"Trilogía Millennium": éxito que su autor no conoció

En noviembre de 2004, el escritor y periodista sueco Stieg Larsson murió de un ataque al corazón. No alcanzó a ver cómo su obra se convertía en un best seller mundial, que ha dejado rastro en la literatura y el cine.

Larsson, de 50 años al momento de su muerte, dejó tres novelas inéditas que a la postre revolucionaron el género policiaco y han conquistado los mercados con su trepidante narrativa.

30 millones de ejemplares es la cifra de ventas de la trilogía "Millennium", formada por los títulos:

• Los hombres que no amaban a las mujeres , publicado en 2005
• La chica que soñaba con un cerillo y un galón de gasolina , publicado en 2006
• La reina en el palacio de las corrientes de aire , publicado en 2007

La trilogía es protagonizada por Mikael Blomkvist, periodista y copropietario de la revista Millennium , que da nombre a la trilogía, y Lisbeth Salander, una enigmática hacker, en una trama en la que Mikael tiene problemas con la justicia, está vigilado y enfrenta una demanda por difamación y calumnias.

¿Qué ha hecho tan exitosa a esta saga?

La estructura narrativa y su redacción han logrado enganchar a los lectores. Larsson era un apasionado de los thrillers y de autores nórdicos de novela negra, como Henning Mankell, Anne Holt y Camila Lackbërg, pero sobre todo un experimentado periodista que contaba con los recursos literarios para moverse con facilidad a través de distintos géneros.

Algunos de los grandes atractivos de su trilogía, en opinión de sus fans, son los momentos de acción, el suspenso, la tensión, la intriga, la crudeza y las vueltas de turca que realiza el autor. Situaciones que funcionan bien tanto en papel como en el celuloide, por lo que ya se han hecho adaptaciones cinematográficas.

Sus fans han creado una gigantesca red de admiradores en blogs, foros de internet y redes sociales.

Quizá lo más contundente para lograr esos resultados es su trayectoria como reportero de investigación, que permeó en sus entregas. Destaca su habilidad para generar suspenso en las tramas, delinear la psicología de sus personajes y poner al descubierto el lado oscuro de la sociedad sueca y sus turbios manejos políticos y financieros.

El autor fue muy escrupuloso en los detalles, y de acuerdo a lo que ha comentado su mujer, Eva Gabrielsson, el escritor se tomó varios años para coleccionar estudios sobre los barrios de Estocolmo para ambientar sus novelas y retratar desde las entrañas a la sociedad de su país, el cual finalmente puede compartir los mismos vicios y corruptelas con otros. Es por eso que genera sintonía con sus lectores y éstos se pueden sentir identificados.

Para redondear los factores que generan interés en el lector, se añade la repentina muerte de Stieg Larsson al poco tiempo de haber firmado el contrato con la reconocida editorial sueca Norstedts. Su fallecimiento, a causa de un paro cardiaco a los 50 años, acrecentó el mito en torno a sus libros.

¿Quién es Stieg Larsson?

Su verdadero nombre era Karl Stig-Erland Larsson. Nació en Vasterbotten, Suecia, el 15 de agosto de 1954. Murió de un ataque al corazón el 9 de noviembre del 2004, pocos días después de entregar sus manuscritos a la editorial Norstedts. Tenía 50 años.

Su inesperada muerte lo privó del éxito, de ver publicada la serie Millenium y completar los diez volúmenes que pensaba escribir para ella.

El 12 de julio de 2010, su mejor amigo, John-Henri Holmberg, aseguró a la agencia AP que cuando Larsson murió ya tenía escritas 320 páginas de la que sería su cuarta novela, que planeaba terminar en diciembre del 2004.

Los inicios de un escritor

Desde su adolescencia, Stieg Larsson mostró su vena literaria: dedicaba noches enteras a escribir. En esa etapa temprana mostró su interés por la ciencia ficción. Fue en 2001 cuando empezó a escribir novelas policiacas, pues la mayor parte de su vida se dedicó de lleno al periodismo.

Larsson fue reportero de guerra y periodista especializado en investigar a la ultraderecha internacional. Escribió varios artículos acerca de grupos nazis. A causa de sus investigaciones vivía continuamente amenazado de muerte. En la década de los 80 fue corresponsal del periódico antirracista inglés Searchlight .

Fundó el proyecto antiviolencia Stop the Racism y desde 1999 dirigió la revista Expo .

Cada noche, al salir de la revista, llegaba a su casa a escribir Millennium , para asegurarse unos ahorros para su vejez. Llegaba a fumarse hasta tres cajetillas de cigarros al día, acompañados de cantidades exorbitantes de café. El infarto le quitó la vida cuando subía las escaleras de la Redacción de Expo .