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Capital Humano

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Tasa de desempleo retrocedió a 2.7% impulsada por la informalidad

En octubre, el nivel de desocupación en el país se redujo tanto en el dato general como en el extendido, el cual abarca a la población inactiva disponible para trabajar, con tasas de 2.7 y 10.4%, respectivamente.

El mercado laboral registró en octubre un comportamiento positivo al sumar 321,480 nuevas plazas, lo que permitió que la tasa de desempleo se redujera a 2.7 por ciento. Sin embargo, la creación de empleo se concentró en su totalidad en la economía informal, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

En el balance general, en el décimo mes del año se perdieron 508,086 puestos de trabajo formales, lo que fue compensado con la generación de 829,566 plazas en la informalidad. Estos movimientos impulsaron un repunte en la tasa de informalidad laboral, la cual pasó de 54.3 a 55.4% en el comparativo mensual.

“El aumento de la informalidad se dio de la mano de un estancamiento de la economía en octubre. Esto provoca que la gente se autoemplee, y podemos ver que la tasa de desempleo está en nivel bajos y sigue este problema estructural de la informalidad”, afirmó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el crecimiento de la tasa de informalidad en octubre rompió con una tendencia a la baja observada en los últimos dos meses; ésta es la tercera cifra más alta reportada en lo que va del año. Entre los indicadores clave del mercado laboral (desempleo, ocupación, subocupación, brecha laboral), éste fue uno de los que mostró retroceso.

“En la década de 2000, la región experimentó un proceso de formalización gradual en un contexto de mayor crecimiento económico y demanda de trabajo, así como de implementación de políticas públicas específicas en la materia. En la década pasada, este proceso se desaceleró e incluso se revirtió en algunos casos, en un nuevo contexto de estancamiento económico y deterioro de los indicadores laborales”, indica la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En los últimos dos meses, la informalidad tuvo una reducción de poco más de un millón de puestos de trabajo, lo que permitió que en septiembre la tasa de empleo informal se redujera a 54.3%, su nivel más bajo en tres años. Pero el comportamiento de octubre representó la recuperación del 80% de las plazas eliminadas.

Con este repunte, la tasa de informalidad se encuentra 0.6 puntos porcentuales por arriba del nivel reportado en el arranque de año. A decir de Gabriela Siller, esto se mantiene como una señal de alerta, pues “indica que más de la mitad de los trabajadores se encuentra en una situación de vulnerabilidad, pues la informalidad suele ir de la mano de menores salarios, inestabilidad y carencia de protección social”.

Desde la perspectiva de la especialista, para que la informalidad tenga una disminución constante se necesita “un crecimiento sostenido del empleo formal. El nearshoring puede ser la oportunidad de que baje la informalidad porque los trabajos que se creen serán en la formalidad”.

Desocupación cercana a mínimo histórico

En octubre, la tasa de desocupación registró una disminución mensual de 2.9 a 2.7 por ciento, con lo que se acerca al mínimo histórico registrado en marzo pasado.

“El mercado laboral sigue siendo uno de los aspectos más sobresalientes de la economía mexicana. La tasa de desempleo, con cifras reales, alcanzó su segundo nivel más bajo en el registro histórico”, señaló Marcos Daniel Arias Novelo, analista económico de Monex.

En tanto, Gabriela Siller destacó que con este resultado la desocupación registró el mejor nivel para un período enero-octubre (2.7%). “La tasa de desempleo urbano, que ofrece una perspectiva más precisa al centrarse en los mercados laborales más organizados, también registró una disminución en octubre, al ubicarse en 3.2% después de haber alcanzado en septiembre una tasa mensual de 3.3%. Destaca que, la mayoría de las tasas mostraron disminuciones en octubre”, agregó.

La tasa de desocupación engloba a las personas que no tienen trabajo, pero que están en búsqueda de uno. Al sumar a quienes se encuentran en la clasificación de “disponibles” de la población inactiva, el desempleo extendido fue de 10.4%, una disminución de 0.3 puntos porcentuales respecto del dato de septiembre (10.7%).

En tanto, la brecha laboral –indicador que mide de manera amplia la necesidad de empleo– tuvo un retroceso mensual de 0.6 puntos porcentuales para ubicarse en 17.4%, esto implica que 11.5 millones de personas están en esta condición. En el mes más crítico del impacto de la pandemia de Covid-19 en la ocupación, este indicador alcanzó un máximo histórico de 52.9 por ciento.

En octubre, la reducción de la tasa de desocupación se vinculó con la salida de 83,139 personas de las filas del desempleo. Este movimiento estuvo acompañado de un crecimiento de 321,480 personas en la población ocupada, la cual retomó el ritmo de creación de empleo luego de dos meses con saldos negativos.

Por su parte, la tasa de subocupación también tuvo una disminución mensual y pasó de 8.2 a 7.9%, un nivel más cercano a su mejor cifra del año. Esto se tradujo en una reducción de 4.8 a 4.6 millones de personas en esta clasificación, es decir, trabajadores con la necesidad laborar más tiempo de lo que les ofrece el mercado.

Periodista especializado en políticas laborales, indicadores de empleo, futuro del trabajo, desarrollo de carrera, recursos humanos y salud laboral. Actualmente es editor de Capital Humano.

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