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Fontaine, la leyenda que hubiera preferido no ser leyenda
Just Fontaine es una leyenda porque ha sido el único jugador capaz de anotar 13 goles en un Mundial.
Pachuca. Hidalgo. Just Fontaine es una leyenda porque ha sido el único jugador capaz de anotar 13 goles en un Mundial. Presume su historia con un video editado a su encargo mientras de fondo se escucha una canción en francés cantada y compuesta por él. Luego de su auto homenaje, el saco que lo acredita como miembro del Salón de la Fama y frente a 1,500 personas confiesa: Hubiera preferido no tener el récord por jugar cinco años más , todos callan y llegan la ovación.
El francés Just Fontaine fue una de las 23 figuras del futbol que recibió el reconocimiento en Pachuca, como Emilio Butragueño, Mario Alberto Kempes, Carlos Hermosillo, Alex Aguinaga, Don Fernando Marcos y muchos más.
Pero Just fue la estrella de la noche. Habló en un fluido español, aseguró que de haber sabido que ayer le daban un saco no le habría dicho a su mujer que le comprara un traje elegante para el momento y comentó que si el próximo año le vuelven a convocar, con un poco de suerte le darán el pantalón .
Los discursos de los premiados fueron en tono de agradecimiento a sus familias, de los familiares de los que ya no están buscando de cualquier manera hacer recordarle a todos por qué son leyendas tras su muerte. Y también hubo quien, como Fontaine, deseó cambiar su historia por un poco más de años en la cancha. Al final de cuentas la vida de los futbolistas.
En 1960, dos años después de marcar los 13 goles con Francia en el Mundial de Suecia 1958, se fracturó la tibia y peroné, cuando regresó en enero de 1961 volvió a ocurrir, se tronó. Eso acabó mi carrera , dice. Y luego continúa con una sensación de deseo, cambiaría mi récord por cinco años más de futbolista .
Luego, Just se alista a dar un consejo. ¿Qué delantero desiste escuchar un consejo de un hombre que ha impuesto una marca? El secreto es tirar en el lugar justo, en el momento justo y se ríe como chico que acaba de hacer una travesura mientras todo el auditorio le acompaña a carcajadas. Así son las leyendas, se ríen, componen, se arrepienten y agradecen.