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Al menos 16% de ex jugadores de la NFL, en bancarrota
El dato lo ha calculado el Wall Street Journal y lo ha plasmado en un artículo donde trata de explicar las peculiaridades económicas de un grupo de trabajadores tan especial como es el de los deportistas profesionales.
Uno de cada seis jugadores de la NFL se ha declarado en bancarrota pasados 12 años de su retirada de la liga. Casi 16%, por lo tanto, ha sido capaz de dilapidar una cantidad de dinero que para el común de los mortales sería suficiente como para vivir una vida entera sin trabajar. De hecho, la vida de varias generaciones.
El dato lo ha calculado el Wall Street Journal y lo ha plasmado en un artículo donde trata de explicar las peculiaridades económicas de un grupo de trabajadores tan especial como es el de los deportistas profesionales, que consiguen la mayoría de su dinero en un muy corto periodo y, después, han de vivir el resto de su existencia con sus ahorros.
Una de las cosas que más llama la atención del trabajo es la constatación de que ni la longitud del contrato ni la cantidad de dinero que reciba el jugador tienen una incidencia especial en estos números. No importa que sean jornaleros, que se pasan entre tres y cuatro años en la NFL y se llevan unos 3 millones de dólares, o grandes estrellas con una década en la competición y emolumentos que ronden los 100 millones de dólares totales. El final, para ese 16%, es el mismo: quedarse sin un solo dólar. Las causas que se apuntan para ello son varias, pero las más importantes señalan a una terrible gestión y a una cuestión social.
Respecto de la gestión, los jugadores son acechados, como cualquier persona con dinero ganado rápidamente, por inversores, mercachifles y asesores que les proponen todo tipo de negocios sin riesgo y promesas de beneficios que luego no se cumplen. Por el lado social, la cultura norteamericana, sobre todo la afroamericana, ve muy mal a aquellos que son capaces de ganar dinero y no lo comparten con los suyos . Como dijo Charles Barkley, si no llego a aprender a decir no me hubiese arruinado. Perdí amigos y familiares, pero gané una vida .