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Monterrey, con garantía WTA 500 a largo plazo
El vicepresidente de WTA en América compartió con El Economista que el Abierto GNP Seguros tiene firme su lugar en esta categoría. Los primeros dos años serán claves para el análisis de impacto.
Después de 15 años de exámenes con la Asociación de Tenis Femenil (WTA), el Abierto de Monterrey se ganó el ascenso de categoría 250 a 500 a partir de este 2024. La buena noticia para sus organizadores es que esto no será algo ocasional, sino una realidad a largo plazo.
Así lo confirmó Christian Forsyth, vicepresidente de relaciones de WTA en América, en entrevista con El Economista desde las instalaciones del Club Sonoma, donde se juega el Abierto GNP Seguros, como también se nombra al torneo por patrocinio.
“El cambio ya es permanente, hubo un proceso en el cual todos los torneos 250 tenían oportunidad de mandar una propuesta para hacer la transición a 500. Monterrey fue parte de ese proceso y nuestro directorio, basado en argumentos, decidió que Monterrey es una ciudad estratégica para nosotros. Será un 500 de aquí para adelante, el aumento de categoría ya es permanente”.
Actualmente existen 17 torneos WTA 500 en el mundo. Cada uno reparte bolsas que van desde los 922,573 hasta los 1,736,763 dólares. Se celebran en los siguientes países: Australia, Austria, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Corea del Sur, China, Japón y México.
Es apenas en este 2024 cuando México hace su debut en los eventos WTA 500 con paradas en Monterrey en agosto y Guadalajara en septiembre. Es la única sede latinoamericana que alberga estos torneos, que sólo están por detrás de los WTA 1000 y Grand Slams.
Pero la presencia de México es clave y sólida para esta categoría del WTA Tour, tal como lo define Christian Forsyth a este diario.
“México es un mercado que tiene mucho que ofrecer, como el poder económico más importante y más estable de Latinoamérica. Ahora es simplemente ver qué otras vías de crecimiento podemos implementar para que sigamos creciendo. México es un mercado que tiene cierto nivel de madurez, el fan mexicano es algo que no he visto”.
Forsyth tiene experiencia de 17 años trabajando para la WTA, desde 2016 particularmente con países del continente americano. Señala que tiene 33 eventos de la región dentro de su portafolio, pero que México tiene características especiales.
“He tenido oportunidad de viajar por el mundo, pero el fan mexicano tiene una pasión, sobre todo con sus atletas nacionales, que no he visto en ningún lado. Es admirable y eso conlleva a que se tengan que identificar y desarrollar promotores que puedan operar torneos de magnitud mundial”.
Sobre ese punto, destaca la relación que ha forjado la WTA con Hernán Garza Echavarría, el director y fundador del Abierto de Monterrey desde 2009.
“Quiero agradecer a Hernán (Garza) y a todo el equipo que hace posible este evento porque sé que han dado su vida para llegar a este momento y es algo que valoramos mucho en WTA. Sabemos cuánto trabajan y ahora estamos viendo los frutos de todo su trabajo. Es un nuevo crecimiento de toda Latinoamérica”.
Además de Garza Echavarría, en Guadalajara destaca la gestión de Gustavo Santoscoy Arriaga para firmar torneos de gran envergadura, como fueron las WTA Finals 2021 en la capital de Jalisco y en 2023 en Cancún. En su momento, la organización Mextenis, cabeza del Abierto de Acapulco, también sostuvo varios eventos con respaldo de WTA.
“Ya tenemos a esos promotores, ahora se trata de ser estratégicos en ver cuál es el número correcto de torneos. Ya tenemos establecidos dos torneos 500, uno que ha comenzado sólo unos años atrás en Guadalajara y el de Monterrey que ya lleva 16 años. Tenemos también torneos 125 en diferentes ciudades, que es parte de la estrategia de darle oportunidad a esos talentos que no tienen recursos económicos para ir a otros lados”, insiste Christian Forsyth.
La decisión de aumentar de categoría tuvo un año de trabajo con la mesa de directores de la WTA y uno de los factores determinantes fue la estrategia geógrafica. El Abierto de Monterrey se encuentra entre los eventos 1000 de Canadá y Cincinnati y el Grand Slam de Estados Unidos (US Open). Eso facilita la logística de viaje de las jugadoras.
Es por ello que no se visualiza un cambio de fecha para el Abierto de Monterrey. Cuando se disputaba en nivel 250 era en febrero, pero a partir de este año se movió a agosto para ser la previa del US Open. Otro cambio de fecha debería ser solicitado primero por los organizadores y después analizado por la gente de WTA, explica Forsyth.
_¿Cómo califica la WTA el valor de marca del Abierto de Monterrey?
--“Es siempre complejo analizar en términos del impacto inmediato que puede tener un cambio como este, porque es un cambio significativo (pasar del 250 al 500), aunque eso ya tiene un valor agregado. En términos de posicionamiento, he visto que han hecho un trabajo excelente para hacerle saber al público de acá y del mundo que subieron de categoría. Con lo demás tendremos que ser pacientes para ver el impacto real, después de que podamos operar el torneo como un 500, al menos, por dos años”.
El directivo resalta que el Abierto GNP Seguros acumula 16 años con récord operativo y su último parámetro fueron 80 millones de pesos de derrama económica en 2023, cuando todavía estaban en una categoría menor a la actual.
De acuerdo con datos de HG Promotores, la empresa que organiza el Abierto de Monterrey, este año la WTA duplicó la cantidad de gente que viajó al evento de la capital de Nuevo León. Christian Forsyth se dice satisfecho por el trato hacia ellos y las jugadoras, aunque aún es temprano de hablar de un tercer torneo 500 en México.
“WTA no crea nuevas fechas. La forma en que el mercado se mueve es que puede haber una fecha en Europa o Asia en la cual el dueño decide no operarlo más, ahí es cuando un promotor de Latinoamérica, si está interesado, puede llegar a un acuerdo de venta. Esa es la única manera en la cual se podría agregar otro torneo WTA 500 en México. De que se tiene la capacidad de hacerlo, por supuesto que sí”.
Después del US Open vendrá el Abierto de Guadalajara WTA 500, una ciudad que ya tiene experiencia albergando unas WTA Finals y un WTA 1000. Junto a Monterrey, son las sedes que llevan el estandarte más alto de México en la WTA en la actualidad.
“Ahora se trata de ser estratégicos y no saturar al mercado. Debemos ser inteligentes, porque al mismo tiempo del mapa de crecimiento de las jugadoras también hay un mapa de crecimiento de los promotores, porque al final esto es un negocio. Tenemos que salvaguardar el ecosistema que tiene que ver con la empresa privada, patrocinios y apoyos locales de gobierno”.
Es por ello que no hay prisa para anunciar un tercer torneo WTA 500 en México. “Por ahora es concentrarnos en lo que tenemos y, obviamente, en el futuro las puertas están abiertas”, concluye el vicepresidente de WTA en América.