con una comunidad semi-rural. Actúo como intermediaria ayudándoles a gestionar proyectos, conseguir recursos .

Amparo Brito Suástegui nació en Quetzalapa, en la Costa Chica, Guerrero y estudió para química bióloga parasitóloga. Me dediqué un tiempo a la investigación pero gracias a que salí del Estado y me fui durante un año a Michoacán me di cuenta que hay otras forma de trabajar, no sólo en lo clínico en un laboratorio. Ahí [en Michoacán] había otras fuentes de trabajo, por ejemplo, como gestor de calidad de una empresa: Uruapan es la capital mundial del aguacate. Hay muchas empresas que solicitan alguien capacitado para que atienda todo el proceso de producción. Ahora estoy enfocada a la biotecnología y estudio una maestría en Competitividad y Sustentabilidad; un posgrado conjunto con la industria dice con orgullo. En su proyecto de maestría, trabaja para desarrollar un biosensor para detectar plaguicidas en alimentos. Brito explica que ya existen los biosensores pero sólo en el laboratorio. Hay agricultores en Guerrero que desconocen los límites permisibles de plaguicidas que debe tener un alimento y un detector de este tipo sería de gran utilidad. Por lo pronto se enfocará en la producción de mango. Sin embargo a futuro lo tiene muy claro: Mi proyecto personal es trabajar con aguacate, me gustó mucho cómo se trabaja en Uruapan y quiero ver si se puede meter ese tipo de cultivo en Guerrero. Iniciar una empresa y de ahí algo personal tener una casa, un auto, algo que sea solo mío .

Cumbre de género

Tuve oportunidad de conocerlas el pasado miércoles 27 de abril mientras participaban en el Taller Creando futuros en ciencia desarrollado conjuntamente por Portia Ltd, Reino Unido; Fraunhofer Gesellschaft, Alemania y la Universidad de Tel Aviv, Israel y financiado por la Fundación Elsevier. El Taller se impartió durante la Cumbre de Género 8 para América del Norte y Latinoamérica (Gender Summit 8 North & Latin America).

Yo soy originaria de Polonia , explica Elizabeth Pollitzer, directora y cofundadora de Portia Ltd. No teníamos nada material, pero teníamos aspiraciones y valorábamos el conocimiento. Mis padres nos decían: ‘puedes perder todo pero no puedes perder tu conocimiento porque es lo que nos hace quienes somos’. Por ello, considero muy importante venir y hablar con mujeres que pueden sentir que el mundo está en contra de ellas. Tener acceso al conocimiento científico les permitirá tomar mejores decisiones , agrega la doctora Pollitzer, biofísica de formación.

Portia Ltd es una organización dedicada a mejorar la equidad de género en la ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), promoviendo la inclusión del género en las STEM.

El Taller impartido el miércoles pasado es una adaptación de uno muy exitoso probado en Europa. El Taller orienta a las participantes sobre el tipo de oportunidades que podrían tener en su carrera , dice Pollitzer. No queremos perder todo ese talento, queremos que se incorporen a la actividad científica porque sabemos que con ellas la ciencia se enriquece. El mensaje es que aunque puedan sentir que su situación es muy difícil, en algún punto mejorará .

Por supuesto, la vida y condiciones de las mujeres en Europa son diferentes a las de México y Latinoamérica, por lo que este Taller es un piloto que busca adaptar el exitoso modelo europeo para ayudar a mujeres que no tienen las mismas circunstancias positivas pero que igualmente, tanto sus países como la ciencia las necesitan. Tienen el entusiasmo de querer lograr algo y, con ello, cambiar sus vidas y las de sus familiares. Nosotros trabajamos con eso , resalta Pollitzer.

Berenice Illades Aguiar, directora general de Posgrado e Investigación en la UAGro considera que la cumbre y el taller son una gran oportunidad para que las estudiantes amplíen sus horizontes y se den cuenta de que a través de relaciones nacionales e internacionales pueden apoyar a sus comunidades. Son la unión clave entre la dimensión regional con la nacional e internacional , dice la doctora en biología clínica y añade: esto se debe aprovechar por ellas pero también por las instituciones internacionales .

Las 31 mujeres que estudian su posgrado en la UAGro tienen algo en común: forman parte del Programa de Fortalecimiento Académico para Indígenas, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). Con este programa, estas jóvenes reciben becas de posgrado, apoyos de incorporación de mujeres indígenas para el fortalecimiento regional y/o apoyos complementarios para poder realizar sus estudios.

Antonia Hernández es originaria de Chachayaco, Guerrero. Estudió la licenciatura en matemáticas en el área de estadística y ahora cursa su maestría en matemática educativa. Siempre le gustaron las matemáticas. Desde la primaria. Entre todas las tareas, prefería hacer primero la de matemáticas y luego todo lo demás , dice con orgullo. Con su posgrado Antonia espera tener otra perspectiva, otra manera de sobresalir y con ello apoyar a mi familia y luego a mi comunidad en lo que pueda . Le pregunto, qué quiere lograr con sus estudios: Mostrar que las matemáticas están en todas partes, que las ocupamos inconscientemente. Yo lo veo con mi familia: les planteo problemas ¡y me entienden! Siento que los resuelven fácilmente. Me llena de emoción mostrarles que ellos hacen matemáticas sin darse cuenta .

El siguiente paso en el Taller, es asignar a cada una de estas becarias una mentora (o varias) que las apoyarán y acompañarán a lo largo de su posgrado. Ahora que conocemos las expectativas de estas jóvenes es más fácil encontrar una mentora que les ayude a convertir sus metas en realidad. La razón de ser de la cumbre es construir una comunidad de profesionistas y expertas , explica Pollitzer.

Esperanza

Nadia Alvarado Salas nació en Acapulco, estudió la licenciatura en Sociología de la Comunicación y la Educación y actualmente cursa la maestría en Gestión para el Desarrollo Sustentable. Antes hizo un año de historia, porque quería ser historiadora , dice pero la maternidad truncó ese sueño. Tuve que decidir entre ser mamá y dedicarme al bebé o tener al bebé y luego regresar a la escuela. Intenté regresar pero descubrí que estaba embarazada por segunda vez. Tengo tres hijos, de 19, 17 y 15 años . Cuando su hijo mayor cumplió los 7 años regresó a la Universidad, pero para permanecer en Acapulco, donde no hay la carrera de historia, optó por una nueva área. Con su proyecto de posgrado busca darle visibilidad a la Asociación de Mujeres Indígenas y Afromexicanas radicadas en Acapulco (AMIARA). Una forma de hacerlo es a través del periodismo. Escribí en una página que se llamó Afromexicanos del 2004 al 2009. Después para la revista Fandango, voces de los pueblos costeños. ¿Qué sentido tiene hablar de esto? Nos estamos perdiendo la mitad de la película. Los afromexicanos han aportado mucho a la historia de este país, Vicente Guerrero, Morelos, Juan N. Alvarez fueron afrodescendientes, Emiliano Zapata se asumía como el mestizo perfecto mezcla de indio, negro y español. Y no hablemos de la parte de las mujeres que están mucho menos representadas y visibilizadas .

Suele decirse que ante las peores circunstancias aflora lo mejor de uno, y las historias de todas estas mujeres son ejemplo de ello. Nacieron con todo en contra. En comunidades aisladas, son mujeres, discriminadas, viven rodeadas de violencia.

Cuando empezó todo teníamos miedo, pero no sé si nos estamos adaptando, conformando o aceptando la realidad y decimos ‘tengo que vivir, tengo que salir, tengo que hacerlo’ , explica Brito. Aprendes a vivir con eso, es parte de tu realidad y no te queda más. Te limita muchas cosas estar previendo siempre , dice Hernández.

A pesar de todo, estas mujeres, todas ellas sin excepción, miran al futuro con esperanza. Sus sueños son el motor que no les permite dejarse vencer.

Los que no estudian se pierden de conocer la vida desde diferentes enfoques , dice Hernández. Aquí [en la Cumbre] conozco a otras personas y digo: ‘pero si ellos pudieron por qué yo no’. Sí, a veces se te pueda complicar, a algunos más que otros, pero creo que todo es posible, solo es cuestión de decisión y perseverancia .

Para Castañón, hay que creernos que nosotras podemos [...]. Hay que empoderarnos . Su mensaje a otras jóvenes como ella es claro: Que no se dejen. Que sean unas guerreras, que se atrevan, que salgan de sus casas y que vayan a la Universidad .

Un mensaje de esperanza para todos y un ejemplo a seguir.

Mujeres apasionadas por las ciencias

Wendy Castañón Martínez

Acapulco, Guerrero.

Estudié ecología marina porque nací en una costa, así que amo el mar y me apasiona. Actualmente estudio el doctorado en ciencias ambientales en la UAGro como becaria Conacyt .

Qué quieres lograr

A futuro me gustaría hacer investigación, pero lo que más me llama la atención es ayudar a las comunidades, llevo trabajando siete años en laguna de Tres Palos con una comunidad semirural. Actúo como intermediaria ayudándoles a gestionar proyectos, conseguir recursos, puedo apoyarlos siendo una facilitadora.

¿Qué te ha dado la ciencia?

Como mujer siempre se nos educa a no cuestionar, a obedecer, a ser sumisas. La oportunidad de entrar a la Universidad, de poder cultivarme, tener una educación me ha ayudado y me ha llevado a cuestionar todo, por qué tengo que seguir con un papel histórico, por qué solo puedo ser esposa o madre, y me ha llevado a lugares como éste, una cumbre de género en donde yo hace unos meses no me hubiera visto, a conocer gente muy interesante, de otros países, con otra mentalidad, conocer lo que están pensando las investigadoras de esos países.

¿Qué problemas ves en tu campo de interés?¿Qué te preocupa?

Cada año hay inundaciones, pero se toman medidas erróneas porque el gobierno responde dragando la laguna o con actividades que no toman en cuenta ni a las comunidades, ni la dinámica lagunar, ni las especies. Hacen obras que se vean grandes y modifican a la laguna, dañando la biodiversidad, afectando a las personas que viven de esos animales.

¿Te ves a ti misma como indígena?

Claro que sí, soy de origen indígena. Mi familia materna son indígenas mixtecos de Pinotepa Nacional en Oaxaca. Por parte de mi papá somos guerrerenses de Xaltianguis. No hablo lengua indígena, conozco muy poquito porque no me la inculcaron, como nací en Acapulco y no estuve en contacto con mis raíces. Pero mi mamá y mis familiares si lo hablan.

Discriminación

En mi familia me apoyaban pero para estudiar un oficio solamente. Y yo no quise. Yo me empeciné que quería estudiar una carrera. Entonces me dijeron que estudiara medicina o derecho, pero a mi me atraía el mar. Tuve mucho rechazo de mi madre porque ella no quería que estudiara esta carrera, prefería que pusiera un negocio o me dedicara a mi casa. Pero me puse un poco rebelde. Me fui a inscribir yo sola a la Universidad. De hecho yo me fui a inscribir a la prepa. Yo busqué por mi cuenta la manera de hacer un posgrado. No tuve respaldo de la familia, me decían: ‘para qué estudias tanto, no vas a encontrar marido, ya estás muy grande, vas a tener nietos, no hijos’. Hay mucha presión social. Las mujeres de Guerrero tienen hijos entre los 15 y 20 y yo ya tengo 28.

Sacrificios y retos

Soy viuda, mi pareja falleció, estábamos estudiando juntos la maestría. Cuando murió me encontré sola. Tuve que dejar mi maestría en desarrollo regional porque me quedé prácticamente sin nada y salir a trabajar, sobrellevar mi depresión, superar mi soledad.

Pero tuve la oportunidad de encontrar la beca Conacyt para poder volver a mis estudios, optar por un doctorado y tener la satisfacción de volver a lo que me gusta: la investigación. Me considero buena investigadora, amo y me apasiona lo que hago, amo la laguna como no tienes una idea.

¿Cómo te afecta la violencia?

No puedo ir tan tranquila a mi área de estudio. Como mujer no puedo ir sola, tiene que ir un hombre, no puedo salir de madrugada o muy tarde porque hay situaciones. En redes sociales hay rumores de toques de queda. A los estudiantes nos afecta porque estamos con miedo.

Retos y metas

Que me vean como investigadora, como mujer, lograr aceptación por parte de mi familia: que vean que lo que hago está bien, es bueno y me hace feliz. Quiero poder realizarme como mujer y como persona, académicamente me gustaría lograr insertarme en la investigación. Quiero ser investigadora o si no establecer mi consultoría ambiental, eso sería muy importante para mi y le daría empleo a otras personas.

Inspiración

Mi mamá, porque a pesar de que no está de acuerdo, me deja, y a pesar de que se enoja con mis decisiones, las acepta, y me motiva.

Mensaje

Que no se dejen. Que sean unas guerreras, que se atrevan, que salgan de sus casas y que vayan a la Universidad.

Propuesta

Creernos que nosotras podemos, muchas veces no nos la creemos, estamos a expensas de lo que diga nuestro padre, o nuestro marido y no, nosotras también podemos. Hay que empoderarnos.

Amparo Brito Suástegui

Nació en Quetzalapa, en la Costa Chica de Guerrero.

Estudié QBP (química bióloga parasitóloga) y me dediqué un tiempo a la investigación pero gracias a que salí del estado y me fui durante un año a Michoacán me di cuenta que hay otra forma de trabajar, no sólo en lo clínico, en un laboratorio. Ahí había otras fuentes de trabajo, por ejemplo, como gestor de calidad de una empresa: Uruapan es la capital mundial del aguacate. Ahí hay muchas empresas que solicitan alguien capacitado para que atienda todo el proceso de producción. Ahora estoy enfocada a la biotecnología y estudio una maestría en Competitividad y Sustentabilidad en la UAGro; un posgrado conjunto con la industria. Tengo beca de posgrado Conacyt.

¿Por qué elegiste este posgrado?

Me gustaría trabajar como gestor de calidad, allá en Uruapan vi que también puedo poner mi propia empresa y aplicar mis conocimientos en la producción. Encontré la maestría por medio de internet, algunos doctores me ayudaron. La maestría es multidisciplinaria me encuentro no sólo con personas que trabajan con ciencia sino con personas que trabajan comercio internacional, turismo, economía, lo que me permite aprender algo totalmente nuevo. Sobre todo esta maestría se enfoca en dar estrategias a las empresas para que sean más competitivas.

¿Qué quieres lograr?

Una superación personal, económica, algo bueno para mi familia, mis papás y para una futura familia también.

¿Qué te ha dado la ciencia?

Mucho. Vengo con costumbres de mi pueblo muy arraigadas, sobre todo en mi familia la religión ha sido muy exigente, una mentalidad cerrada, extremista incluso. Tuve que salir de casa, escaparme, para poder estudiar [Amparo se fue de casa a los 15 años]. Me fui porque me dijeron que las mujeres no sirven para nada, que no iba a lograr nada, que me iba a quedar como todas y lejos de lastimarme me dio mucho coraje que mi familia, que debería ser tu fortaleza, quien te anime, te tire así. Salí gracias a un tío que me apoyó, me fui a Iguala. Me tuvieron como su hija.

Estudiar ciencias cambió mi mentalidad, de vivir con miedo, con tabús, me di cuenta que puedes cuestionar todo, absolutamente todo. Dio un giro mi vida, de sentirme sometida a sentirme libre. Decidí alejarme y continuar en lo que yo quiero.

¿Te consideras indígena?

Estudié en una primaria bilingüe y mi abuela era la que hablaba náhuatl. Pero en la secundaria dejamos el náhuatl y empezamos a practicar inglés. La sociedad te inhibe a que quieras aprender más. Nunca hemos usado un vestuario típico, no está muy arraigado.

Inspiración

En mi familia somos ocho, yo soy la más pequeña y lamentablemente soy la única que estudió y ahora estoy en un posgrado. Y en la secundaria conocí a un maestro que lejos de apoyarnos nos limitaba. Nos decía que nosotros no podíamos llegar a ser nada y eso me dio coraje. ‘Si el puede, por qué yo no’, me dije.

Sacrificios

Salir de casa, estar lejos de tu familia.

Satisfacciones

Sentir esa libertad de hacer lo que yo quiera, pensar como yo realmente quiero pensar y lograr lo que yo quiero lograr. Yo que salí sola, al buscar trabajo, porque tenía que trabajar y estudiar, al saber las personas que vienes de lejos, te humillan, te discriminan. No me explico de dónde he tomado valor o el coraje para tomar ciertas decisiones como salirme de casa sin pedir permiso. Sólo tomé el papel de yo puedo hacerlo y voy a lograr lo que yo quiero, irme a donde yo quiera y en el tiempo que yo quiera.

Retos o metas

Terminar mi maestría, hacer una estancia en el extranjero para desarrollar mi proyecto, no aspiro a hacer un doctorado lo que yo quiero es iniciar una empresa y de ahí algo personal tener una casa, un auto, algo que sea solo mío.

Mensaje

Que no se limiten, que no tengan miedo, que rompan con ese pensamiento de que las mujeres no podemos, atreverse y tal vez le vas a fallar a ciertas personas pero vas a cumplir con lo que tu quieres. Van a haber sacrificios por cumplir nuestro objetivo pero es hay que atreverse, incluso ir en contra de nuestras creencias.

Propuesta

Faltaría difundir que hay apoyos para estudiar la prepa, para ir a la universidad. Hay becas incluso de transporte. Cuando yo estaba en la secundaria o incluso en la prepa no había nadie que te dijera sobre las carreras, sobre los apoyos, sobre las casas de estudiantes, dependía qué tanto investigaras. Si los jóvenes conocieran eso yo creo que muchos se atreverían a ir a la Universidad. Yo estoy pensando en ir a mi pueblo y comentarle a los muchachos todo esto y tratar de motivarlos.

Biosensor enzimático para detectar plaguicida en alimentos

Es mi proyecto de investigación, voy a trabajar con un investigador francés. Biosensores ya hay pero solo en el laboratorio, no se han llevado al campo, y lo que yo quiero es llevarlo al campo. Incluso que los propios productores puedan utilizarlos. Los agricultores en Guerrero desconocen los límites permisibles de plaguicidas que debe tener un alimento. Yo me voy a enfocar a la producción de mango. Es un problema que no se ha atendido porque los estudios disponibles tardan tiempo, se hacen fuera. De hecho, mi proyecto personal es trabajar con aguacate, me gustó mucho cómo se trabaja en Uruapan y quiero ver si se puede meter ese tipo de cultivo en Guerrero.

Violencia

Cuando empezó todo teníamos miedo, pero no sé si nos estamos adaptando, conformando o aceptando la realidad y decimos ‘tengo que vivir, tengo que salir, tengo que hacerlo’. A veces desde otros estados se ve muy diferente. Cuando me fui a Michoacán los de Guerrero me dijeron que allá estaba muy peligroso. Llego a Michoacán y me dicen que Guerrero está más peligroso. A mi se me hizo más tranquilo Michoacán.

Cómo te cuidas

Simplemente estar alerta, cualquier cosa, correr, tirarse al piso.

Antonia Hernández Moreno

Originaria de Chachayaco, Guerrero.

Estudié la licenciatura en matemáticas en el área de estadística y ahora curso la maestría en matemática educativa. Siempre se me dio desde la primaria. Entre todas las tareas, prefería hacer primero la de matemáticas y luego todo lo demás.

¿Qué quieres lograr con el posgrado?

Tener otra perspectiva, otra manera de sobresalir y con ello apoyar a mi familia y luego a mi comunidad en lo que pueda.

¿Qué te ha dado la ciencia?

Desde la manera en que uno responde preguntas o se desenvuelve en cualquier otro tipo de ambiente. Aún me cuesta mucho expresarme pero se me facilitan mucho más cosas.

¿Te consideras indígena?

Si, por mis raíces. Vengo de una comunidad en la que hablan náhuatl pero yo ya no aprendí porque mis papás casi no estuvieron con nosotros. Mi abuelita era quien lo hablaba mejor.

Retos

Cambiar la visión que pueda tener tu familia, pero si les hablas con el corazón en la mano, en especial lo digo en mi caso porque mi papá era de la idea de que las mujeres sólo deberían llegar a la secundaria porque iban a buscar marido y tener hijos. Para mi fue un reto, en su momento no me atreví a contradecirlo pero mi mamá me ayudó a enfrentarlo y finalmente me dijo que si realmente quería estudiar estaba bien pero que no me apoyaría económicamente porque no había dinero. Yo tendría que costearme mis estudios.

(Nota: El papá de Antonia murió recientemente, pero alcanzó a saber que había ingresado a la maestría y estaba muy feliz , dice Antonia con evidente emoción).

¿Por qué estudiar?

Por mi, por superarme. Tengo 11 hermanos, 8 hombres y dos mujeres, pero yo creo que a ellos les gustaba el campo y las labores de la casa, y yo en particular si puedo hacer las cosas, ir a sembrar pero el rayo del sol me afectaba, saber que mis compañeros ya iban para ingresar a nivel medio, ese día yo estaba justo abonando la milpa, y yo sentía que no era para mi.

¿Por qué matemáticas?

Pues a mis compañeros siempre se les dificultó, se tardaban mucho tiempo en resolver los problemas y me dije: ‘algún día voy a estudiar matemáticas para apoyarlos’. Los apoyaba pero sentía que no era suficiente.

¿Qué quieres lograr con tus estudios?

Mostrar que las matemáticas están en todas partes, que las ocupamos inconscientemente. Yo lo veo, voy con mi familia, les planteo problemas ¡y me entienden! Siento que los resuelven fácilmente. Les digo: ‘ahí están implícitas las matemáticas’, pero no se dan cuenta. Lo vemos tan abstracto en la escuela. Recientemente he ido con mi familia, platicamos y ellos dicen: ‘¿era en serio?’. Eso me llena de emoción, mostrarles que ellos hacen matemáticas sin darse cuenta.

Metas

Un doctorado, trato de que mi proyecto de investigación me de para continuar en el posgrado. Trato de conocer qué motiva y desmotiva a los estudiantes cuando estudian matemáticas. Siento que si tu conoces como piensan tus alumnos y qué les frustra puedes hacer que no lo vean tan difícil.

¿Tu crees que la gente que aprende matemáticas ve el mundo diferente?

Sí. De una forma más racional, las matemáticas son exactas.

Mensaje

Que todo es posible, solo es cuestión de decisión y perseverancia. Tengo familia que dice no voy a seguir estudiando porque no tengo recursos, pero hay muchas instituciones que si ven que realmente quieres y te interesa te apoyan, la cuestión es que demuestres que realmente estás interesado en seguir adelante y, ¿cómo lo vas a demostrar?, pues haciendo las cosas.

Los que no estudian se pierden de conocer la vida desde diferentes enfoques. Aquí conozco a otras personas y digo: ‘pero si ellos pudieron por qué uno no’. De alguna manera le habrán hecho para hacerlo. Si, a veces se te pueda complicar, a algunos más que otros, pero creo que todo es posible.

Violencia

Aprendes a vivir con eso, es parte de tu realidad y no te queda más. Te limita muchas cosas estar previendo siempre.

Rosalia Campos Maldonado

Originaria de Tlapa de Comonfort, en la montaña alta de Guerrero.

Actualmente estudio la maestría en Ciencias Biomédicas, es mi primer año. Anteriormente tuve la beca de mujeres indígenas al posgrado. Soy QBP.

¿Por qué ciencias biomédicas?

Está enfocado al área de la salud y es donde quiero incursionar para apoyar mi comunidad porque veo carencias específicamente en esa área. Especialmente en comunidades alejadas donde no llega educación y medicina.

¿Qué te ha dado la ciencia?

Ver el mundo desde una perspectiva muy diferente porque cuando yo estaba en Tlapa estudiando la secundaria tenía clases de química, física y es lo que más me interesó pero no sabía de todo el panorama de opciones que habían en otros países o aquí en el DF. Hay mucho que podemos hacer por nuestro país, por nuestro estado, por nuestra región y la oportunidad de aprender cosas nuevas o de colaborar con otras personas para poder lograr un objetivo es muy importante.

¿Te consideras indígena?

Yo nací en una comunidad que es de la montaña alta, Tlahuapa pero al año de nacida me llevaron mis papás a Tlapa. Pero mi mamá salió de su comunidad porque ella no quería terminar como sus hermanas, como su mamá, en violencia familiar, con escasos recursos, sin medicinas. Mi mamá llegó a la ciudad y tuvo muchas dificultades porque no podía hablar bien el español, habla mixteco, yo también mas o menos lo hablo.

Mi mamá desde chicos nos ha inculcado que debemos sentir orgullo de nuestra lengua. Mis hermanos mayores son maestros bilingües de comunidades indígenas y ellos lo saben hablar, escribir y les enseñan a sus alumnos español y mixteco y nuestra cultura no se pierde a diferencia de otros lugares. Mi papá era de otro pueblo, fue profesor y él fue quien le abrió los ojos a mi mamá, él se la llevó de su pueblo. En casa están orgullosos de mis estudios.

Obstáculos

No siento que me discriminen, pero en la sociedad en la que estamos hay muchas diferentes ideas que no comparto. Por ejemplo, las personas suelen ser prepotentes y yo creo que eso no es bueno porque tengo la noción de que las personas en cuanto tengan más educación y estudios deberían ser personas más sensibles y conscientes.

Satisfacciones

Me siento contenta que lo que voy a aprender voy a poder aplicarlo.

Retos o metas

A nivel personal quiero terminar la maestría y tal vez hacer una especialidad o un doctorado que me ayude a gestionar recursos, a poder ligarme con otras personas para poder colocar un laboratorio de investigación clínico en Tlapa que hace falta. Tal vez en citopatología porque trabajo con el virus del papiloma humano y el diagnóstico de cáncer cervicouterino. Estamos buscando marcadores que nos permitan la detección oportuna de lesiones temprana que nos ayuden tanto al diagnóstico como al pronóstico. Es un proyecto que tiene muchos años en la UAGro.

La vacuna ya está implementada en regiones indígenas pero muchas mujeres no tienen la conciencia de que es bueno para ellas sino que tienen que obligarlas y las mujeres de mayor edad tienen problemas en cuanto a infecciones. Mi abuela tiene cáncer de cérvix pero tomó tratamientos con ayuda del gobierno y ahorita lo ha superado. Ella ya es de edad, tuvimos que darle información y apoyarla y en otras comunidades no pasa lo mismo.

A quién admiras

A mis papás.

Mensaje

Que si tienen sueños luchen por ellos. Que con mucha disciplina y perseverancia los pueden alcanzar. Hay que dejar de dormir y trabajar mucho.

Propuesta

Yo creo que debe haber una ayuda entre gobierno y el área de comisarías de los pueblos ya que no llega la información. En el caso de la convocatoria para mujeres indígenas no llegó hasta Tlapa, o si llegó fue solamente para la Escuela Superior para la Montaña pero no se difundió en todo Tlapa. Yo creo que hace falta impulsar a las mujeres y darles ejemplos de cómo si se puede.

Nadia Alvarado Salas

Nació en Acapulco.

Estudio la maestría en Gestión para el Desarrollo Sustentable en la UAGro. Soy licenciada en sociología de la comunicación y la educación. Antes estudié un año de historia porque lo que yo quería hacer era ser historiadora, pero tuve que decidir entre ser mamá y dedicarme al bebé o tener al bebé y luego regresar a la escuela. Intenté regresar pero ya inscrita y casada descubrí que estaba embarazada por segunda vez. Tengo tres hijos. Estuve 7 años dedicada a ellos, luego me separé y regresé a la universidad. Ya no estudié historia porque no me puedo llevar a mis hijos a Chilpancingo, vivo en Acapulco con mis papás. Actualmente el más chico va a cumplir 15, el segundo 17 y el tercero ya está en la Universidad, estudia medicina y va a cumplir 19. Yo tengo 39 años.

¿Por qué elegiste ese posgrado?

Porque mis hijos todavía están creciendo y en Acapulco tienes que estar muy pendientes de ellos. Yo decidí seguir cerca de ellos, pero buscar algo que fuera en la línea de mis intereses y ya no solo hacer investigación de gabinete sino más en relación con la gente, investigación de campo. La maestría que estudio tiene una parte social importante. Ahorita vivimos en Acapulco una crisis en todo sentido no sólo de inseguridad, también económica, social y ambiental.

¿Tu que estás interesada en los temas de género, educas a tus hijos diferente?

Se piensa mucho que en la costa de Guerrero hay mucho machismo pero yo conozco hombres que se están quedando en su casa a hacer las labores del hogar y las mujeres salen a trabajar. Simplemente por cuestión de sobrevivencia y las circunstancias. Esos casos ya se están dando. En casa mi papá siempre vio bien que mi mamá trabajara. Mi mamá tiene una maestría que no es común. El vio que les convenía que ambos trabajaran.

¿Por qué estudiar?

Faltan afromexicanas en el posgrado, es un privilegio estar aquí porque pocas mujeres en mi circunstancia, madres soltera con tres hijos, con esta terquedad de escribir acerca de la costa y de la cultura de la costa y lo que llamo afromexicano y afroindio. Porque hay prejuicios hacia lo costeño.

¿Quiénes son afromexicanas o afroindias?

Es un proceso que está en construcción.

¿Qué es lo que te hizo sentirte orgullosa de llamarte afroindia o afromexicana?

Fue mi paso por la licenciatura en historia. Hay una cuestión de discriminación. A los cinco años ingreso a un colegio particular porque mis padres querían que tuviera acceso a los mejores maestros. Ahí nos damos cuenta que somos negros, ¡porque nos llaman negros !

Pero no tienes el fenotipo que uno asocia con los negros

Pero en la costa, estas pequeñas diferencias de colores hacen que un hijo sea el güero y otro el moreno, y que ese güero tenga cierta preferencia y apapacho que el otro, y que el otro lo sienta.

Hubo un maestro, Jaime Alcaraz, que nos daba historia universal. Me regaló un libro que se llama Cuijla, esbozo etnográfico de un pueblo negro. Cuando vi los dibujos vi que es un pueblo que es exactamente igual al de mi abuela, Huehuetlan. Los versos, las narraciones, somos una cultura que se transmite a través de la oralidad. No hay cosas escritas.

Ahora nos falta pasar de la oralidad al papel y por eso mi insistencia en estar aquí, tal vez yo debiera ser esa mujer que lo escriba.

Posgrado científico. ¿Cómo lo ligas con las ciencias sociales?

No solo es la cuestión ambiental o económica sino lo social y hay que verlo de manera interrelacionada. Si no hay quien venga a comprar nuestros huipiles o artesanías porque el turismo ya no viene ahora a Acapulco pues hay que sembrar. Hay que meterle a los huertos en el traspatio ya no de zonas rurales sino de zonas urbanas. Sustentabilidad social.

¿Qué quieres lograr?

La meta es terminar esta maestría y lograr cumplirle a la asociación de mujeres. Vamos a entregar una historia de este proceso. Identificar las estrategias para darle visibilidad a la

Asociación de Mujeres Indígenas y Afromexicanas Radicadas en Acapulco (AMIARA).

Siempre supe que quise escribir. Siempre he escrito, escribí una página que se llamó Afromexicanos del 2004 al 2009. Después estuve en una revista que se llama Fandango, voces de los pueblos costeños que también es sobre la costa de Guerrero y Oaxaca, estuve tres años haciendo periodismo regional.

¿Cómo te cambió el poder estudiar un posgrado?

Tengo alternativas, me permite desarrollar mi potencial creativo, me permite ser voz, creo que quien escribe tiene un poder, un poder que tienen que reclamar y conseguir las mujeres afromexicanas.

Se habla de las raíces, de reconocer, ¿qué sentido tiene hablar de esto? Nos estamos perdiendo la mitad de la película. Los afromexicanos han aportado mucho a la historia de este país, Vicente Guerrero, Morelos, Juan N. Álvarez fueron afro-descendientes, que Emiliano Zapata se asumía como el mestizo perfecto mezcla de indio, negro y español. Y no hablemos de la parte de las mujeres que están mucho menos representadas y visibilizadas. Yo busco que todas las personas tengan voz y cada quien tenga la posibilidad de explorar cómo entiende lo afromexicano.

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