América gana el Clásico, clasifica y sueña con el bicampeonato

América sigue robándose la Liga MX. Su nueva víctima fue Chivas, conjunto al que se le había dado el beneficio de la duda de poder salir vivo del Azteca porque se habla de que en un Clásico todo puede pasar, pero, al final, el resultado fue el mismo de toda la campaña de las Águilas: victoria para los de Miguel Herrera, que con el 2-0 de esta tarde llegaron a 31 puntos, se afirmaron en el liderato y aseguraron su pase a la Liguilla, instancia en la que buscarán el bicampeonato.

En el balance final no debe haber duda de que América trabajó para llevarse la victoria, pero lo doloroso para Guadalajara fue que cuando mejor lucía en la cancha, luego de un primero tiempo en el que se salvó al menos de tres anotaciones, en un abrir y cerrar de ojos terminó noqueado en la cancha, por unos futbolistas vestidos de amarillo a los que les bastaron tres minutos de lucidez en el segundo lapso para llevarse su segundo Clásico de la temporada (antes ya habían goleado a Pumas).

Fue al 69 cuando los dirigidos por el Piojo Herrera pusieron calma en la cancha y en las tribunas, ya que en esos momentos eran los tapatíos los que lucían mejor sobre el césped. Rubens Sambueza apareció por izquierda por enésima ocasión, se quitó la marca y ante la complacencia de Néstor Vidrio mandó servicio al área, sitio en el que Raúl Jiménez apareció con decisión para rematar con la frente una pelota que sólo pudo ser detenida por las redes.

Con el tanto desapareció la tensión en el estadio, en la banca azulcrema, que presentó a un Miguel Herrera eufórico, al mismo tiempo que la afición explotaba en las gradas y erguía el pecho, sabedora de que continúan de luna de miel con su equipo, de que el sueño del bicampeonato nadie se los puede quitar, y que en esta ocasión dejaron tendido sobre la cancha a su odiado rival.

Si alguien esperaba alguna reacción de Chivas estaba equivocado, porque aún cuando el estadio seguía festejando la anotación del cantearo americanista, una triangulación entre Sambueza, Jiménez y Rey enterró al 72 cualquier aspiración de los visitantes, que apenas unos momentos después de que habían puesto en complicaciones a su rival sólo atinaban a clavar sus miradas en el pasto, sabedores de que en esta campaña ni si quiera el Clásico pudo sanar las heridas que arrastran debido a un torneo digno para el olvido.

Con el silbatazo final América se fue al vestidor ovacionado por sus aficionados que esta tarde fueron testigos de la décima victoria de su equipo en 12 partidos, resultado que ya les aseguró un lugar en la Liguilla por el título, situación que desde ahora ya tiene soñando a miles de fanáticos con el bicampeonato.