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Dorsal 10 en club América, un peso de jerarquía y negociación
Diego Valdés está por completar su primer torneo con las Águilas y ya ha respondido al jersey de mayor carga simbólica y mediática de un club. El chileno devolvió oxígeno al dorsal, después de dos temporadas que no funcionó con sus antecesores.
Diego Valdés y Fabián Estay no sólo comparten nacionalidad, ambos entienden el liderazgo que pesa en el dorsal 10, tanto en club América como en el futbol mexicano y en la Selección Nacional de Chile.
Ambos han vestido el jersey de las Águilas con un tiempo de 23 años de distancia, pero la comunicación es en tiempo presente, se escriben por whatsapp y redes sociales: “Diego es un tipo humilde y trabajador, sabe qué camiseta usa, está contento. Cada que puedo lo felicito, no somos grandes amigos pero hay un respeto por lo que yo hice y viceversa, lo alabo y critico, hay una admiración mutua”, cuenta a El Economista, el excapitán del América durante dos temporadas (2000-01 y 2001-02) y actual analista deportivo.
La mística, respeto y responsabilidad de vestir el dorsal 10 tiene varios significados desde la perspectiva de los agentes de futbol, de los especialistas en data y de ex jugadores que lo han vivido: “¿El 10 es hoy simbólico o monetario? Es un número especial, es como lo quieran ver, lo usa Diego Valdés y le vienen bien. El jugador que usa el 10 debe marcar la diferencia, no siendo la figura pero sí con actuaciones futbolísticas diferentes a la de los compañeros”, subraya Estay.
Valdés se encuentra en el punto monetario más alto de su trayectoria en el futbol mexicano, que inició en Monarcas Morelia en agosto del 2016. El Clausura 2022 significa su primera temporada con el América, donde en valor de mercado se cotiza en 6.6 millones de dólares, de acuerdo a Transfermarkt, mientras que el diario chileno La Tercera, estimó que el fichaje rondó los 12 millones de dólares.
Del año 2000 a la fecha, el club América ha confiado el dorsal 10 a once jugadores, incluyendo a Valdés. Por sus propias circunstancias, no todos han sido brillantes y desequilibrantes en la cancha, en algunos ha pesado proporcionalmente su trayectoria, resultados, prestigio o impacto mediático. Son más de dos décadas que el número ha sido visto en jugadores como los paraguayos Cecilio Domínguez, Osvaldo Martínez y Salvador Cabañas, el argentino Eduardo Bacas, el chileno Fabián Estay o el mexicano Cuauhtémoc Blanco.
”El 10 se otorga dependiendo del contexto del equipo, más que de estadísticas. Hay quienes se lo ganan con su rendimiento deportivo y otros simplemente lo piden. Y quizá no acaban cumpliendo. El 10 es un jugador con muy buen pie, mucha habilidad mental del juego, una manera distinta de leerlo y de llevar a cabo sus acciones, tiene gol, liderazgo y tiene que ser alguien que sea ejemplo dentro del campo, que transmita, tenga rendimiento y sea capaz de cambiar el destino del partido con una acción. Hay quienes se han ganado el 10 con su personalidad, desempeño y así fue con Salvador Cabañas y Cuauhtémoc Blanco. Implica jerarquía”, explica Luis Fernández, CEO de Under Data, consultoría de datascouting especializada en futbol.
Negociación y revalorización del 10 en México
Diego Valdés tiene cuatro años consecutivos de experiencia con el dorsal 10, que se le confió desde su segunda temporada en Monarcas Morelia en la temporada 2017-18. Su valor en el mercado de fichajes y salarial solo ha conocido el camino ascendente desde que salió del Audax Italiano, equipo que hizo el movimiento a Monarcas con un préstamo con opción a compra.
Este diario pudo conocer que su salario con el club América puede alcanzar los 55,000 dólares, en Santos Laguna rondó de los 40 o 45,000 dólares y en Morelia los 25,000 dólares. México ha sido la consolidación, que en su época con el club chileno, no podría encontrar, cuando pese a ser un jugador regular, ganaba máximo 3,515 dólares.
Portar el 10 no debe ser tomado como una garantía de revalorización o de un mejor sueldo respecto al equipo. Depende de variables como la posición en la cancha, los resultados, los antecesores del 10 y la importancia que cada club le dé al número. Giovani Dos Santos y Sebastián Córdova, en su última temporada con el club América, estuvieron por debajo del perfil estadístico de Valdés, quien los ha superado en goles, asistencias, goles esperados, acciones, pases efectivos y más. La comparativa de los tres recientes dorsales 10 de las Águilas, se muestra en el gráfico que acompaña a este artículo.
“Hay jugadores que en estadística son más rentables, pero si es un 10 que meta pases de ensueño, túneles, regates, se echen el equipo al hombro. Son versátiles e híbridos y tiene que ver dónde los colocas, en los sistemas donde pueden ser un segundo delantero o un mediocampista avanzado. Probablemente sea el jugador más completo, el que te puede resolver un partido si el delantero llega a lesionarse y lo metes a la punta. Por otro lado, también físicamente que tenga imagen, por el tema de mercadotecnia”, menciona el CEO de Underdata.
Giovani Dos Santos y Sebastián Córdova decrecieron su valor en el mercado al salir del América. El primero se encuentra hoy sin club, con un valor de 500,000 dólares, según Transfermarkt. Córdova pasó a Tigres UANL con una caída en su valor de 2.2 millones de dólares.
“Diego Valdés muy probablemente aumentará su valor de mercado en la próxima actualización. Ser un referente en un club como el América siempre le da un plus a la consideración de un jugador. Viendo su rendimiento, podría ascender al Top 10 de la Liga MX con un aumento alrededor de 25%. Como en otras ligas, el valor de mercado puede variar en poco tiempo con un rendimiento destacado. Por ejemplo, Leo Fernández, en Toluca, en poco tiempo ganó la fama de ser de los jugadores con más potencial en la liga. Hay otros casos donde el aumento es más continuo y menos eruptivo si un jugador muestra un desarrollo constante. En el caso de Diego Valdés no era un experimento sino una apuesta fuerte gracias a su historial en la Liga MX”, apunta Béla Csányi, analista de valores del futbol mexicano en Transfermarkt.
Rob García, agente FIFA con experiencia en scouteo para el Ajax y el Manchester City explica a este medio que el crecimiento en el valor de un dorsal 10 es relativo y depende del club y el perfil estadístico del jugador.
“Los agentes intentamos siempre que sea un valor lógico en la cantidad. Al momento que saltan a otro equipo pueden aumentar hasta un 50% su salario. Los logros deportivos deben ir acompañados de lo que uno pide económicamente. Si el 10 es un jugador de mucha jerarquía como Valdés, se sabe que en la negociación van a pedir el número”.
Santiago Arbide CEO de la agencia AmEro Sports Management considera que en otros aspectos de la negociación, los clubes no ponen cláusulas para ejercer el dorsal, sin embargo, influye si el 10 recientemente perteneció a un jugador de mucho peso y el club necesita un currículum de mayor jerarquía.
“El agente pide el 10 al momento de negociar el sueldo. No hay reglas exactas de lo que tenga que hacer un jugador para portar el número, aunque no cualquiera lo lleva. En algunos equipos del mundo tiene un significado muy importante, místico. Y en otros, el 10 es el que más dinero gana.
“También, ya no es tan relevante la historia del club sino quiénes son los propietarios del club y cuánto están dispuestos a invertir. Más allá del número es la posición lo que más cuesta. Los que mejor cobran son los arqueros y delanteros, después, los mediocampistas, defensas y laterales”.