Casi 900 centroamericanos esperan regularizarse para acceder a vacantes que maquiladoras no logran cubrir

Algunos migrantes centroamericanos ya comenzaron su regularización ante el Instituto Nacional de Migración (INM) para poder trabajar en México. En total, 896 miembros de la Caravana Migrante han manifestado que tienen la intención de trabajar en nuestro país:  76 están en la Ciudad de México y 820 en Tijuana, de acuerdo con cifras del Servicio Nacional de Empleo (SNE) de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

La industria manufacturera del norte del país tiene unas 4 mil 500 vacantes que espera cubrir en parte con los migrantes. Los puestos a los que podrán acceder una vez regularizada su situación ante el INM son de nivel operativo. Se trata de puestos de mecánico, soldador, electricista, pintor o ayudante general, con sueldos que van de los 180 a 250 pesos diarios. 

“Las empresas que están ofreciendo trabajo no han logrado cubrir las vacantes. Encuentran en los centroamericanos una oportunidad de llenar los puestos, una vez que regularicen su situación migratoria”, explica Donaciano Domínguez, subcoordinador del Servicio Nacional de Empleo, en entrevista telefónica con Factor Capital Humano. 

Vacantes sin cubrir durante meses

Algunas de estas vacantes llevan hasta 3 meses sin cubrir. Por lo tanto, afirma el funcionario del gobierno federal, los centroamericanos no les estarían quitando oportunidades laborales a los mexicanos.

Con base en la información proporcionada en entrevistas del personal del SNE con los migrantes que se han acercado a los módulos de vinculación laboral a la largo del trayecto de la caravana, estos trabajadores centroamericanos tienen una escolaridad de 7 a 9 años, equivalentes a primaria y secundaria en México. “Esta información es con base en a sus declaraciones, porque no tienen documentos que avalen sus estudios”, afirma el funcionario.  

La mayoría tiene experiencia en oficios como carpintero, soldador, electricista o mecánico. Sólo 7 migrantes han declarado tener estudios universitarios como ingeniería en agronomía, contaduría o gerencia de negocios. Por sus perfiles profesionales pueden acceder con facilidad a puestos operativos, comenta Domínguez. 

Los migrantes constituyen una fuerza laboral joven. El 90.7 por ciento, de los que ya manifestaron su deseo de trabajar en México, tiene de 16 a 50 años. El 67.5 por ciento está en un rango de edad de los 18 a los 35 años y el 10 por ciento son mujeres. 

El subcoordinador del Servicio Nacional de Empleo aclara que los centroamericanos no pueden empezar a trabajar hasta que regularicen su situación migratoria. Sólo 4 migrantes que ya formalizaron su estancia en nuestro país consiguieron un empleo, a través del SNE, en una fábrica de productos de cartón en la Ciudad de México.  La mayoría de los integrantes de la caravana que desean emplearse en México son de Honduras. Les siguen los salvadoreños y guatemaltecos. 

De las entrevistas con el SNE se desprende que el principal motivo por el cual los migrantes se unieron a la caravana, es la falta de empleos en sus países de orígenes. El segundo motivo para emigrar es la inseguridad. 

En cuanto a las más de 4,000 vacantes en las maquiladoras, Donaciano Domínguez considera que los sueldos ofrecidos no son muy altos y probablemente a  los mexicanos les  resultan poco atractivos. Los centroamericanos se han interesado porque en comparación con la escasa oferta laboral de sus países y salarios aún más bajos, los empleos que les ofrecen en México representan una oportunidad de mejorar sus condiciones de vida.

El 15 de noviembre, la Secretaría de Gobernación y el Consejo Coordinador Empresarial anunciaron en rueda de prensa el inicio de ferias de empleos en todo el país para mexicanos y centroamericanos, con vacantes de las empresas que forman parte del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index).