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Nery Castillo, la historia de una devaluación
El delantero mexicano tiene el proósito de recuperar el valor de su carta, que se ha devaluado seis veces en los últimos cuatro años, de 15 millones a 2.5 millones de euros.
Nery Castillo se resiste. Cuando el orbe deportivo ya daba por hecho su salida del club griego Aris Salónica; después de 10 meses, logró anotar gol. La destitución del técnico Michal Probierz y una nueva oportunidad de patear el balón fueron todo. Ahora tiene un nuevo propósito: recuperar el valor de su carta, que se ha devaluado seis veces en los últimos cuatro años, de 15 millones a 2.5 millones de euros, y eso se torna más complicado.
A partir de que fue adquirido por el club ucraniano Shakhtar en el 2007 por la cantidad de 15 millones de euros, ha deambulado por Manchester City, Dnipro Dnipropetrovsk, Chicago Fire y Aris Salónica, y en ninguno ha logrado obtener un optimo nivel.
Tras el traspaso del Olympiakos de Grecia al Shakhtar, al que llegó bajo grandes expectativas tras convertirse en uno de los fichajes más ostentosos de mexicanos en Europa, no logró fabricar un sólo gol en ocho partidos, por lo que después de reducir su carta 2.5 millones de euros, fue cedido al Manchester City.
Su historia con los dirigidos por Roberto Mancini fue trágica. El periodista Ben Lyttleton del diario inglés The Sunday Telegraph, explicó para a El Economista cómo es que recuerda la estancia del mexicano con Citizens Nery quería venir, incluso pagó la mitad de su préstamo él mismo. Entonces llegó al club por seis meses; luego, la lesión y ya no pudo marcar gol .
A su lesión en el hombro izquierdo se sumó el cambio del técnico Sven-Göran Eriksson por Mark Hughes, que lo mantuvo en la banca y provocó su regreso al Shakhtar, esta vez ya con un valor en el mercado de 5 millones de euros, la tercera parte de lo que el conjunto había pagado por él en un principio.
No había un lugar para él. Se fue en calidad de préstamo, esta vez al Dnipro ucraniano. Sin embargo, le fueron brindados sólo 71 minutos de juego y esta inactividad también se reflejó en su carta. Tan sólo cinco meses después llegó al Chicago Fire estadounidense con un valor de 1 millón de euros.
El Estadio Toyota Park se negó a concederle un gol. Las palabras del y presidente del club, Andrew Hauptman, reducen lo que dejó la estancia de Castillo en la MLS: El cuerpo técnico nos dijo que podía ser un jugador caro. Fue un error. No debimos haberlo traído .
Ya en el Aris Salónica logró incrementar el valor de su carta hasta 2.5 millones de euros, cantidad en la que se mantiene hasta ahora; entonces, uno de sus acostumbrados cambios de temperamento parecía haber puesto nuevamente la guillotina sobre su cuello. Pero la incorporación de los técnicos interinos le brindo un juego más, que aprovechó para fabricar un gol y aferrarse a formar parte del club.