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Capital Humano

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“La jornada extensa sólo deja trabajadores agotados”: Chile probará semana laboral de 4 días

El primer experimento de jornada laboral de cuatro días en Latinoamérica se realizó en Brasil con resultados positivos. La prueba se prepara ahora en Chile, una economía que recientemente inició su transición gradual a un esquema legal de 40 horas semanales.

Foto: EspecialShutterstock

“En Latinoamérica estamos acostumbrados a jornadas laborales muy extensas y eso no nos conduce a mayor productividad. Lo que nos deja son trabajadores agotados, que no rinden bien y sin una buena conciliación del trabajo con su vida personal”, afirma Sebastián Merino, socio fundador de ZM Consultores Laborales, firma que se asoció con la organización 4 Day Week Global para realizar en Chile un experimento masivo de semana laboral de 4 días.

Desde la perspectiva del especialista, la reducción de la jornada laboral –lo que se plantea con el proyecto– no es sólo una simple disminución de horas de trabajo, es una oportunidad de replantear “la forma en la que trabajamos”.

En el último año, las tres economías que destinaron más horas al trabajo son de Latinoamérica, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). México (2,207), Costa Rica (2,171) y Chile (1,953) son los países con más tiempo promedio dedicado a actividades laborales.

“Hay un gran desafío cultural y derribar un paradigma de cientos de años. Hay que generar cambios culturales y eso está directamente relacionados con cambios operacionales porque de nada sirve decirles a las empresas ‘reduzcan su tiempo de trabajo’ sino demostramos que esto es una buena alternativa para el negocio”, dice Sebastián Merino en entrevista con El Economista.

El experimento en Chile será la segunda prueba piloto que se realiza en Latinoamérica, luego de resultados exitosos en Brasil. Y el proyecto llegará en un momento importante para el país, pues a partir de este año comenzó la transición gradual a una jornada laboral de 40 horas. 

“La Ley de las 40 horas conlleva un cambio legal obligatorio. Pero 4 Day Week da una alternativa adicional con dos elementos importantes: productividad y bienestar; es decir, reducir la jornada con un sistema que permita conciliar las mejoras de la productividad de la organización con la mejora de la salud de los trabajadores”.

El experimento, opina el especialista, será una oportunidad para que las empresas se adelanten a la reducción del tiempo de trabajo –algo que tendrán qué hacer por Ley–, pero capitalicen el cambio para un incremento en la productividad. Además, puede ayudar en la retención de talento y en el compromiso laboral. “El dinero ya no es lo único relevante, hay cosas que son atractivas como la flexibilidad, el bienestar, alternativas para conciliar trabajo y familia, y en ese sentido, creemos que el modelo de 4 Day Week obedece a esos cambios”, agrega.

La fecha para el arranque aún no está definida, el proyecto aún se encuentra en una etapa de diálogo con empresas que podrían sumarse. Pero podría iniciar a finales del 2025. “Se requieren cambios culturales y operativos”, subraya.

“El trabajar menos horas, pero de manera más eficiente conduce a mejores resultados y por eso es una decisión de negocio, no se trata de altruismo de los empleadores, hablamos de empresas enfocadas en el negocio y esta es una decisión estratégica para tener mejores resultados y mejorar la capacidad la atracción y retención de talento”, afirma Sebastián Merino.

La Ley de las 40 horas en Chile, se podría catalogar como una legislación de flexibilidad laboral. No sólo contempló una disminución en el límite legal de horas de trabajo, permite la compactación de la jornada en cuatro días por semana y tres de descanso.

El gobierno chileno ha puesto en marcha el distintivo Sello 40 horas, un reconocimiento público que se otorgar a las empresas que de manera voluntaria deciden adelantarse a la reducción del tiempo de trabajo.

Aunque la semana laboral de 4 días es el modelo más emblemático, el modelo de 4 Day Week Global –mismo que se implementará en Chile– es realmente una reducción del 20% de las horas laborales que se trabajan actualmente, sin una disminución del sueldo y con el 100% de la productividad. Eso significa que en el país sudamericano, las empresas que participen tendrán una jornada de trabajo de 32 horas por semana, indica la organización.

¿Cómo le fue a Brasil?

Brasil fue la primera economía de Latinoamérica donde se realizó una semana laboral de 4 días. Los resultados no difieren de experimentos realizados en otras economías, en términos generales, las personas reportaron mayor productividad, más sentido de pertenencia con la empresa y una mejora en el bienestar.

El 71.5% de las personas que participaron en la prueba reportó un incremento en su productividad y un 65.5% se sintió más comprometido con su compañía.

“Aunque casi la mitad percibió un aumento en su ritmo de trabajo, la presión laboral disminuyó para una parte significativa, lo que sugiere que la semana reducida no necesariamente aumentó el estrés. La estabilidad en el volumen de trabajo para la mayoría de los participantes indica que las responsabilidades se pueden gestionar de manera efectiva en una semana de 4 días”, destaca la organización en su informe.

El experimento también influyó en la percepción de los trabajadores sobre una mejora en la cultura organizacional, más energía para completar tareas, orgullo sobre el trabajo que se realiza y un aumento en la creatividad y la innovación.

¿Qué tuvieron que hacer las empresas para lograrlo? Según el informe, los ajustes más frecuentes que realizaron las compañías participantes fueron: priorizar tareas más importantes, mayor alineación con los jefes para determinar las actividades cruciales, replantear tareas y reuniones que no son esenciales y disminuir el tiempo destinado a juntas.

“La semana de 4 días es mucho más que simplemente tomarse un día libre o reducir las horas de trabajo; es un proyecto piloto destinado a aumentar la productividad a través del rediseño del trabajo, el tiempo y las relaciones”, puntualiza la organización.

Después del programa piloto, el 46% de las empresas afirma que mantendrá el modelo de manera permanente, un 8% lo conservará con otro formato y un 8% adicional seguirá realizando pruebas.

“Estas decisiones reflejan una búsqueda de flexibilidad para satisfacer las necesidades específicas de cada organización, equilibrando los beneficios de una semana de 4 días con las demandas operativas. En general, la voluntad de mantener o adaptar el modelo indica un reconocimiento positivo de las ganancias logradas a través de la reducción de las horas de trabajo”, señala 4 Day Week Global.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano.

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