¿Estamos preparados para ofrecerle trabajo a la Inteligencia Artificial?

Recursos Humanos no necesariamente es sinónimo de digitalización y vanguardia en la innovación, por supuesto que estamos viviendo cambios muy potentes en el uso de tecnología y automatización de procesos gracias a algunas empresas visionarias, pero en general hay una brecha importante en habilidades de tecnología y transformación digital en la mayoría de las áreas de personas, en particular en Latinoamérica.

Un estudio reciente de Sage mostró que, aunque se busca la digitalización a toda costa en los próximos años, hay en realidad una necesidad de entrenamiento en competencias digitales de un 86% entre los ejecutivos de Recursos Humanos, lo cual pone un enorme estrés en términos de expectativas versus capacidades reales. Se espera que en los próximos 10 años las áreas de personas cambien radicalmente, pero está por verse si el mero reskilling será suficiente o necesitamos algo más del lado de la tecnología.

Demos la bienvenida al Procesamiento Natural de Lenguaje con Inteligencia Artificial. Posiblemente la pieza clave que estábamos esperando para construir el puente entre lo humano y lo digital en las áreas de personas.

Probablemente la mayoría ya hemos oído hablar de ChatGPT, o incluso nos hemos aventurado a usarlo. El hype que ha tenido es tremendo y no es para menos. Con inversiones billonarias y un crecimiento de usuarios exorbitante, esta tecnología abre un nuevo abanico de posibilidades para todas las profesiones. Pero también está causado polémica, pues existe en el inconsciente colectivo un miedo a las cosas inteligentes que no entendemos o no podemos controlar (fortalecido evidentemente por las películas de ciencia ficción).

Presentado en noviembre de 2022, ChatGPT es un programa que habla como una persona. Esto en realidad es una sobre simplificación, porque las capacidades de este modelo de Aprendizaje Automático de Redes Neuronales implican que puede adaptar su lenguaje a cualquier tipo de entrada de datos que se le propongan; puede filosofar, generar o simplificar ideas complejas, escribir código en todos los lenguajes de programación, dar recomendaciones técnicas de temas científicos, escribir poesía, redactar artículos y mucho más, en sólo unos segundos.

Sus posibilidades están sólo limitadas por la cantidad de datos a la que tenga acceso. Hasta ahora no tiene conexión libre a internet y desarrolla sus modelos con información actualizada hasta 2021. Se encuentra en modo de prueba. ¡Sólo podemos imaginar lo increíble que será cuando este sistema de algoritmos tenga acceso a todo el conocimiento del mundo!

Si bien no es el único modelo de IA que existe, ChatGPT se destaca porque ha abierto la tecnología al uso público, despertando un interés significativo. Ha habido mucha discusión sobre lo qué es capaz de hacer y cómo podría eventualmente tomar el trabajo de muchas personas.

Por ahora sólo podemos hacer conjeturas del efecto que tendrá la IA en cada industria. Pero lo que sí es una realidad, es que lo transformará todo y tendremos que aprender a integrar sus capacidades en nuestra vida diaria y nuestro trabajo. Hoy es un hecho lo que se pronosticaba hace unos años: formaremos equipo con entidades de inteligencia artificial, así como lo hacemos con cualquier otra persona”.

Seguramente todos los días tienes conversaciones con miembros de tu equipo por diferentes medios de comunicación como Teams, Slack o Whatsapp, etc. Estas personas entienden y recuerdan el contexto de la conversación (de forma subjetiva) y responden (cuando pueden o quieren) con la información que les pides (si es que la tienen o te la quieren dar). En tu día tienes conversaciones digitales y presenciales con decenas de personas, lo cual a su vez genera tus redes y tu flujo de trabajo, generando fluidez o ineficiencia dependiendo de la calidad de tus relaciones.

Pues bien, en un futuro alarmantemente cercano, varias de esas interacciones serán con un bot que también entenderá y recordará, pero está vez, lo hará sin equivocarse, de inmediato, sin tomar partido, con acceso a todos los datos del mundo y con insights contextuales a tu trabajo en particular. No suena tan mal, ¿verdad?

Yo personalmente ya casi siempre tengo una ventana de ChatGPT abierta al lado de Whatsapp y de Google, y es porque a veces quiero hacer una pregunta natural y tener una conversación para aprender algo. En particular he encontrado respuestas tremendamente útiles para aprender a usar programas informáticos con fórmulas que habría tomado horas con una búsqueda tradicional en internet. El riesgo es que utiliza un modelo de IA generativo, lo que significa que no hay enlaces a las fuentes de información utilizadas ni formas de verificar las referencias o si la información es precisa. No sustituye la mano y el criterio humano… todavía, pero da una idea inicial muy poderosa que puede acelerar los procesos repetitivos de forma contundente.

Todavía le queda camino por recorrer en términos de precisión y seguridad, pero debido a su naturaleza versátil, tecnologías de procesamiento de lenguaje natural como ChatGPT serán un aliado importante en la operación de empresas y podrían habilitar a las áreas de personas para convertirse los motores de transformación que quieren ser.

Una tecnología conversacional que lo sabe todo y está siempre presente implica que los empleados ya no necesitarán aprender a usar nuevas herramientas ni programas para poder acceder a sus datos o hacer consultas, pues toda la información estará en su aplicación de mensajería de elección y podrán resolver absolutamente todas sus dudas técnicas y existenciales sin la necesidad de esperar la respuesta de su ejecutivo de Recursos Humanos de confianza o su gerente. 

En términos estratégicos, la IA puede analizar la base de datos de empleados y llegar a conclusiones significativas, proporcionando análisis predictivos y sugiriendo acciones proactivas o correctivas alineadas a las mejores prácticas en otras empresas o a perspectivas completamente nuevas.

Ahora, ¿será suplantada sin esfuerzo la experiencia y la intuición visceral de los profesionales de Recursos Humanos experimentados, perfeccionadas durante décadas de aprendizaje? La respuesta, desafortunadamente, es sí.

Esto es lo más controversial, pues la realidad es que esa experiencia sucedió en un mundo que ha cambiado. No quiero decir que las personas serán suplantadas, pero las competencias de los que nos dedicamos acompañar a otras personas, gestionar cambios y administrar nominas, tendrá disrupciones inimaginables en la próxima década.

Para mí esto representa un reto genial y una obligación a asumir aquello que realmente debe hacer Recursos Humanos: utilizar la sensibilidad humana para potenciar entornos positivos y conscientes de la complejidad, seguros para la experimentación y cuidadosos del bienestar de cada individuo mientras utilizamos nuestro talento de forma expansiva para hacer el trabajo más satisfactorio de nuestras vidas.

Todo lo demás lo podrá hacer la tecnología, dado el caso de que aprendamos a usarla adecuadamente, pues si no lo hacemos y no lo consideramos una necesidad estratégica, seguro nuestra competencia sí que lo hará.

El futuro es brillante.