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Clásico: el giro de la inestabilidad al gran negocio
Ambos equipos llevan al menos una década trabajando la administración de su futbol. Hoy se cosechan los resultados con aficionados que son su principal activo del éxito, pero antes del año 2000 la realidad económica y deportiva era la antítesis del desarrollo.
Después de un año de que Sinergia Deportiva asumiera la administración de Tigres, el equipo regresó en 1997 al máximo circuito.
Ese mismo año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público embargó a Rayados de Monterrey por una deuda fiscal de 734 millones de pesos. En consecuencia, el entonces dueño del equipo, Jorge Lankenau, perdió la propiedad del club y fue encarcelado.
Hasta el año 2000, el tránsito de los equipos regiomontanos por el futbol profesional indicaba que atravesaban por una larga transición de cambio de propietarios o administradores. La realidad económica de ambos equipos reflejaba inestabilidad en el promedio de asistencia a sus estadios, ubicados apenas por encima de 70% del aforo total y aún no gozaban de los ingresos necesarios para realizar inversiones en fichajes de jugadores. Entre esa etapa y el año 2010, Tigres y Rayados gastaron menos de 20% del total de inversión que han desembolsado en los últimos ocho años.
“Los clásicos tomaron otra dimensión porque las aficiones de los dos equipos fueron encontrando ese nivel de pertenencia hacia los colores. Es la afición más leal, más exigente y que más se refleja en la compra de abonos, playeras, productos oficiales”, dice Jorge Urdiales, presidente de Monterrey del 2001 al 2012, sobre la consolidación financiera de las instituciones en la Liga MX.
Tigres ha conquistado ocho de sus 12 títulos de campeón de Liga, Copa y Campeón de Campeones del 2007 a la fecha. Mientras que Rayados ha obtenido seis de los 11 títulos de Liga y Concachampions en ese mismo periodo de tiempo.
El clásico regio que se disputará el próximo domingo enfrenta a la primera (Tigres) y a la tercera (Monterrey) plantilla más valiosa de la Liga MX, pero ésa es una nueva realidad, porque hasta el año 2000, los clubes peleaban por mantenerse en Primera División, enfrentaban crisis financieras, deudas, incluso acusaciones de fraude como la falsificación de la firma de Osmar Donizete en el año 2000 para que el futbolista jugara con los felinos y no con Celaya.
Así se consolidaron las franquicias
El valor de las plantillas de Tigres y Rayados se duplicó en los últimos 10 años, de acuerdo con los registros de cotización de Transfermarkt.
La contratación de refuerzos ha sido la clave, ya que en los últimos ocho años son dos de los cuatro equipos que más dinero han gastado en jugadores; Tigres ha gastado 110 millones de dólares y Monterrey unos 105 millones de dólares en fichajes, que significa más de 75% de sus inversiones desde el año 2000.
“Le dimos un giro al club, haciendo campañas de publicidad para regresar a la gente al estadio, porque teníamos asistencia de 60% en el estadio Tecnológico. Hicimos campañas como: Asegura tu lugar; Tu lugar está en la cancha y Somos Rayados, lo que originó un sentido de pertenencia y eso nos permitió consolidar una afición y para el año 2006 ya teníamos todo el estadio vendido antes de que rodara el balón”, recuerda Jorge Urdiales.
Por su parte, Tigres consolidó sus ingresos financieros gracias a la revalorización de los contratos de patrocinios en playera, vallas en el estadio que se han duplicado y los ingresos por taquilla están asegurados al ser el único equipo que juega siempre con estadio lleno.
“Es muy difícil que en México se tenga vendida toda la taquilla de forma anticipada para un torneo y nosotros lo hacemos”, señaló Alberto Palomino Garza, director de Administración y Operaciones del equipo a Expansión.
En ambos casos, los aficionados jugaron un rol central en la consolidación financiera de los equipos. Primero fue regresar al aficionado al estadio, contratar a jugadores de calidad, obtener resultados deportivos y mayor consumo de productos asociados a los clubes.
Para Agarzelim Álvarez Millán, profesora investigadora en la Universidad de Monterrey, experta en mercadotecnia y comportamiento del consumidor, los aficionados responden al fenómeno de fan engagement, que significa que “mientras más conectados, más enganchados están los aficionados con su equipo y mayor beneficio va a generar para el club deportivo”.
La especialista indica que Tigres y Monterrey llevan al menos una década trabajando de una forma más profesional en la administración del futbol, apoyando en herramientas como estudios de mercado, especialistas que elaboran estrategias para aprovechar el interés de los aficionados por los clubes y aumentar los ingresos.
“Es importante que los equipos definan las características de su consumidor y qué es relevante para ellos, porque el futbol, además de un deporte, es un espectáculo y deben generar una experiencia importante para los segmentos de mercado, porque se puede retribuir de muchas formas, asistencia, compra de productos oficiales”, mencionó Agerzalim.