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Teatro Telcel, una obra dramática
Después de denuncias de corrupción en la SGAE en España, Grupo Carso compró la obra por 1 millón 174,160 euros aproximadamente.
Corrupción, cambio de nombre y un nuevo diseño en su interior, todo eso se encuentra detrás del telón del nuevo teatro Telcel que muy pronto se inaugurará en Plaza Carso.
PRIMER ACTO
En México se habló poco del caso, pero en España la crisis de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de España -la cual, ahogada por las deudas, se deshizo de una red de teatros que planeaba en España y América Latina- fue un escándalo.
Dos de ellos, en México; uno era el teatro Lírico y el otro, el Cervantes, para el que -aseguran medios españoles- Teddy Bautista, entonces Presidente de SGAE, compró al empresario Carlos Slim el terreno (600,000 metros cuadrados) donde se construiría el teatro en un proyecto valuado en 21 millones de euros.
El proyecto comenzó a construirse y fue comisionado al arquitecto Antón García, sin embargo, en el 2011, Teddy Bautista se vio envuelto en un escándalo de corrupción y dejó la SGAE.
Entonces, la nueva administración llegó a un acuerdo de venta con Carlos Slim por 1 millón 174,160 euros para que se hiciera cargo del proyecto, que -según un documento en poder de El Economista- se valoraba en 21 millones, 612,526 euros.
SEGUNDO ACTO
Ocesa Teatro dejó su casa, el Centro Cultural Telmex, después de 14 años y llegó a un acuerdo con Grupo Carso para operar el nuevo teatro Telcel.
Para lo cual contrató al arquitecto José de Arimatea Moyao, viejo conocido del grupo (trabajó en el Foro Sol y el Auditorio Telmex de Guadalajara, etcétera) para que se ocupara de adecuar el espacio para los intereses de Ocesa.
Vía e-mail, el arquitecto Antón García-Abril, director de Ensamble Studio , quien diseñó el teatro Telcel (antes Cervantes) opinó sobre el tema:
Lamentablemente, no fui requerido para terminar la obra con Ocesa; por ello, el proyecto perdió parte de su sofisticación artística y tecnológica, pero la potencia de su planteamiento y diseño inicial no ha sufrido. , dijo Antón García-Abril.
Confío en que, a partir de ahora, el nuevo operador guarde y custodie el edificio como una joya arquitectónica , continuó el arquitecto.
Para él, fue un sueño compartido, un enorme esfuerzo de tantos trabajadores y una obra única en el mundo.
Su estructura, la dovela es una belleza. Sus espacios tallados para abrazar la escena una innovación tipológica y espacial que ha tenido ya una gran repercusión global en el ámbito arquitectónico.
Es un gran proyecto cultural y espero que se incorpore inmediatamente a la memoria de Plaza Carso y de la ciudad de México .
TERCER ACTO
El teatro Telcel arrancará actividades el 17 de octubre con la temporada de Wicked, uno de los musicales más caros en México, con una inversión aproximada de 4 millones de dólares.
Con el evento se levantará el telón del que, sin duda, será uno de los recintos más importante para el país.
vgutierrez@eleconomista.com.mx