Nole, eres ?tricampeón... el número uno

Con claridad recuerda Jelena Gencic ese día en el que un pequeño, que apenas podía cargar una bolsa de tenis, se acercó a ella. La formadora de estrellas como Monica Seles, quien fue número uno del mundo y ganadora de nueve Grand Slams, y de Goran Ivanisevic, quien llegó a estar como segundo clasificado del orbe y ganó en una ocasión Wimbledon miró con ternura al pequeño.

Me llamo Novak Djokovic y quiero ser el número uno del mundo , decía el niño, quien se expresaba con la solemnidad de un adulto. Era la década de los 90, una época en la que la guerra se había apoderado de la antigua Yugoslavia.

Por esos territorios la vida no era considerada normal para ningún poblador. El olor a pólvora penetraba en la nariz, el ruido de los bombardeos estremecía. En las casas, la gente se atrincheraba en la habitación más oscura, en silencio, con sollozos contenidos, buscando a dios en voz baja.

Ahí, en medio de esa guerra, se crió Novak Djokovic, hoy flamante campeón de Wimbledon que ha cumplido un sueño: ser el número uno del mundo. El camino, no obstante, fue duro.

Novak, el mayor de los hermanos Djokovic, hijo de Srdjan y Dijana, ambos esquiadores, no olvida aquellos años en que el paisaje montañoso de Zvecan se antojaba incierto. Era una guerra que parecía inacabable y que dejó marcas en mucha gente que vivió en carne propia la dureza del odio político y quizá hasta humano.

Fue ahí donde Nole encontró en el tenis una salida, un refugio que no era físico, pero sí mental. Aprendí a jugar al tenis antes de leer y escribir , ha asegurado el serbio de 28 años. Inició en este deporte a los cuatro años y luego de estar con Gencic, su familia entendió la calidad tenística de Novak.

En 1999, en pleno término de la guerra en Belgrado pero con la incertidumbre política, el pequeño tenista decidió salir de su país. Se fue a Múnich donde entrenó con un ex tenista croata llamado Niki Pilic. Imagínense cómo nos sentimos cuando se fue de casa. Nosotros no éramos millonarios y no podíamos seguirlo. Fue duro , expresó Dijana, su madre, a un diario español.

Poco después decidió mudarse a Torino, y en el 2003 se hizo profesional. Su camino hacia el número uno apenas comenzaba. Su habilidad, elasticidad, pero sobre todo su ferviente deseo de llegar a la cima lo llevaron rápidamente a crecer en el Tour de la ATP.

Hoy, Nole suma 54 títulos, seis de ellos conseguidos en el 2015 y nueve del total son Grand Slam, tres de ellos en Wimbledon, además de cuatro victorias en Masters, un título en Copa Davis y un bronce en Juegos Olímpicos.

Pero Djokovic no sólo ha conquistado el tenis profesional. Al serbio la gente en las canchas lo aman no sólo por su nivel de juego, por su perseverancia, sino también por el gran carisma que tiene.

En muchas ocasiones, ha sido captado imitando a sus colegas como Rafael Nadal o María Sharapova, como aquel día tras perder su primera final en el US Open ante Roger Federer, cuando emuló a la sexy tenista rusa.

No obstante, en el 2010, el serbio se vio disminuido por una fuerte sinusitis que lo obligó a cambiar sus hábitos alimenticios y también a su entrenador en el 2013 contrató a Boris Becker , una estrategia que le funcionó para seguir adelante en su búsqueda de convertirse en el número uno del mundo.

Y ahí está hoy, el tenista más popular de las redes sociales (tiene 4.3 millones de seguidores en Twitter), el bailarín, el que como cábala come pasto en Wimbledon para celebrar sus títulos (ayer logró el tercero en el All England Club), el papá de Stefan, el más grande embajador de Serbia en el mundo, el campeón...

Pocos, pues, podrían imaginar que el serbio tuvo una infancia tan difícil que aún recuerda. Mi amor por este deporte es muy grande. En cierto modo, el tenis me salvó la vida , ha asegurado Nole, el estoico hombre que resistió una guerra que le enseñó a luchar para llegar a ser el mejor.

Serena hace historia en Wimbledon

Serena Williams ganó su sexto título en Wimbledon y se coronó por vez 21 en un torneo de Grand Slam el sábado al vencer a la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza por 6-4, 6-4.

Si Williams se lleva el Abierto de Estados Unidos se convertirá en la primera persona en obtener los cuatro torneos más importantes desde que Steffi Graf lo lograra en 1988.

La estadounidense, primera de la preclasificación, perdió su servicio en el primer game del encuentro pero se recuperó al lograr dos breaks contra Muguruza al final del primer set y llevarse cuatro games en fila.