Selección Mexicana corta a Diego Cocca pero sigue en el naufragio

Sin esperar al menos 24 de horas del cierre de la Concacaf Nations League, donde la Selección Mexicana tuvo una de las peores actuaciones de su región, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) decidió dar, de nueva cuenta, un borrón al organigrama con los despidos del entrenador, Diego Cocca, y del director de selecciones nacionales, Rodrigo Ares de Parga.

Cocca y Ares de Parga se unieron a la lista de directivos cortados en el último año, incluso antes de la desastrosa participación de México en el Mundial de Qatar, en la que también están Yon De Luisa, Gerardo Torrado, Jaime Ordiales y por supuesto Gerardo Martino, el entrenador con el que se agudizó la crisis reciente del Tri.

Pero a pesar de estos cortes, el futuro del futbol mexicano sigue naufragando en el desequilibrio deportivo y comercial. Mientras los aficionados ya manifestaron su hartazgo por los malos resultados sobre la cancha, los directivos intentan salvar al producto para no perder sus cuantiosas ganancias.

“El cambio de dirección súbito en este momento refleja la planeación inestable que se ha venido haciendo en la selección. Las salidas de Diego Cocca y Rodrigo Ares de Parga son otro signo distintivo de que el futbol mexicano no termina por ponerse de acuerdo en sus prioridades, no ha terminado de ordenar su casa por dentro para que se puedan conseguir los resultados que se buscan afuera”, analiza para El Economista, Antonio Rosique, periodista deportivo con 27 años de experiencia.

La crisis de la Selección Mexicana no viene solamente de las derrotas desde el verano de 2021, que incluyen Nations League, Copa Oro, Mundial y eliminación en los torneos de calificación tanto para Juegos Olímpicos como Mundial sub 20, sino que le acompañan violencia de los jugadores sobre la cancha, declaraciones de inconformidad y bajas afluencias en Estados Unidos, un país en el que la camiseta verde frecuentemente asegura llenos.

“Los malos resultados vienen porque no nos hemos dado cuenta que todos en el área de Concacaf han crecido y nosotros nos hemos estancado. No diría que es culpa de Gerardo Martino o Diego Cocca, es culpa de todo el sistema que rodea a la selección. La llegada de Cocca fue de carambola, Martino tuvo buenos momentos y después se fue abajo y pienso que, lo que antes era un premio para el jugador, ahora se convirtió en un dolor de cabeza ir a la selección por todo lo que hay en el entorno, todo lo que molesta y lo que llega a pasar alrededor”, agrega Fernando Schwartz, periodista y analista deportivo mexicano desde 1974.

Diego Cocca fue cortado del Tri con sólo siete partidos dirigidos, siendo el entrenador con el segundo proceso más corto en el presente siglo, sólo después de Víctor Manuel Vucetich y sus dos encuentros en el banquillo en las eliminatorias rumbo al Mundial de Brasil 2014.

El balance del argentino fue de tres victorias, tres empates y una derrota, siendo esta la que desencadenó su despido porque significó perder la oportunidad de ganar la Concacaf Nations League 2023 y el peor resultado en un partido oficial contra el acérrimo rival de México, Estados Unidos.

Eso derrumbó la paciencia de Juan Carlos Rodríguez, el recientemente nombrado comisionado de la FMF que llegó al cargo un par de meses después de la contratación de Cocca como entrenador. Sin ser un miembro que él eligió, decidió cortarlo bajo el argumento de que no es el líder ideal para su objetivo de reconstruir al futbol mexicano.

“A modo de buscar un nuevo futuro para el futbol mexicano, me percato perfectamente de que no lo vamos a encontrar en donde estamos. La última semana he encontrado muchas deficiencias en planeación, logística, funcionamiento y falta de liderazgo (…) Lo natural sería que terminara la Copa Oro, pero hoy ya no tenemos tiempo que perder. Así que he tomado la decisión de dar por terminado el contrato de Diego Cocca y los integrantes de su cuerpo técnico e igualmente doy las gracias a Rodrigo Ares de Parga”, dijo el comisionado de la FMF en las primeras horas del 19 de junio.

Cocca no logró reconectar al Tri con su afición, que era uno de sus principales objetivos cuando asumió la dirección técnica en febrero. Por el contrario, sus discursos chocaron con el de algunos jugadores: “Para nosotros el mexicano es muy importante y queremos que sientan que esta selección es de todos, para ello tenemos que competir para ganar, esa es la mentalidad que queremos implementar”, dijo a principios de marzo, mientras que el delantero Santiago Giménez comentó en junio: “No estuvimos a la altura de Estados Unidos, que desde el primer minuto intentó ganar y nosotros nunca tuvimos esa intención”.

“Creo que la reacción inmediata de la FMF demuestra que esto no era sólo un problema de talento o de no jugar bien por parte de los futbolistas. Se vuelve evidente que los jugadores no creían en el proyecto y que las amenazas de varios de ellos de no competir en la Copa Oro eran reales. Normalmente no estoy en acuerdo con los procesos cortos y la impaciencia que reina en el futbol mexicano, pero se ve que esta sí era una circunstancia extraordinaria que va más allá de los resultados en cancha”, señaló a este diario, Roberto Abramowitz, conductor en medios como Especialistas del Deporte y CBS Sports.

Para Abramowitz, esta es la peor crisis que vive el futbol mexicano desde el proceso eliminatorio para el Mundial de 1982, en el que no calificó. La situación actual, explica, desnuda la baja capacidad de producción de talento desde los clubes, así como la discordia de objetivos entre los dueños de los equipos de la Liga MX y los dirigentes de la selección.

“Esta crisis se venía cocinando por varios años al claramente ver que las canteras de los clubes mexicanos no están produciendo revulsivos para su selección. Aparte de la inversión en fuerzas básicas, es importante dar plazas a más jóvenes para que pueden jugar. Entiendo que las metas de los dueños de los equipos en México no son los mismos que las de la selección, pero un paso importante sería limitar aún más la cantidad de extranjeros. Jugar en torneos sudamericanos quizás ayude también, pero la juventud es lo que hay que nutrir y darle prioridad. Es una inversión a largo plazo que pagará dividendos por mucho tiempo”.

Mientras en la final de la Concacaf Nations League 2023 entre Estados Unidos y Canadá 18 de los 22 futbolistas que saltaron como titulares radican en Europa, en México siguen siendo contados los elementos que ya se consolidaron en el Viejo Continente y que, aún así, no marcaron diferencia con la selección en dicho torneo.

“El problema es profundo y multifactorial. El crecimiento deportivo del futbolista mexicano y de la selección mayor no es la prioridad, si fuera así, la liga (MX) lo reflejaría con su número de extranjeros, la calidad de entrenadores y de los rivales internacionales en partidos amistosos, pero no es así, es más importante cubrir la cuota comercial, lo cual está bien y entiendo, pero creo que va por encima la prioridad comercial que la formativa. Hay otros deportes que sí le dan la prioridad a conseguir resultados en campeonatos mundiales por encima de cualquier otra cosa, pero el futbol mexicano tiene otras prioridades”, coincide Antonio Rosique.

La derrota contra Estados Unidos en Nations League arrastró algo más que el prestigio, pues en el siguiente juego, contra Panamá, apenas 8,000 aficionados se hicieron presentes en el Allegiant Stadium de Las Vegas, que tiene capacidad para 65,000. Fue una de las entradas más pobres del Tri en Estados Unidos y su derrama se estimó en menos de un millón de dólares.

Para Diego Cocca es el cierre de un año futbolístico completamente opuesto al que vivió entre 2021 y 2022, cuando fue bicampeón de Liga MX con Atlas. Apenas el 9 de febrero salió de Tigres entre molestias de la directiva por no cumplir su relación a largo plazo con el club y cuatro meses después fue cortado de su sueño de dirigir un Mundial con México.

“Estamos convencidos de que estamos construyendo algo, habíamos bajado la edad con muchos jugadores jóvenes, teníamos un promedio de cinco o seis entrenamientos y era lógico que no se veía el funcionamiento futbolístico que todos queríamos, que estamos convencidos de que con tiempo y paciencia se iba a ver, lamentablemente no nos dieron ese tiempo”, dijo Cocca a su regreso a México ya como ex entrenador de la selección.

_¿Qué tanta responsabilidad atañe a los entrenadores de la Selección Mexicana por los resultados y la crisis actual?

“Es una responsabilidad importante pero limitada. El entrenador de la Selección Mexicana sabe que tiene que cumplir con una serie de condiciones comerciales, depende mucho del entorno y las prioridades que marca la industria. No es que esté mal, pero, por ejemplo, si se revisa la previa del Mundial de 1986, que fue la mejor participación en la historia para México, el torneo de liga se recortó, se hicieron dos torneos cortos y terminó entre marzo y abril con tal de que la selección trabajara junta por cerca de 40 días con Bora Milutinovic (el entrenador de ese momento). Eso sería una locura ahora, pero le dio el mejor resultado en la historia al futbol mexicano”, responde Antonio Rosique.

El próximo compromiso de México será la Copa Oro, donde sus tres citas de cajón será el 25 de junio ante Honduras, el 29 ante Haití y el 2 de julio ante Qatar, aunque el objetivo es llegar a la final del día 16. Allí se buscará dar el primer paso hacia la reconversión de resultados, pero no será fácil por la magnitud que ha tomado la crisis desde 2021.

LEGADO DE DIEGO COCCA EN EL TRI

• 7 partidos dirigidos
• 3 victorias, 3 empates y 1 derrota
• 10 goles a favor y 8 en contra
• 57% de efectividad
• 2ª gestión más corta en el presente siglo (Víctor Manuel Vucetich sólo duró 2 partidos en 2013)
• 39 jugadores convocados
• 522 minutos para Israel Reyes, el jugador más activo en su gestión